Homo con h de hacer cosas sin consentimiento está mal

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Stan se levantó demasiado temprano como para ser él en un sábado, cepilló sus dientes y peinó su pelo con sus manos mientras bajaba las escaleras hasta la cocina, subió las mangas de su polera de dormir y sacó un sartén y aceite. Media hora después, subía nuevamente las escaleras, teniendo especial cuidado con cada paso que daba al subirlas pues sería horrible que el desayuno improvisado que había armado quedara desparramado por el suelo. Era temprano, pero no tanto pues sus padres ya se habían ido, suponía que hace ya unas horas pues cuando quiso hacer café el agua del hervidor estaba helada. En la casa solo estaba Shelley, Kenny, y él. Fue toda una sorpresa cuando a las tres de la madrugada Kenny había empezado a arrojar piedritas a su ventana para despertalo y seguidamente pedirle quedarse esa noche.

Abrió la puerta de su habitación y la cerró con su pie, poniendo la bandeja de madera en el velador. Stan se sentó en la cama sin hacer ni el más mínimo ruido, inclina su cabeza y logra ver el rostro rostro calmado de Kenny, quien dormía plácidamente con las mantas llevándole hasta el cuello, hecho un ovillo en su lugar. Se veía adorable, pensó Stan. Tomo un mechón rubio que caía sobre los ojos cerrados de Kenny y lo puso tras la oreja de este. En ese momento Stan no se reconoció; estaba sonriendo mientras lo miraba dormir y todo su interior se retorcía, creando las ya tan conocidas ganas de vomitar se presentaban. Pensó vagamente en Kenny, en como desde pequeños fueron amigos, compartiendo pequeños momentos donde ni Kyle o Cartman estaban cerca. Siempre estuvieron juntos, pero, de igual forma, alejados, y ahora, los sentimientos de Stan lo enfocaban. Cuando vuelve a la realidad, su rostro está a sentimientos del de Kenny aún dormido, se espanta, más no se aleja. Mira los ojos cerrados de Kenny, queriendo ver el celeste en estos. Su corazón se acelera, su rostro se calienta y su estómago se retuerce. Una parte de él sabe que esto está mal, él está traicionando la confianza de Kenny, quien puede ahora dormir pacíficamente sabiendo que está en su compañía, pero aun sabiendo eso Stan estaba a punto de convenir esa confianza en la boca ya usada de una muñeca inflable si continuaba.

¿Existía la posibilidad de que Kenny se enterara? ¿De qué justo despertara cuando lo besara? ¿De qué le vomitara encima por sus nervios y que despertara? Stan no pensó mucho en las probabilidad y tan sólo lo hizo, cerrando sus ojos, no sería una traición si lo lo veía. Da un rápido beso y tras unos instantes se separa de golpe cuando Kenny gruñe bajito. Ve con asombro y alivio como Kenny seguía dormido, solo se había removido y habla suspirado.

- Mng... m-mierda. - susurró para sí mismo y se fue a sentar a la silla frente a su escritorio.

Cruzó sus brazos sobre el mueble y ocultó su cabeza entre ellos. La realidad y lo atroz de sus actos le cayeron como un balde de agua fría; había besado a Kenny sin el consentimiento de este. ¡Era una persona horrible! ¡Su madre no le había dado una excelente crianza durante 14 años para que él venga a hacer esa estupidez!. Pero... se sintió satisfecho, porque pudo besarlo, cobardía, de no haberlo hecho con Kenny despierto. Alegría, porque ahora sabia lo que sentía, y culpa, porque ahora sabia lo que sentía.

- ¡Waa, buenos días, Stan!

Dio un salto en su lugar y se puso recto en su asiento, girando la cabeza hacia la cama y sonriendo sutilmente al ver a Kenny recién levantado; despeinado, desorientado, con la cara brillante por el sudor, pero sonriendo en grande mientras se estiraba.

- b-buenos días, Kenny...

- ¡¿Eso es para mí?! - gritó luego de sobarse los ojos con sus puños, viendo con ojos brillantes la bandeja con pan tostado, tocino, un vaso de jugo de piña y una taza blanca llena de café.

- Sep, me levanté antes para hacerlo para ti, anoche no te veías bien y pensé que te gustari- guardó silencio cuando escuchó un sollozo y palideció cuando vio a Kenny llorar. - ¿Qu-... Qué tienes?¡ - de levantó de la silla y fue a su cama, sentándose a la orilla y tocando preocupado el hombro de Kenny- ¿Qué pasa, Kenny?

