Las cosas que olvidé

323 19 7
                                    

-Bueno, probablemente si no la trataras como a tu abuela, la chica estaría más interesada en ti, no lo crees, Ranma?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Bueno, probablemente si no la trataras como a tu abuela, la chica estaría más interesada en ti, no lo crees, Ranma?

- No la trato como a mi abuela, no digas estupideces. Sólo no quería incomodarla. Y además está todo lo que pasó antes con ya sabes quien.

-Ranma, tienes que superar a Yuri. No importa lo que creas, no fue tu culpa. Ella estaba enferma y tomó una decisión. Una mala, de hecho, pero en definitiva no fue tu culpa.-Concluye Ryoga
.
.
.

Ranma está molesto. También yo estoy molesta. Yo sabía que era un imbécil tirano, pero ahora compruebo que es además un mujeriego y un descarado.

-Qué diablos fue eso, Akane?

-Suéltame de una vez, me estás lastimando, Ranma.

Espera un segundo, acabas de llamarme por mi nombre?. Bueno, supongo que es normal después de lo que pasó entre nosotros.

- No puedes hablarme de esa manera enfrente de los demás.

- Que me sueltes, bruto.

Estamos en el descanso de las escaleras de emergencias. Normalmente los empleados vienen aquí por dos razones:ellos vienen a fumar o a besarse sin que nadie los vea.

Debo ser la primera chica que viene aquí a discutir con su jefe.

- No puedes hablarme así- él dice y justo después me suelta.

Mi mano se estrella de inmediato en su mejilla derecha.

-Y tú no puedes halarme como si fuera una maleta, ni tronar los dedos,-Grito imitando el gesto que hizo él minutos antes- Soy tú asistente no un perro en entrenamiento, maldita sea!

Mentiría si digo que no me arrepentí de darle esa cachetada. Aunque no me arrepiento de decir lo que dije. Ranma toca su mentón y luego su mejilla enrojecida.

Él sonríe. No tengo ganas de saber la razón así que solo retrocedo e intento llegar a la puerta que conecta el pasillo con las escaleras. Mi instinto me dice que es hora de huir.

-Bien, entendido. No volveré a hacerlo.

En un segundo recorta la distancia que nos separa. Su brazo izquierdo me bloquea el escape hacia la puerta. Estoy arrinconada entre su cuerpo y la pared.

- Ya que estamos dejando las cosas en claro:No vuelvas a pegarme.

- Te lo merecías y lo sabes.

Tengo la vista concentrada en el espacio abierto de su camisa porque no quiero verlo a los ojos. Sé que si lo hago estaré en problemas.

Un recuerdo de la noche de la despedida, me golpea igual que un rayo.

-Quieres besarme, Ranma?-estoy demasiado cerca de él

Una extraña manera de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora