En Otra Vida | Zodíaco [TERMINADA]

Capítulo 11 - Veas el sol

Narra Adalia (Aries)

Las cosas en el reino parece que se están por ir al carajo. Pasamos la noche preocupados por la actividad del volcán. A pesar de que se encuentra al otro extremo del reino, tenemos muchísimas personas que podrían sufrir daños.

Ni hablar de la incómoda situación entre la princesa Gemma y sus hermanos, sumada a la desilusión de la pobre Claire. Espero que Gilbert aclare las cosas pronto, porque si hay desconfianza entre nosotros caeremos como moscas envueltas en las telarañas de las princesas de Terra.

No me importa qué tan difícil se vuelva la situación, no voy a dejar de pelear por mi reino. Mi espada se manchará de sangre, de nuevo, si es necesario.

La princesa Sahily nos ha convocado a los más allegados en la habitación privada de su padre, el rey. Me alegra que me haya incluido, desde que perdió la memoria ha sido más amable conmigo. Siempre lo ha sido, pero ahora ella se muestra tan suelta con los criados del castillo. Sin recordar nuestra relación, ella me ha apoyado mucho en estos últimos días. Me animó a cumplir uno de mis sueños.

Soy la líder de un grupo femenino que peleará hasta la muerte por el honor de nuestro reino.

Esto es algo que muchas personas jamás lo habrían permitido, pero ella me ha dicho que yo era la indicada para este gran cambio. Además, mis dos grandes amigos, Lancelot y Said han estado a mí lado en todo momento para que lo que ahora soy se haya vuelto realidad.

Una mujer con una espada.

Una mujer con armadura.

Una mujer con coraje y valor.

Una mujer llamada Adalia.

Sé que todo se está yendo al carajo, pero nosotros no vamos a perder.

Puedo sonreír incluso en épocas de guerra, la victoria será nuestra.

Puedo agradecer por cosas buenas en momentos de tanta miseria.

Ander.

El príncipe Ander no sabía de mi existencia antes de perder la memoria. Ahora, me mira con brillitos en los ojos volviendo locas a las mariposas en mi estómago.

No soy egoísta, sólo elijo ver el vaso medio lleno.

Mientras esperamos a que todos lleguen a la pequeña habitación, Ander se apoya sobre un escritorio colocando sus manos sobre mis caderas.

— ¿Cómo has estado?— susurra detrás de mi nuca.

— Bien— susurro— ¿Tú?

— Muy bien— responde en voz baja— ¿Sabes por qué?

— ¿Por qué?— le pregunto en un susurro.

— Porque estás aquí— susurra muy cerca de mi cuello.

Me estremezco cuando sus manos empiezan a juguetear sobre mis caderas.

— ¡Ander!

— ¿Qué?— pregunta burlón.

— Estamos reunidos aquí para algo importante.

— Por favor, Adalia— suelta una risa— A ti no te importa eso, lo que no soportas es que yo te ponga nerviosa.

— Cállate— lo regaño pisándole el pie.

Ante el pisotón apreta sus manos que aún siguen en mis caderas.

— Si no quieres ponerte nervioso tú, mejor no me provoques— le digo en voz baja.

— ¿Y si quiero?— pregunta burlón.