Cap 28

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- Y bien...que es lo que sucede?- pregunté mientras me sentaba en la silla

- Tu y Elizabeth siguen siendo mejores amigas?

- Si...por qué?

- Porque la necesitarás para lo que te voy a decir- mamá puso sus manos en su cara

- ¿Q-que sucede?- me comencé a preocupar

- Recuerdas...aquel día que me corte mi mano?

- Sí, como no recordar eso sí yo te ayude.

- No sé si notaste que escondí algo...

- Mamá no hagas pausas y dime qué es lo que sucede- necesitaba saber que es lo que sucedía

- Hija...tu papá me mandó una carta...tu papá quiere verlos a ti y a Noah- hablaba con dificultad- Me puse mal cuando leí su carta...pero está en todo su derecho de verlos, son sus hijos, yo no puedo negarle eso....

Wow...estaba tan sorprendida por lo que acababa de suceder, no sabía cómo reaccionar...Mi...mi papá me quería ver después de tanto tiempo.

- Tengo la dirección de dónde vive, para cuando quieran ir a verlo

- Yo no lo quiero ver, así estoy más que bien- conteste muy seca

- Hija, yo sé que no lo quieres ver...pero es tu papá

- El solamente es el hombre que nos abandonó, padre no es el que engendra, padre es el que está con sus hijos en los peores momentos y les brinda apoyo- levante la voz- para mí el único padre que tengo es Clark.

- Daría, tranquilízate...mira ni siquiera te diste cuenta y los libros que tanto amas...el te los manda en cada cumpleaños tuyo.

- ¿Que? Esos libros me los ha regalado el?- contestaba con dificultad

- Sí...- suspiraba mi mamá mientras se limpiaba los ojos- Hija...has sanado en muchas cosas, pero hay una que debes hacer...

- No, no lo haré, tu crees que ya lo ví y ya lo perdono? Pues no mamá- negué con la cabeza

- Daría...hazlo, es por tu bien, mira en mucho tiempo, por fin te Vi conviviendo sanamente con tu hermano y me puse tan Feliz de eso....ahora solamente quiero que le digas todo tu dolor, todo lo que te molesta o lo que quieras a tu papá, para que te sientas bien...creeme que si haces eso también estaré feliz porque ya harás un cambio en tí.

Sin hablar, me levanté y salí del estudio, azote la puerta cuando salí de ahí.

Subí rápidamente las escaleras, ni siquiera le hice caso a Elizabeth, pero ella me siguió cuando me vió.

Me encerré en mi habitación, y comencé a llorar...ya se, no lo había hecho en mucho tiempo y resulta que ahora lo hago.
Si un día les va mal... solamente recuerden mi vida y créanme que su forma de parecer cambiará bastante.

Tome los libros que me había regalado mi supuesto padre, los puse en una caja y la avente por la ventana, por suerte no había nadie en la calle.

Mi enojo y mi miedo se juntaron, no podía controlarme, esto es algo difícil para mí...ni siquiera quería verlo, no puedo hacerlo, me pondría peor de lo que estoy ahora.

Tocaron la puerta de mi habitación, solamente voltee a ver pero no conteste nada.

- ¿Daría puedo pasar?- hablaba Elizabeth de tras de la puerta

- No! vete de aquí!- grite desde adentro

- Déjame entrar, sabes muy bien que no me iré.

Me levanté y abrí la puerta.

- ¿Que sucedió?- pregunto preocupada Elizabeth

- Nada...- me limpie los ojos

- Oye...se que si sucede algo, que paso con lo que dijimos "Contarnos siempre todo, fuera bueno o malo"- puso su mano en mi hombro

Tenía razón...es mi mejor amiga, debo contarle lo que sucede...por más que me duela.

- Mi papá...eso es lo que sucede- baje la mirada

- ¿Que con el?- se sentó a un costado de mí

- Resulta que después de tanto tiempo...ahora nos quiere ver, recordó que tiene una familia que algún día lo quiso- conteste entre sollozos

- Oye, tranquila...verás que todo estará bien.

- Elizabeth...no quiero, no quiero verlo, tan solo de pensar en eso me da más coraje...

-Daría...estás tan resentida con tu papá, que ni siquiera piensas en sanar tu. Escuche a tu mamá, y tiene razón, es necesario que lo veas para que le digas lo que sentiste cuando los dejo, creeme que cuando disquitas tu coraje...te sientes súper bien.

Voltee a verla, tal vez tenía razón sobre lo que decía.

- Y soy testigo de eso, cuando aquella chica me lanzó el balón a la cabeza, desquitaste tu coraje y te sentiste mejor no?- sonrió de lado

- Sí...

- Lo ves, debes hacer lo mismo con tu papá, habla con el, aclaren bien las cosas, te ayudará bastante hacer eso.

Ahora que lo pienso...tiene Razón Elizabeth, es necesario que hable con mi papá arreglar las cosas y que yo pueda sentirme bien.

Solamente asentí con la cabeza.
Elizabeth y yo bajamos, mi mamá estaba sentada en el sofá, era hora de hacerlo...

- Mamá...

-¿ Sí?

- Iré a ver a mi papá...lo haré mañana...mientras más pronto mejor.

- Ok, me alegra que lo quieras hacer, mañana los llevaré

- De acuerdo.

Estuve un rato más con Elizabeth, era para tranquilizarme un poco.
Más tarde ella se fue a su casa, me subí, quería tomar una ducha .
Cuando iba a entrar a mi habitación, ví la de Noah, el estaba sentado en su escritorio con las manos en la cabeza...sabía lo que le sucedía, así que decidí entrar con el.

-¿Todo bien?

Si giró para verme- Eh? Amm...si, sí

Me senté en su cama- Supiste lo de papá?

- Si, claro...me lo dijo a mi primero.

- Y qué piensas?

- Pues...enfrentaré mis miedos, así que iré a verlo...cueste lo que cueste- suspiró

- Noah...

- Sí?

- Perdón por la manera en que te trate antes, debía demostrarte respeto y no lo hice...- baje la mirada

Noah levantó mi mentón- Tranquila, yo también debía respetarte y no lo hice, ambos no nos tratamos como hermanos...y aunque no lo parezca...si te quiero hermanita- sonrió

Mi hermano estaba sonriendo, va a caer una lluvia súper fuerte, será el fin del mundo por esto!

- Yo también te quiero, hermano- me quedé mirándolo- te abrazaría pero...

- Tranquila, a mi tampoco me gustan los abrazos.- Hizo una pequeña risa- Por cierto...recuerdas cuando te dije que ya era hora de que maduraras?

- Sí

- Pues me arrepiento de decirte eso...Porque ahora me doy cuenta que ya eres todo una joven madura...parece que fue ayer cuando éramos niños.

- Sí...tienes razón, por cierto...ya no eres virgen de tu labios cierto- solté una carcajada

- Que?- arqueo una ceja

- Lo siento hermano, te ví besando a una chica

Abrió mucho los ojos- Entonces si eras tú- tomo una almohada y comenzó a atacarme con ella, yo solamente me reía.
Hice lo mismo que el y estábamos haciendo una guerra del almohadas...al parecer no es tan malo convivir con tu hermano, es la cosas más bonita que te puede pasar.




Cuando te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora