Felix Camino hasta su primer salón, en su primera hora tenía matemáticas, estaba dudoso en entrar o no, pero debía hacerlo, una vez adentro tomo haciendo en los lugares de hasta tras en un esquina.
Estaba tranquilo, en su mundo, para no pensar en nada más, cuando de repente un chico alto, de cabello negro, piel pálida y con hermosas facciones, le hablo.
-Disculpa, tienes un lápiz que nos prestes, a mí y a mi amigo- señaló a otro chico que le sonrió, tenía una sonrisa encantadora.
-Claro- sacó dos lápices extras de su mochila y se los entregó.
Esa pequeña conversación puso al corazón de Felix a latir mil por hora y no sabía si era porque dos personas le habían hablo o porque el chico que le pidió los lápices era realmente bello.
Conforme fueron pasando las clases noto que estos dos chicos se seguían sentando junto a él, y fue más grande su sorpresa cuando uno de ellos le pasó una pequeña hoja de papel doblada.
Lix la abrió cuidadosamente y notó que tenía algo escrito "soy Hyunjin, ¿y tú?" Sus mejillas se ruborizaron, estaba tímido por lo sucedió y también tenía miedo que su profesora de química notara que alguien le había pasado una nota, pero aún así la contestó
-Qué hermoso nombre, soy Félix, puedes llámeme Lix.
-También es un bello nombre, pero te dire pequeño, eres muy bajito.
-No lo soy.
-Sí, sí lo eres y también eres muy tierno y bonito me dan ganas de abrazarte.
Felix sintió cómo su corazón latía a mil por hora, sus mejillas ardían, comenzó a sudar y ya no supo que contestar así que sólo guardo la nota y espero aquel timbre de recreo sonara para ver a Chris.
Felix salió del salón de clases y no vio a Chris por ningún lado, se quedó parado a esperarlo unos segundos cuando sintió que una mano toco su hombro.
-Oye- habló Hyunjin- ¿te molesto lo que dije?
Felix se quedo atónito.
-No te llamare así si no quieres, lo siento.
-No, no, no fue así, solo... ya no supe que contestar, pero supongo que... está bien?
-Felix- escucho a una voz agitada por detrás.
Volteo, era Christopher.
-Perdón, tuve que ir a dirección para pedir tu horario y luego preguntar dónde estaba tu salón de química, pero ya estoy aquí, solo dame un segundo, corrí demasiado- recargó su peso en sus piernas inclinándose un poco y comenzó a respirar un poco agitado.
-Bueno pequeño- hablo Hyunjin- nos vemos.
El joven se marchó y Christopher lo miró sorprendido.
-¿Pequeño? ¿Es un nuevo amigo?
-No, no, no lo es, sólo es alguien que me hablo durante clases.
-Está bien, no te preocupes Lix, yo... hoy conocí a dos chicos nuevos, ven, nos están esperando.
Chris y Félix caminaron hasta llegar a los jardines, ahí dos chicos se encontraban, uno escribía en su libreta mientras el otro trataba de hacer una melodía.
-Chicos- les llamo la atención Chris- el es Félix, mi mejor amigo, Félix, él es Changbin y el es Han.
-Mucho gusto- dijo Lix.
-Igualmente- le contestó Changbin.
El receso pasó, Han, Changbin y Chris pasaron el rato hablamos entre ellos, la música era su tema central, Lix por otro lado sólo se resignó a escucharles, no sé sentía incómodo, pero tampoco cómodo, era extraña y nueva esa sensación.
Cada cual a su salón y continuar con sus clases, las siguientes horas fueron tediosas, escuchar una y otra vez a sus compañeros presentarse con diferentes profesores era aburrido.
El fin de la escuela llegó, Chris y Félix regresaron juntos a casa, pero Chris sólo hablaba de sus nuevos amigos y de sus clases, era tanta su emoción que no dejaba que su amigo hablara de algo.
Al llegar a su casa se recostó en sus cama mientras escuchaba música, ese día había sido disgustoso, se sintió ignorado por su mejor amigo, pero a la vez incluido, sabía que eso no había sido a posta, pero aún así no podía evitar sentirse mal y se sentía extraño al pensar en Hyunjin y todo lo que pasó con él.
Ese día no había sido bueno, pero igual no importaba, al día ya no le quedaban muchas horas.
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Entre gotas y lágrimas
FanfictionFelix no sabía si eran sus lágrimas o la lluvia que se resbalaba por sus mejillas, pero de algo podía estar seguro, Chris no era el único que odiaba sus pecas, también él y todo lo que representaban, las odiaba tanto, sólo quería arrancarlas de su c...