Lix vea desde la venta del auto a los árboles, su imaginación llegaba a tanto que pensaba que estos eran los que caminaban, que se movían en dirección contraria al auto.
Había mucho silencio en el auto, más de lo habitual, esa mañana su padre amaneció con un resfriado, así que aún no tenía las fuerzas suficientes para poder hablar o pensar con claridad.
Esto le incomodaba a Félix, no había música, no había platica, sólo silencio y eso le recordaba al primer día sin su madre, ese día en el que su padre se vistió de negro y no dijo ni una sola palabra cuando recogió a su hijo de la escuela esa tarde, lo único que escuchó el pequeño al llegar a casa fue "no busques a mamá, ella... ella no está" durante días el silencio abundó en su vida, durante semanas el pequeño se sentaba durante horas enfrente de la puerta esperando a que esta se abriera y ver a su madre, pero eso jamás pasó, se rindió después de un mes, aunque a veces aún se sienta en las escaleras a observar la puerta con una pequeña ilusión de escuchar la voz de su madre otra vez, pero esto nunca ocurre.
Después de unos minutos llegaron a la escuela; su padre sacó una mochila azul decorada con estrellas plateadas de la cajuela y se la dio a su pequeño.
-Ten un excelente día winter, hoy no te podré dar beso de despedida, no quiero enfermarte.
Le dio un fuerte abrazo.
-Está bien papá, nos vemos al rato- dijo mientras caminaba hacia la entrada de su escuela y se despedía con la mano.
Su padre se marcho y él entro a a la escuela.
Caminaba por los pasillos que estaban llenos de dibujos de todos los estudiantes de la primaria.
Felix solía ser un niño callado y no tenía amigo como tal, solía hablase con todos sus compañeros y con algunos chicos de otros salones, pero no por voluntad propia, sino porque los demás lo buscaban a él, esto no le incomodaba del todo pero prefería mil veces más su soledad, sus pensamientos, sus ideas, su compañía.
Pero esto cambió por completo cuando sintió un brazo que apoyaba por toda su espalda y una pequeña mano que se recargaba en su hombro.
-Hola Felix- dijo Christopher.
-Chris... ¿ahora estudiamos juntos?
-Al menos en la misma escuela, sí, o, ¿en que salón estás?
-Mariposas.
-Genial, yo también, mi hermana está en el salón orugas.
-Supongo que está bien, ¿Dónde está ella?
-Una maestra la llevo a su salón, e iban a hacer lo mismo conmigo, pero luego te vi y prefiero que tú me muestres la escuela.
-Bien, por acá está nuestro salón.
Lo chicos ingresaron a un salón de color azul decorado con mariposas de distintos colores, Felix no solía ser fan de las mariposas, pero al parecer Chris sí.
-Son hermosas.
-¿Qué?
-Las mariposas, siempre he tenido una gran admiración por ellas, tengo libros en mi casa que hablan sobre ellas, aún no los he leído del todo, mamá no me deja tocarlos, pero cuando ella no está suelo leerlos, son fascinantes.
-Supongo que sí.
La maestra presentó a Christopher y le pidió que se sentara donde quisiera, sin pensarlo camino a la mesa del fondo donde solo se encontraba Felix. Sí bien a Felix le hablaban todos, también solían respetar su espacio personal y nadie se sentaba junto a él, porque así él lo había pedido.
-Felix- hablo la maestra- ¿está bien si el se sienta contigo?
-Sí maestra, él es mi amigo.
La mirada de todos representaba confusión absoluta y los ojos de todos se posaron sobre de ellos.
-Entonces... supongo que está bien. Empecemos la clase abrazando a 5 personas.
Después de los abrazos todos se sentaron y el resto de las clases se pasaron como agua y Chris y Felix no pararon de hablar, pero después llego el recreo y todos salieron; Felix Y Chris buescaron a Hannah, ella estaba acompañada de un chico.
-Hermanita.
-Hermanito.
-Ay hola Felix.
-Hola Hannah.
hubo un pequeño silencio entre los chicos.
-¿Y él es...?- pregunto curioso Felix.
-Ay perdón, chicos él es...
-Jeongin- la interrumpió para presentarse.
-Y es mi nuevo amigo.
-Bien, ¿comemos juntos?
-Sipi.
Los chicos buscaron en el jardín algún lugar para sentarse a comer y en contaron un bello árbol que quedaba en una de las esquinas de patio, por alguna razón en esa zona no se juntaba nadie, así que a ellos les quedó excelente.
Los niños se sentaron a platicar un rato, mientras comían sus almuerzos.
-¿Entonces ahora somos amigos?- preguntó Chris.
-Claro que lo somos- le contestó Felix.
-Mamá siempre me dice que los amigos se ponen un apodo- dijo Jeongin.
-Si, si, hay que ponernos un apodo- dijo Hannah con estudiamos- tú serás I.N Por las ultimas dos letras de tu nombre- le dijo a Jeongin.
-Entonces tú serás Nana, por Hannah.
-Tú Lix o Estrellitas por todas las pecas qué hay en tu cara- le dijo Christopher a Félix.
-Genial, amo las estrellas... tú serás Chris...
-No, no Estrellitas, eso es muy simple y por lo general me llaman a así, dime otro apodo.
Felix hizo una mueca apretando sus labios y lo pensó unos segundos.
-Entonces... Butterfly, está bien?
-Me fascina.
-¿Butterfly?- preguntó I.N
-Mariposa en inglés- le contestó Nana.
-Ah! Perdón, yo no sé inglés.
-Nosotros sí- dijo Christopher refiriéndose a su hermana y a él- es nuestra legua natal.
-¿De donde son?- dijo I.N
-Australia.
-¿De verdad? Yo también- dijo con emoción Felix.
-Genial, entonces seremos aussies brothers.
Christopher terminó de hablar y el timbre del recreo sonó, cada uno de despidió con una gran sonrisa y fueron hacia sus salones.
<3
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Entre gotas y lágrimas
FanfictionFelix no sabía si eran sus lágrimas o la lluvia que se resbalaba por sus mejillas, pero de algo podía estar seguro, Chris no era el único que odiaba sus pecas, también él y todo lo que representaban, las odiaba tanto, sólo quería arrancarlas de su c...