My Habit

🦋🌹Capítulo VIII🌹🦋

- Es que...soy gay.

Anne se quedó ahí parada sin expresión alguna en su rostro, ella esperaba que su hijo fuera diferente, tuviera mujer e hijos, pero aquello ya no sería posible.

Anne, sabía que no había nada de malo en que su hijo fuera homosexual, sin duda lo apoyaría, la bella mujer se lanzó a abrazar a Harry, quien estaba en un mar de lágrimas.

-Te amo mucho hijo mío, nada cambiará para mí, pues, sigues siendo mi retoño.

El rizado esperaba todo menos eso, ante la sorpresa sollozó más hasta que sintió el dolor en su estómago de tanto llanto, durante este largo momento, la madre de Harry no lo había soltado, pero, ¿Qué pensaría Desmond?

-Solo quiero decirte algo, no le digas a tu padre aún, sabes como es. - imploró Anne.

Harry sabía que decirle a su padre significaría ser excomulgado, solo respiró profundamente dejando entrar en sus pulmones el aire de aquella tensa atmósfera para derramar la última lágrima de aquella noche y abrazar a su madre, quien había brindado todo su apoyo al temeroso rizado.

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Era un nuevo día en la ciudad y los cálidos rayos de sol se adentraban hacia la habitación de un castaño de hermosos ojos azules.

"Buenos días Hazz." envío a su querido rizado y procedió a levantarse para ir a la universidad.

Louis encendió su teléfono y buscó en spotify uno de sus álbumes favoritos "Prism" y empezó a sonar "Roar", una canción que era perfecta para preparar el desayuno.

Pasada una hora el ojiazul estaba listo para salir de casa, se detuvo unos segundos a ver su teléfono.

"Buen día Lou, que te vaya bien en la universidad, te quiero" Leyó Louis del chat del rizado, quien había contestado a su mensaje.

"También te quiero" contestó y se fue hacia la salida, no sin antes apreciar aquella primera selfie.

"Dios mío, me voy a morir aquí" pensaba Louis con frustración al no comprender nada sobre el nuevo tema del día.

Pasaron aquellas eternas horas y por fin era momento de ir a la cafetería para ver al rizado.

Louis se sentó en la mesa a esperar a que llegara su rizado, al verlo pasar a través de la puerta una gran sonrisa se pintó en su rostro, el castaño se levantó de su silla para saludarlo con un tierno beso en la mejilla del rizado, quien se veía sumamente alegre.

-Hola Hazz, ¿cómo te fue en la escuela? te veo muy feliz. - Indagó Louis.

- Hola Lou. - Saludó mientras lo abrazaba por el cuello y devolvía el beso en su mejilla. - El día estuvo genial, pero ven te cuento lo que sucedió anoche...

- ¡¿En serio?! No puedo creer que tu madre hizo eso, estoy muy feliz. -Decía Louis de manera alegre ante la historia de su rizado. - Pero ¿Y tu padre?

-Bueno, con él no tengo posibilidad de hablar del tema, me excomulgaría. -Decía Harry mientras se reía de forma fingida.

Estaba atardeciendo y ambos chicos iban caminando juntos abrazados en un largo, pero no incómodo silencio hasta que Harry rompió con este.

-En cinco días cumplo años. No sé si quieras venir a mi casa, igual vendrán otros amigos así que no pasa nada, pues, si quieres. - Propuso nervioso el rizado.

-Pero Hazz, como me lo vas a decir hasta hoy, claro que quiero ir, aunque creo que no me será posible, tengo algunas pruebas en esa semana. - Se excusó el castaño.