Capítulo 12: Si tú saltas... yo salto.

573 37 0
                                    

 

Las clases habían terminado. El corazón me estaba latiendo fuerte, estaba emocionada, debo admitirlo. Quería saber a dónde iríamos Justin y yo. Me excuse con Alice, casi siempre íbamos un rato a la plaza a dar unas vueltas, pero hoy… sería diferente. Le dije la verdad, que saldría con el chico.  Ella simplemente es una tonta, la muy guarra solo dijo “Usen condón” no puedo decir que mis mejillas no estaban casi como jitomates de la vergüenza. Pero como siempre lo he dicho, Alice es un tanto sincera.  Sonreí emocionada, ya casi todos se habían ido. De pronto un auto se detuve frente a mí. Fruncí el ceño ¿Justin no tenía auto ya o sí? Según recordaba estaba fallando.

De pronto abrió la puerta y lo mire ahí dentro sonriendo. Palmeo el asiento de alado para mí. Sonreí y subí rápidamente. Justin me beso rápidamente.

—Hey ¿Y esto? —Señale el auto con las manos, mientras me ponía el cinturón de seguridad.

—Se lo pedí prestado a Ryan, ya sabes. —Asentí rápidamente.

—Oh, ¿Y…? ¿Se puede saber a dónde iremos? —Pregunte. Y no miento si pienso que hable como una niña pequeña, cuando necesita juguetes. Justin simplemente sonrió y me miro por espejo, mientras arrancaba fuera.

—Que impaciente….

—Lo sé, Justin… vamos ¿Una pista?

—Ummm, veamos…—Entrecerró los ojos, fingiendo pensar sabiamente la respuesta.  —Uhg, no.

—Oh vamos, tan solo algo…. —Dije haciendo cara de perrito.

—Oh, no ____, ni aunque pongas esa carita. —Sonrió y yo reí también.

—De acuerdo, al menos lo intente.

—Veras que te va a gustar.

Le sonreí y seguí mirando hacia enfrente. Veía los autos pasar. Después de unos cuarenta minutos simplemente contemplaba la vista, muchos árboles se extendían a lo largo de la carretera. Mire extrañada, creo que jamás había venido por aquí. Justin sonrió y puso su mano arriba de la mía, frotándola dulcemente.

Veinte minutos después el paro el auto.

—Llegamos. —Dijo y yo sonreí confundida. Justin bajo antes y corrió rápidamente hacia el otro lado, solo para abrirme la puerta.

—Hum, gracias.

—No hay de que, nena.

Caminamos un poco, cuando llegamos a un pequeño lugar, que simplemente consistía en un tipo de casas pequeñas, más bienes parecidos a locales, donde tenían un montón de cosas tapadas. Donde había unas pocas personas.

—Buenas tardes. —Hablo Justin, llamando la atención de uno de los señores que se encontraba ahí.

— ¿Justin Bieber, verdad? —Dijo el hombre cortésmente.

—Así es.

—Oh, Buenas tardes joven. Señorita—Hizo una pequeña inclinación y tomo mi mano para saludarnos. Después estrecho la de Justin. —Joven, todo está listo. Solo es necesario que pasen a recibir las indicaciones al fondo de lado derecho encontraran al instructor Javier que los preparara.

—Muy bien, muchas gracias.

—No hay de que… disfruten de la vista muchachos—Hablo el señor emocionadamente.  Simplemente sonreí y asentí confundida. Justin tenía una sonrisa grande y me miraba suspicaz.  Yo solo sentía mi estómago revolotear por tanto misterio.

—Ahora si me lo vas a decir, señor misterioso. —Bromee haciéndolo reír.

—Oh, vamos señorita quiero saber todo, ahora lo veras.

Protégeme | justin bieber | terminada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora