Capitulo10: Baje la guardia.

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Coloca sus manos encima de mi pene y da pequeños masajes, gruño por lo bajo y cierro los ojos con fuerza. Siento sus ávidas manos juguetear con mis bolas un momento y después vuelven a concentrarse en la faena de mi polla. Me muerdo los labios, tratando inútilmente de callar mis gemidos.

—Oh, joder…Nena, m-más rápido—Mascullo con los dientes apretados. La miro y noto que sus mejillas están teñidas de un color rosa fuerte. Rio para mis adentros, tan inocente. —Solo, solo muévelas un poco más rápido, cariño. —____ asiente ruborizándose como loca y comienza de nuevo. Sus manos parecen ser mágicas, porque mi pene este durísimo y lo siento palpitar. Después de unos minutos ella quita sus manos, y cuando estoy a punto de protestar ella me habla.

—Quiero- Quiero intentar algo—Dice bajito. La miro dudoso cuando ella se levanta un poco para inclinarse de rodillas. Es ahí cuando comprendo a lo que se refiere y una sacudida a mi corazón entra. Me pongo nervioso cuando ella se levanta y hace una mueca mirando mi pene. Trago saliva y ella me sorprende con una pregunta.

— ¿Todos son así? —Frunzo levemente el ceño y la miro dudoso

— ¿Qué cosa princesa?

—Tu…—Deja las palabras en el viento señalando mi erección — ¿Todos son así de grandes? —Y me ego, de por sí bastante grande, vuela hasta las nubes cuando ____ dice eso. Trato de ahogar la carcajada que está por salir de mis labios y mi confianza vuelve enseguida. Le sonrió de lado.

—No, princesa, tienes el honor de estar con uno de los más grandes—Sus mejillas se tornan aún más rojas—Pero no te preocupes, no tocaras otro, lo prometo—Y en cada palabra que salía de mi boca estaba diciendo la verdad. Ella no estaría con nadie más.

____ asintió y se arrodillo bien. Me miro por un momento y después su cabeza bajo lentamente. Sentí su respiración tan cerca de mi polla, me hizo tensarme. Mi mandíbula estaba apretada. Sentí mi corazón bombear con fuerza por la cercanía, era una maldita tortura, joder solo quería que lo hiciera.

De pronto siento como besa mi glande. La respiración se me corto al sentir su deliciosa boca en mi parte más sensible. Castos pero rápidos besos fue plantando a lo largo de mi polla, que se encontraba más dura que una maldita roca. Gruñí cuando vi su pequeña boca abrirse lo más que pudo. Metió mi polla lentamente, hasta que fue cubierta por su preciosa boquita. Comenzó a chupar sin hacerme daño, manteniendo los dientes fuera. Esto se sentía como la mejor maldita cosa que me había pasado en toda mi vida. Siguió con esa perfecta faena de sacar y meter mi pene a su boca con avidez, y realmente se sentía bien. Su lengua recorría cada rincón de mi gruesa polla, no era por presumir, pero la tenía grande y sabía que ella lo disfrutaba, con tan solo ver su cara, sus mejillas rojas, y sus ojos dilatados por el deseo. Con sus manos daba masaje a mis bolas haciéndolo todo mucho mejor. Chupo una vez más. Hasta que sentí ese subidón de adrenalina. Mi cuerpo comenzó a temblar ligeramente y cerré los ojos. Aguantando las ganas de tomar su cabeza y follar más rápidamente esa preciosa boquita que tanto me ponía. Gemí profundo cuando sentí mi liberación cerca. Aparte a ____ un poco. Todo el semen salió disparado a chorros y cayó en mi abdomen un poco. Supe que no volvería a ser el mismo cuando ____ subió curiosa y con uno de sus dedos tomo un poco de semen y lo chupo. Haciendo una cara de “Sabe mejor el chocolate, pero no está mal”. Sus ojos brillaban de excitación y yo no pude hacer más que tomarla entre mis brazos y darle un beso, por primera vez sincero dejando atrás todo, olvidando que me hubiese humillado, olvidando todo el odio. Solo siendo sincero conmigo mismo y mi jodido corazón que le pertenecía completamente a ella. Por primera vez en mi vida, baje la guardia.

>>Porque es con ella con quien estas ligado, porque sabes que ninguna mujer jamás va a darte tanto placer como ella lo está haciendo ahora. Porque la amas Justin, la amas con toda tu puta alma<<. Y lo que más me jodio era que era verdad, era una puta verdad que siempre estaría ahí, aunque fuera como una maldita daga en mi corazón, girando y girando, que solo me hacía retorcerme del dolor. Pero no podía negar todo lo que ____ provocaba en mí, ella era todo lo que quería. Ella era todo lo que necesitaba para estar completo.

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Sus corazones estaban tan unidos y amarrados. Esa pequeña chispa estaba ahí, ese amor adolescente, el primer amor, ese que nunca se olvida, que siempre marca, pero que lamentablemente las heridas que deja algunas veces son tan difíciles de sanar. Y es aquí cuando comienza el verdadero infierno, porque ella confiaba ciegamente en él, y él no estaba siendo sincero con ella. Y aunque estas dos almas no tenían la culpa de haber sido engañadas el orgullo y un corazón roto son más fuertes que un “Perdón”.

Porque el no pudo decir la verdad antes y esto solo nos lleva al inicio de un trágico final.

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