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Capitulo 20: Ansiedad

Cuando sea grande engañare y mentiré, a mis amigos, mis padres, pero más que a nadie a mí misma.

Me miro frente al espejo con el plato de comida entre las manos. Suspiro pesadamente sintiendo la culpa carcomerme. Entonces recuerdo lo que hace mucho tiempo no hacía, pero hoy quería retomar. Dejando el plato sobre el escritorio comienzo a sacar mi blusa, después mis pantalones. Quedando únicamente en ropa interior. Cojo un cojín de la cama y lo coloco frente al espejo grande. Tomo el plato que hace unos minutos deje e intento comer. Recordando todo lo que siempre he hecho es como una descarga para mí, los recuerdos me invaden y siento mi corazón correr con fuerza;

Come desnuda frente al espejo, así no tendré ganas de comer demasiado.

Decir que vas a comer a casa de una amiga... pero en realidad, vas a caminar por un rato.

Cuida tu cabello, mantenlo en buena condición, para que nadie sospeche nada.

Toma duchas de agua fría para que tu metabolismo se acelere.

Golpea tu estomago cuando sientas hambre.

Sintiendo mi ritmo cardiaco acelerar abro los ojos encontrándome a mí misma llorando como una cría. Lagrimas saladas caen descontroladamente sobre mi rostro, y en ese preciso momento me atrevo a preguntarme a mí misma ¿Por qué hice esto?...Y me doy cuenta, que ni yo misma se la respuesta. Dejo el plato a un lado y giro mis muñecas hacia mí. Más lágrimas caen y siento un nudo formándose en mi garganta, es tan fuerte que apenas me permite respirar. Mi vista esta nublada a consecuencia de esto. Pero aun puedo ver con claridad las líneas obscuras que se marcan en mis brazos...Líneas que nunca se van a ir. Esas líneas que voy a tener toda la vida conmigo.

Desde que estoy con Justin he tratado de evitar hacerme más daño, pero hoy he sentido una necesidad de hacerlo y lo más triste es que ni si quiera hay una razón.

De pequeña siempre había escuchado a personas hablar de cosas como estas, y nunca entendí a que se referían, o incluso ya entendiéndolo, no lograba comprender porque la gente se quisiera hacer daño a ella misma. Era tan irónico pensar que cuando era pequeña quería ser grande para disfrutar de la vida, y ahora solo quisiera volver a ser una niña pequeña, cuyos problemas se resumían en no obtener el juguete que deseaba... Pero nada es como queremos y el "juguete" que ahora dependía de mi era mi propia vida. La vida que algunas veces quería dejar ir.

***

#POVJustin

Miro mis pies y suspiro pesadamente. El aire golpea mi rostro y me ajusto la chaqueta un poco más. De pronto escucho las pisadas de alguien y giro la cabeza, encontrándome con el rostro de Alfredo, quien me regala una media sonrisa.

Se sitúa a un lado de mí y ambos contemplamos la ciudad desde estas colimas.

—Aunque no lo creas me alegro mucho por ti.-giro mi cabeza para mirarlo. —En verdad me tiene contento que por fin hayas decidido salirte de la mierda del 'grupo' y te estés dejando llevar, hermano.

Una pequeña sonrisa tiro de mis labios. Alfredo podía ser un jodido imbécil todo el maldito tiempo. Pero era un buen amigo. En realidad era como un hermano para mí. De todos él era el que nos hacía entrar en razón de vez en cuando.

—Enserio no quiero joderla.-susurre—La quiero demasiado Fredo.

Alfredo me presto más atención, mirándome con un poco por lo que supuse angustia, pena quizá.

—Y-Y me estoy cagando de miedo porque Ryan o alguien le diga la verdad...-mis ojos picaron y Dios me sentía un jodido marica por sentirme así. Pero mi corazón parecía arder con el simple pensamiento de que ___ se enterara de todo y me mandara a la mierda. No podía separarme de ella. Era todo lo que quería, todo lo que tenía. Sin ella no era nada. –No quiero perderá-solloce.

Alfredo de acerco a mí y palmeo mi espalda fuertemente, en señal de apoyo.

—Si no quieres que nadie se lo diga...Entonces ya sabes lo que tienes que hacer...

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