- ¡N-nunca nadie se había preocupado tanto por mí! - responde con voz temblorosa, sorbiendo su nariz- ¿Tengo permitido ser tan feliz? ¿P-pueden pasarle tantas cosas tan maravillosas a alguien como yo?

Stan se sorprendió y bajo la mirada, sintiéndose una mierda por haberse aprovechado de Kenny. Al levantar la cabeza, notó como sus propios ojos habían comenzado a aguarse, sonrió mientras apretaba sus puños sobre sus piernas.

- ¡Claro que sí, Kenny! Mereces todas las cosas maravillosas del mundo.

Luego de que Kenny secara sus lágrimas y lo abrazara, Stan se sentó junto a este en la cama, ambos tapando solo sus piernas con las mantas y poniéndo la bandeja sobre estas.

- ¿...puedo hacerte una pregunta? - habló Stan mordiendo su pan

- ¡Claro!

- ¿Por qué... viniste anoche? No me diste muchos detalles y quiero saber si tengo que preocuparme. - explicó, bebiendo un sorbo de su café.

- Ah... - tragó el pan en su boca y tomó un poco del jugo de piña- Bueno, me sentía confundido con ciertas cosas, y pensé, "¿Quién está siempre despierto hasta la madrugada y es el mejor dando abrazos?... ¡Stan!" Y pues vine.

- Oh... - Stan rascó su nuca y desvió la mirada algo avergonzado- ¿Y sobre qué te sentías confundido?

- Nada importante la verdad... - miró hacia abajo y mordió el último trozo de pan en su mano.

Luego de eso ninguno dijo nada más por unos minutos, solo comían mientras por la ventana los rayos de sol ya se asomaban. Cuando terminaron Stan dejó la bandeja en su velador y Kenny se tomó lo ultimo de su jugo.

- Sabes... hoy tuve mi primer sueño homo. - comentó Kenny de repente, pasándole su vaso a Stan para que este lo pusiera en el velador.

- ¿Eh?

McCormick se acurrucó en la cama y se tapó hasta el cuello, soltando una pequeña risita antes de responder.

- Soñé que un príncipe me besaba. - soltó con algo de vergüenza y sonrió, sonrojándose un poco.

Stan no respondió, demasiado avergonzado para hacerlo. Luego de unos minutos los ruidos de Shelley se hicieron presentes, como ella abriendo la puerta y caminando por el pasillo, y ella gritándole a Stan que se levante de una maldita vez que es domingo y ellos tienen que lavar la ropa ese día.

- Creo que es mejor que me valla. - dijo Kenny, con una pizca de desilusión filtrándose en su voz.

- Puedes quedarte, además, es solo lavar ropa, la lavadora hace todo el trabajo. Luego podríamos ver una película

Todo el rostro de Kenny se iluminó de alegría. Por un momento, Stan estuvo seguro de que iba a abrazarlo, pero Kenny permaneció sentado, aunque parecía temblar de emoción.

- ¿En serio? ¡¿Podría?!

- Claro que sí, viejo.

Ambos se levantaron y Kenny se puso sus botas cafés, quedando así ya vestido, Stan lo hizo girarse para él cambiarse de ropa y cuando estuvieron listos, salieron y bajaron las escaleras. Shelley, que estaba comiéndose un pan con palta en la cocina no dijo nada sobre Kenny y solo mandó a Stan a juntar toda la ropa sucia y meterla en la lavadora, y ella se encargaría de colgarla luego. Stan obedeció y con ayuda de Kenny se demoró menos que las otras veces. Cuando terminaron, fueron a la sala y mientras Kenny buscaba alguna película en la televisión, Stan fue a la cocina a poner galletas en un tazón.

- ¿Encontraste algo? - preguntó Stan llegando a la sala con las galletas y dos sodas.

Y como respuesta, la televisión anunció la película que estaban a punto de dar. "El diario de Bridget Jones" comenzó a reproducirse y Kenny sacó una galleta cuando Stan se sentó a su lado.

- ¿Cómo es que ya estoy llorando? - dijo Kenny mirando la televisión.









Notas:

Mal ahí, Stan... mal ahí.

Capitulo random que se me hace lindo isbdidjk, espero les guste uwu.

Kenny es un gran amante de la saga de Bridget Jones, ¿cómo culparlo?

No homo, please [Stenny] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora