-Buenos días, doctor
-Buenos días, señoritas-respondió Ryoga al grupo de enfermeras que lo saludaban sonrientes.
Usando solamente su camisa blanca, sin el saco ni la corbata habitual, y llevando en su mano derecha una bata de médico, Ryoga logró infiltrarse en el hospital.
-Es muy guapo, sabes quién es?
-Debe ser del ala Oeste, los más atractivos están allá
-Es verdad, el ala sur está llena de médicos cascarrabias y dinosaurios
-Ojala se quede!- las escuchó cuchichear, mientras él entraba a la habitación 323.Desde que lo llamaron para avisar que la señora Saotome había despertado, algo le pareció extraño.
Llegó al hospital esa mañana sin presentarse con el médico a cargo ni anunciar su llegada. Se coló entre los pasillos y se detuvo frente a la puerta de la misma habitación a la que ahora estaba entrando.
Vio como Yuri hablaba por teléfono, dando vueltas alrededor de la habitación, gesticulando con las manos y dando golpes a la cama.
Puede alguien que acaba de despertar de un coma de años estar en tan buen dominio de su cuerpo?
No era experto, pero sabía que, como mínimo, la chica debería tomar algún tipo de fisioterapia antes de ser capaz de hacer todo eso.
Cuando Ranma lo llamó y le contó que estaban detenidos, corrió para contarle sus sospechas. Quería mostrarle que algo andaba mal, pero Ranma ni siquiera quiso escucharlo y se negó a ir con él al hospital.
Joder. Por qué nunca lo escucha?
-Buenos días, como se siente hoy señora Saotome-saludó a la pelinegra
La mujer le dió una mirada breve y despectiva.
Bingo.
Yuri y Ryoga solo se habían visto brevemente durante la ceremonia de boda.
Después de eso nunca más se habían cruzado. De modo que la chica no lo recordaba.
-Quién es usted y qué quiere, dije muy claramente que solo quiero ver a mi esposo!-gritó poniéndose a la defensiva
-Tranquila, es solo una visita de rutina-dijo poniéndose la bata blanca que llevaba en la mano.-Veamos qué tal están sus reflejos, señora Saotome
Aunque seas muy astuta, no puedes engañar a un abogado como yo.
Sé que estás mintiendo y voy a demostrarlo.
.
.
.-Quédate conmigo esta noche, Ranma-la voz de Akane suena normal por primera vez hoy
-Qué?...- dudo antes de caer en un incómodo malentendido- Ah, entiendo, te da miedo la tormenta, no es así?
-No.
Siempre hablas tanto, por qué justo hoy te da por usar monosílabos, Akane.?
-No le temo a la tormenta, yo solo...-Ella suspira tan profundamente que creo que se llevó todo el aire de la sala-No me obligues a repetirlo, Ranma.
-Es solo que, no sé si entendí lo que quieres decir- respondo dando un paso más hacia ella.
Un relámpago vuelve a iluminar el lugar. Solo una fracción de luz se cuela por el cristal de mi ventana, pero me es suficiente para atrapar el rostro avergonzado de Akane.
Una imagen por demás hermosa. Ella, es la única mujer que despierta todos mis instintos a la vez.
Quiero protegerla de cualquier cosa, incluido yo. Y aunque la deseo como nunca antes desee a una mujer, estaba dispuesto a marcharme hasta que ella me pidió lo contrario.
Termino la poca distancia que nos separaba y extiendo mi mano hasta rosar sus dedos. Realmente, no quiero arruinar este momento.
-Akane, si tomo tu mano ahora ya nunca más la soltaré.
.
.
.Despierto en medio de la enorme cama. Las sábanas están revueltas, igual que mi cabello. Mis mejillas se enrojecen al recordar la noche anterior mientras me abrazó a la almohada. Mi cuerpo de hoy no sé siente igual al de ayer. Y aunque me muero de vergüenza me levanto envuelta en una de las sábanas.
No sé dónde ha ido a dar mi ropa.
No sé qué pasará cuando termine el juicio por lesiones contra Kodachi.
No sé qué piensa Ranma de mí en este momento.
Solo sé que nunca antes me habia sentido así
Me acerco a la ventana y contemplo el hermoso amanecer.
Anoche los relámpagos llenaban el paisaje y hoy el sol se levanta majestuoso en el horizonte.
Y yo me siento igual. Anoche mi corazón estaba tan turbulento como el clima y hoy se siente tan brillante como está mañana.
Yo no creo poder dejar a Ranma.
-Te gusta lo que ves Tendo?
Ranma se acercó a mí sin que lo note y me abraza por la espalda, recostando su barbilla en mi hombro.
-Cómo puedes llamarme Tendo justo hoy?-digo aferrándome a la sábana que me cubre el cuerpo.
-Cómo puedes cubrirte tanto justo hoy?-me responde él intentando sacarme de la prisión de tela que me envuelve
-Eres un tonto, Ranma!
Él ríe de buena gana un rato y luego se marcha para comprar café, porque no es capaz de vivir sin beberlo.
Después de despedirlo en la entrada, voy al baño y me quedo mirando mi reflejo unos segundos. No puedo evitar sonreír. Siempre quise usar la camisa roja de Ranma.
El timbre suena y recorro todo el camino hasta la entrada con una sonrisa que pierdo tan pronto como abro la puerta.
No la conozco pero algo dentro de mí me dice que es ella.
De largo y brillante cabello oscuro y sobre una silla de ruedas, la mujer frente a mí me da una mirada llena de desprecio.
-Si ya has cumplido con tu "trabajo", vete.
-Disculpe?- le contesto sin abrir del todo la puerta
-No finjas que no me comprendes - ella avanza en la silla de ruedas y termina en medio de la sala.
Es una mujer muy bella físicamente, eso no se puede negar.
Un segundo, no es momento de dejar salir a flote tus inseguridades, Akane Tendo!
De acuerdo, ella es su esposa, es hermosa y su cabello es tan perfecto que me incómoda.
Y yo, pues es que yo.
No me importa. Ya no me importa nada. Ranma me quiere y yo a él.
-Por qué sigues ahí parada? necesitas que te pague por complacer a mi marido?
Ok, no me importa si está en silla de ruedas, voy a matar a esta bruja.
*Nota de la autora
No se crean si había escrito la primera noche de estos dos juntos pero cuando busqué el documento en el que lo había escrito ya no lo encontré. (Creo que un fantasma vive en mi celular shh👁️👄👁️). Al final he creído que sería mejor dejarlo a la imaginación 🥺😬 Gracias por leer💙
ESTÁS LEYENDO
Una extraña manera de amar
Short StoryUn ceo frío y distante. Una asistente torpe. Un abogado gentil y agradable. Un sentimiento de amor no correspondido en varias direcciones.