- ¿Quién es él? - Pregunte ya que como anteriormente dije, jamás le había puesto atención y valla que era atractivo.
- Olvídalo... él no te hará caso ni en un millón de años... - contestó sonriente
- Tay nadie rechaza...
- Él si... como puedes ver...
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Entre y la casa parecía aún más grande por dentro que por fuera, la verdad no me extrañaría que al igual que Thanya y Thorn, sus padres serían un mismísimo dulce de leche. Lo que me seguiría extrañando sin duda alguna sería Mew y su notoria amargura.
— Thanya, Thorn — Los llamó ya que corrían por la escalera — Quiero que hagan la tarea ahora — Indicó seriamente, no el grosero tono que usa conmigo obviamente — Estaré aquí abajo por si necesitan ayudan — A pesar de su ruda forma de hablar, me mataba de ternura.
Ambos niños asintieron con la cabeza y subieron las escaleras, Thanya agitaba su mano con una enorme sonrisa como diciéndome adiós. Le devolví el gesto. Me giré hacía Mew y le sonreí.
— Parece que a tu hermana le agrado a pesar de ser plástico y tonto — Solté una carcajada.
— Solo porque le recuerdas a sus muñecos, no te emociones — Dijo caminando hacia la que supuse sería la sala.
Camine detrás de él hasta que llegamos a la sala, dejo su mochila en uno de los enormes sillones negros de piel, me senté y puse mi mochila en mis piernas, sacó el enorme paquete de hojas y lo dejo caer en la masa de cristal del centro de la sala.
— Ya vuelvo — Dijo y salió por donde habíamos venido.
Me acerqué a la mesa y tome la guía, tome de mi bolsa un lápiz para poder contestar mientras Mew volvía.
Las preguntas para mí eran fáciles, así que comencé con la primer hoja, rápido la termine, la segunda hoja igual.
Mew pasó por el umbral de la puerta, en su brazo izquierdo cargaba un par de libros y con la mano derecha tomaba un ¿cigarrillo? Llevó este a su boca y succionó de este.
— Ten — Dijo entregándome los libros para después exhalar el humo. Yo solo lo miraba incrédulo.
— Vives con dos pequeños — Me puse de pie y camine hacia él — ¿Y fumas dentro de la casa?
— No es algo que te incumba — Volvió a llevar a su boca el adictivo cigarrillo, para después lanzarme el humo en la cara.
— Mew... — Dije seriamente — Si tú eres un amargado y quieres acortar tu vida con eso... — Le arrebate el cigarro de las manos — No te lleves entre las patas a tus hermanos — Apague el cigarrillo en la suela de mis zapatos.
— Devuélvemelo — Ordenó molesto.
— Claro — Con un simple tirón lo partí a la mitad y lo puse en la palma de su mano. Cerró con enojo su mano, y volteó a verme asesina-mente.
— ¿Por qué no desapareces de mi vida? — Dio un paso hacia mí para pronunciar con furia.
— ¿Seguro que... — Di un paso hacia él reduciendo nuestra distancia a cero — ... quieres que desaparezca? — Nuestras respiraciones se mezclaban debido a nuestra cercanía. Y nuestras miradas estaban tensamente conectadas. Nuevamente yo tuve la iniciativa, y al contrario de la última vez, Mew no tardó en responder mi beso. Pase mis manos por su cintura dejándolas en su espalda para así atraerlo aún más a mí. Su lengua sin pudor alguno entró en mi cavidad, la recorría libremente y sin duda me encantaba. Me besaba de una forma tan intensa, que simplemente me atontaba. Sus manos masajeaban mi cintura cuando una pequeña risa hizo que nos separamos bruscamente.
— ¡Si son novios! — Dijo Thanya sonriente tapando su boca con sus pequeñas manos como tratando de retener su risa.
Volteé apenado a ver a Mew quien estaba rojo, no sé si por la pena o por el coraje. Siendo sincero me asustaba un poco.
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