Cuando te conocí

Cap 1

Daría...si esa soy yo, una adolescente de 12 años, soy la persona más normal de entre los que me rodean...o algo así.

Todos llegamos a esta edad en la que comienzas a tener cambios, crecemos y demás. También entramos a una etapa nueva, y no solo una etapa nueva si no también una escuela nueva...llamada Secundaria.
Y cuando esto sucede...te separas de muchos amigos y personas que quieres demasiado... Pero también te sirve ya que de esta manera te das cuenta de las personas que de verdad seguirán contigo, y las personas con las que ya ni siquiera debes hacer contacto visual.

Mañana entraré a Clases...estoy un poco nerviosa pero se que esto es normal...

Yo tengo una "tradición" que Obviamente me inventé yo. Está consiste en un día antes de entrar a clases romper algo de mi casa...se que tal vez ni siquiera tiene lógica pero me gusta hacerlo, además se que no es algo que le cueste reparar a mi padrastro. El es un Abogado muy conocido, y si le va bien en cuanto negocios, dinero y todo eso.
Mi mamá trabaja como maestra de preescolar y también le va bien, así que puedo romper cualquier cosa de mi casa, aún que a veces no le parezca a mi hermano Noah, el es mayor que yo por 4 años, pero es muy pesimista ha Sido así desde que nuestros padres se divorciaron, incluso el y yo no nos llevamos muy bien pero tratamos de sobrevivir juntos.

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Y bueno aquí estoy apuntando hacia un jarrón que hace poco le regalaron a mamá.
Tome uno de los balones de mi hermano para poder destrozar el jarrón.

Comencé a apuntar hacía el tablero, ya tenía todo calculado, si encestaba el balón caería encima del jarrón y por fin se destrozaría. Lancé el balón y fue un milagro que todo saliera súper bien...Daría había roto el jarrón osea yo.

El golpe se escuchó un poquito fuerte así que el odioso de mi hermano bajo a dónde estaba yo

- ¿Que diablos hiciste?- pregunto furioso

- Dhaa no ves?- Conteste con sarcasmo

Noah giro los ojos- Daría ya madura, estás en edad de hacerlo, espero y la secundaria te ayude.

- Si no creo...si no pudo contigo, menos conmigo.

El solamente me dió la espalda y regreso a su habitación.

Comencé a recoger lo que había roto, para más tarde solamente decir "no tengo ni idea de dónde esté"
Termine pero no me di cuenta que me había cortado con un pedazo del jarrón, mi mano estaba sangrando, así que fui al baño, me enjuague y proseguí con lo demás, me desinfecte y me puse una venda.
Ahora me quedara una gran cicatriz de esto, pero valió la pena.

Más tarde llego mi mamá, yo me encontraba preparándome un pan con Nutella mientras ella buscaba su jarrón, claramente lo comenzó a buscar porque lo tenía a la entrada de la casa, y al llegar no lo vió.

Se acercó a mí y me hizo la pregunta tan esperada
- Hija, ¿no has visto mi jarrón que me regalaron?

- No tengo ni idea de en dónde esté- seguí preparando mi pan

-Ok, ¿y que te paso en la mano?- pregunto espantada

- Fuí a una guerra y esto me quedo como cicatriz- hice una sonrisa súper falsa

Suspiró- Ay Daría que voy a hacer contigo?

- Lo que has hecho todo este tiempo- Mordí mi pan al terminar de decir eso.

Me aleje de mi mamá y me fui a mi habitación, dónde había tranquilidad y una partida de FIFA esperándome.