Cap 29

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- ¿Listos, chicos?- preguntó mamá mientras nos acomodamos en el auto.

Noah y yo asentimos con la cabeza.

Ambos estábamos muy nerviosos por lo que fuera a suceder, sentía que mí corazón se salía de mi cuerpo.

El camino era largo, por una lado era bueno, ya que así nos tardaríamos más en llegar.
Por otro lado es malo ya que de esta manera entran más nervios.

Y bueno...se llegó lo que menso quería...habíamos llegado a nuestro destino.

- Listo hermanita- Pregunto Noah mientras me miraba.

- Ajam.

Nos despedimos de mamá. Decidimos acercarnos a tocar la puerta.

La casa era una normal, era como café por fuera, la verdad no estaba tan mal.

Tocamos el timbre, creíamos que tardaría más...pero no fue así...
Cuando menos lo esperamos nos abrió un hombre alto, vestido de jeans y camisa, estaba bien peinado...en pocas palabras estaba presentable.

La sonrisa de aquel hombre era muy grande, de oreja a oreja.
- P-pasen- abrió más la puerta para que entraramos

Noah y yo nos pasamos a la casa, comencé a mirar a mi al rededor...está casa se me hacía conocida, pero no sabía dónde la había visto... claramente no es la casa en la que antes vivíamos, esa casa era diferente.

- ¿Quieren algo de tomar?- preguntó un poco nervioso

- No, así estamos bien- contesto Noah muy frío

- Ok, entonces pasen a sentarse- señaló el sofá para sentarnos, Noah y yo caminamos y nos sentamos

Una vez sentados, nadie hablaba, ni Noah, ni papá, ni yo...los tres estábamos callados, no sabíamos que hacer...

Papá decidió romper el silencio.
- Noah, dime sigues en baloncesto? Apuesto a que sí, eres muy bueno, de hecho tengo un amigo que te puede llevar a las grandes ligas...- Noah lo interrumpió

- No, ya no estoy en baloncesto...ahora estoy en fútbol americano- en ese momento la voz de Noah cambió bastante.

Papá se quedó sorprendido por la contestación de Noah.
- Ok, has crecido bastante, hijo.

Puse los ojos en blanco- Vaya...ahora sí somos tus hijos- hable sin mirarlo

- ¿Perdón que?

- Después de tanto tiempo recuerdas que tienes un hijo llamado Noah y una hija llamada Daría.

Intento cambiar el tema- Mi niña...tu también has crecido bastante, la última vez que te ví tenías...- lo interrumpí

- Tenía 6 años...si piensas que soy la niña de antes estás equivocado...

- Hija...por qué me contestas de esa manera? Sabes que me duele que me hagas eso...

Lo mire- A aquella niña también le dolió que la abandonaras, y te importó? No, Obviamente no, en esos momentos ni siquiera recordaste que tenías hijos- comenzaba a ser como antes... Fría- Así que no tienes derecho a decirme que no te hablé o te trate de esta manera.

El solamente se quedó mirandome con los ojos cristalizados

- Tiene razón, Daría...nos abandonaste por 7 años...y ahora resulta que después de ese tiempo nos quieres hablar como si no pasará nada? Por Dios papá, no pienses de esa manera...

- Hijos... papá promete mejorar el daño que hizo- hablo intentando tranquilizarnos

- Papá! Ya no somos los mismos niños de antes, tanto Daría como yo ya crecimos, y creeme que gracias a ti ella y yo tuvimos problemas.

- ¿Que? ¿Por qué?

Voltee hacia donde estaban ellos
- Por el trauma que teníamos, ni siquiera nos podíamos dirigir la palabra Noah y yo, no llegamos a odiar uno a otro...

- Papá...ni siquiera podíamos expresar nuestros sentimientos hacia las personas, éramos las personas más frías de la escuela, ¿y por qué? Porque estábamos jodidos... Tu hija hace poco se convirtió en una adolescente, conoció a una gran chica y ella la ayudo a poder expresarse bien...

- Aguarda...Eres lesbiana?

Puse los ojos en blanco- No me asombra que pienses eso, pero no lo soy, ella es mi mejor amiga.

- Sabes...ni siquiera se por que te digo "papá", si ni siquiera abarcaste ese papel..- hablo Noah con la voz entrecortada

- Para mí mi papá es Clark...- hable mientras miraba hacia otro lado.

La cara de mí papá cambio demasiado cuando le dijimos todo eso.

- Saben...tienen razón, no fui un gran padre, y por mi culpa los dejé con muchas inseguridades... lamento tanto haberles hecho eso a ambos...no quería arruinarles su infancia pero lo hice...se que cometí un grave error...pero por eso los busque ahora, antes de que fuera demasiado tarde.

Yo estaba cruzada de brazos mirando por la ventana, mientas lo escuchaba hablar

- Se que ahora quieren más a Clark que a mí...y están en todo su derecho, pero solamente les pido una cosa... Perdonenme...he prometido mejorar y lo haré...créanme que ahora que los veo así grandes, me da nostalgia...mi niños yo los quiero mucho a los dos

Deje de poner atención cuando note algo en la parte de afuera, eran muchas hojas tapando eso que penas y se alcanzaba a ver.

- ¿Que es eso?- pregunté señalando afuera

Papá se acercó a mí y sonrió - es tu casa del árbol que me hiciste hacerte cuando eras pequeña.

- ¿Como?

- Aguarda...estás es nuestra casa?- pregunto Noah mientras miraba todo con detalle

Papá solamente salió hacia afuera, comenzó a quitar todas las hojas y se vio esa casita del árbol...ahora lo recordaba todo...

*Flashback*

- Hermano, aquí jugaremos siempre.

- Claro Daría.

- Mis niños, les gusta su casita?

- Sí! Papi- contestaron ambos

- Mi príncipe y mi princesa, vamos a jugar con mamá- cargo a ambos

- Papá, siempre jugaras con nosotros hasta que seamos muy grandes?

- Claro que sí, siempre haré lo que me digan mis niños- abrazo a ambos

*Fin flashback*

Ahora se me vinieron esos recuerdos...vaya, al parecer si era una niña feliz...

- A ambos les gustaba pasar el rato aquí- papá intento abrazarme pero me alejé

- Lo siento...no me gustan los abrazos...

- Ok, de acuerdo.

Noah salió con nosotros, traía en la mano un dinosaurio de juguete, su cara al mirarlo era tan bonitas, parecía un niño.

- Este...fue el juguete que me dieron cuando fue mi cumpleaños número 5- señalaba el juguete

- Como es que sigue todo esto?- pregunté dudosa

- Quise guardar todo para cuando vinieran, y que recordarán todo...para que por lo menos vieran que no soy un asco de padre.

- Papá, yo...si te perdono- hablo Noah

- Enserio?- la cara de papá era de alegría

- Sí...después de todo todos merecemos el perdón- Noah y papá se abrazaron

- Y tú hija?

- Tiene razón, Noah...Te perdonó, solamente que a mí no me abraces- sonreí

- Por cierto, dile a tu amiga que gracias...por lo que se ve te ha ayudado bastante...

- Como no tienes idea- hable mientras me acercaba a Noah y a mi papá

Cuando te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora