En Otra Vida | Zodíaco [TERMINADA]

Capítulo 9 / Las leyendas nunca mueren

Narra Sahily (Sagitario)

Después de un par de semanas, habíamos aprendido a luchar. Suena increíble, Ander y yo tuvimos que aprender a los raspones, debiendo reemplazar él a un rey y yo a una princesa, no nos quedó otra. Ander se volvió bueno con la espada, aunque es mejor con los libros. Él se puso al día con la historia de los reinos y viejos diarios del difunto rey en el cual dejó consejos para su hijo. Por otro lado, yo no he tenido la oportunidad de lograr que el rey de Ignis confíe en mí, por eso intenté buscar respuestas en otro lado, viejas bibliotecas que hablan de una profecía y de grandes secretos envueltos en bellezas incomparables. Le estuve dando vueltas al asunto, y llegué a la conclusión de que los secretos se podrían hallar ocultos en los paisajes icónicos de los reinos, o en reliquias antiguas de los reyes; pero tuve que ponerme al día con el entrenamiento y reemplacé a los libros por un arco y varias flechas. Así que decidí dejarle esa tarea a Leia, ella sabe defenderse con la daga, pero no quiere estar en la guerra, por esa razón tendrá una misión de encubierto: Buscar a Patch, nos envió una carta diciendo que tiene algo importante que decirnos, pero no hemos sabido nada de él desde entonces, está desaparecido. En cuanto a Logan, es un hombre de cero violencias, pero para demostrar su apoyo va a participar en la guerra y apoyará a los príncipes de Air.

Han sido semanas muy difíciles, estamos exhaustos, aun así, seguiremos adelante. Por suerte, han levantado unas barricadas de madera en distintos puntos de los caminos que conducen al reino Air, para retrasar a los hombres de Ezra y sorprenderlos con un grupo de arqueros. También construyeron empalizadas de madera que servirán como defensa para que les cueste ingresar al castillo. Además, el ejército de Ignis es sorprendentemente fuerte, con Lancelot y Said a cargo, han logrado fortalecer el ejército de Air, ni hablar de Adalia y Gemma, ellas dos sumaron a muchas mujeres a la batalla, ahora seremos más, y eso nos conviene porque tenemos una desventaja: los rezagados de la costa se unieron a Edith y Ezra. En caso, sólo en caso de que algo salga mal, refugiaremos a cuantos podamos del reino Air y atenderemos a los heridos gracias a la reserva de hierbas medicinales que organizó Alai. Pero no creo que sea necesario, si conseguimos detener a Ezra en medio de la batalla no tendrá más remedio que darse por vencido, sólo que no contaremos con las princesas de Terra en la batalla, lo que nos complicará el plan.

Pero para evitar todo ese lío estoy a punto de cometer una estupidez, no sería yo si no intentara solucionar las cosas con alguna locura. Por eso mismo, estoy en mi caballo, en mitad de la noche, lista para entrar al reino Aqua. Que nadie me pregunte por qué lo estoy haciendo, sólo estoy agotando todas las opciones posibles de detener esta batalla. Sé que no estamos aquí para derramar sangre, sino para unir a los reinos. Gemma tenía razón, su voluntad es la que está bien, ella está en lo correcto. Y yo creo firmemente en su convicción: la paz entre los cuatro reinos.

Las grandes puertas se abren, los guardias del reino me miran con asombro y se limitan a regalarme una sonrisa forzosa, aunque sus ojos quieran asesinarme, o a la verdadera princesa, en realidad. Me indican que continúe por un amplio pasillo que me conduce a un gran salón, el mismo lugar donde nuestro grupo se separó después del accidente y de la reunión secreta con Alai. Parece que pasó hace mucho tiempo, estar aquí es eterno, pero no hemos estado en esta dimensión ni siquiera dos meses. Aunque las cosas aquí fluyen con rapidez e intensidad, es por eso que le tomamos tanto cariño a las personas de aquí, son cálidas y por un momento se siente como si perteneciéramos a esta vida.

Sentado en su trono, con ojos cristalinos pero oscuros como su alma, está Ezra esperándome con una sonrisa cínica. Una copa de vino en su mano derecha, y la otra apoyada sobre su pierna. Relajado a pesar de que mañana es el día de la gran guerra, o quizás no, todo depende de lo que él decida.

— Princesa Sahily, que inesperada visita— dice Ezra levantándose de su trono— ¿Vienes a aliarte a nuestro reino y dejar atrás a los repugnantes príncipes de Air?— pregunta burlón.