𝙿𝚘𝚜𝚎𝚜𝚒𝚟𝚘 | Jeon Jungkook y TN [Editando]

D I E Z

JUNGKOOK

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—Fue buena la pelea de hoy, tigre—palmeó mi espalda y yo lo miré mal. Estaba todo adolorido.

—¿Cuándo será la próxima? —saqué una botella de agua de la nevera.

—Tranquilo fiera, tu cuerpo tiene que descansar, recuperarse —tomó asiento en el sillón.— Si peleas de nuevo, tu cuerpo no resistirá y no podemos correr el riesgo de que termines en el hospital o algo así. Te necesito fuerte y sano.

—Bien, descansaré por unos días entonces —me tiré en el sillón.

—¿Irás a la universidad? —negué.

—Estoy todo golpeado, llamaré la atención de las personas y no quiero tener a nadie detrás mío haciendo cientos de preguntas.

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Una semana.

Una semana pasó desde que no he asistido a clases; bueno, hoy volveré. TN me ha estado llenando el celular de mensajes y yo no le he respondido ninguno, sé que cuando me vea en la universidad va a hacerme millones de preguntas o tal vez ninguna, porque yo no soy alguien importante en su vida, así que no debería preocuparse.

Tal vez le gustas y por eso no deja de enviarte mensajes.

No soy alguien bueno para ella y tú mejor que nadie sabes porque.

¿De nuevo esa historia Jeon? Ya deja el pasado atrás, eso fue hace dos años.

¿Te olvidas acaso que estuve un año y medio en la cárcel? No quiero lastimar a TN como lo hice con Jinami, no quiero volver a perder la cordura por una mujer.

A mí se me hace que ya la perdiste.

¿Argumentos?

En la inauguración del parque, la intentaste besar, solo que no tuviste los huevos para hacerlo en sus labios.

Eso fue un impulso, un error que no debió pasar.

Sí, claro. Puedes engañar a quien tú quieras Jeon, pero menos a mí que vivo dentro tuyo y veo cada cosa que piensas y también sé lo que sientes. TN está comenzando a hacerte sentir cosas de nuevo.

Pues si es así, me encargaré de destruir esas cosas.

¿Cómo?

Evitándola, alejándome lo más que pueda de ella. TN es una chica preciosa y llena de vida que merece algo mejor que una porquería como yo. Y aquí se termina todo esto.

Llegué a la universidad.

No había nadie por los pasillos, supongo que ya están todos en clases. Caminé al salón que me tocaba a mí, la primera clase era biología. Cuando llegué al lugar, todos los alumnos estaban levantados y no había ningún profesor. Todas las miradas quedaron puestas en mí, claro, cómo no si he faltado una semana entera.

Entré al lugar, sintiendo como alguien seguía mis movimientos con su mirada; sabía que era TN, pero prefería ignorarla.

—Pero miren quien volvió —comentó Taehyung. Yo me di la vuelta y lo miré arqueando una ceja.

—Pero si tenemos aquí al peleador clandestino —expuso Jimin ante todos.

Mis compañeros se quedaron sorprendidos con aquello que el enano de jardín había dicho. ¿Cómo sabe eso? Pero lo que sí, quien más desconcertada estaba, era TN.

—Tengan cuidado, no vaya ser la de malas que lo hagan enojar y nos termine golpeando a todos —bromeó Baekhyun.

—Bravo —aplaudí con sarcasmo.— Que inteligentes me salieron los niños mimados. Y sí, mejor cierren la boca, no vaya ser la de malas que les rompa la nariz o algo más.

Me di la vuelta y salí del salón, no tenía para nada ganas de oir las estupideces de esos idiotas, no sé cómo saben que lucho en peleas clandestinas, aunque tampoco me importa mucho.

Fui a la biblioteca y justo detrás de mí, oí como alguien más entraba, no miré quién era. Seguí con mi camino hasta llegar a alguno de los estantes para buscar algo interesante que leer, pero antes de poder tocar algún libro, alguien me tomó del brazo haciéndome girar. TN, ella estaba frente a mi con una cara de disgusto mezclado con enfado.

—¿Peleas clandestinas? —indagó con indignación.— Por eso no venías a clases y mucho menos me respondías los mensajes.

—TN, cierra la boca y vete —continué con lo mío, hasta que sentí como golpeó mi brazo. Tenía fuerza la niña.

—¿Cómo puedes pedirme eso, eh? ¿Qué acaso no mides las consecuencias de tus actos? Jungkook te pueden hacer mucho daño en esas peleas —su voz sonaba preocupada.

Ves, te dije que le importabas a la chica.

—Pero como ves estoy bien —respondí despreocupado y a ella pareció no gustarle.

—De suerte estás bien. ¿Pero quién te garantiza que en la próxima pelea no te toque alguien que te mate? —cuestionó cruzándose de brazos.

—¿Por qué te importa tanto lo que me pase? Al fin y al cabo quien se va a morir soy yo y no tú.

—¡Porque me importas, idiota! —soltó de la nada y yo arqueé una ceja.— Digo...y-yo...

Intentó arreglar lo que dijo, pero no sabía cómo. Sonreí de lado y la acorrale contra el estante, por alguna razón, verla así, como un corderito en apuros, me gustaba y mucho. Sus ojos se movían con desesperación y miedo, su cuerpo temblaba. Podía sentir como su respiración iba a una velocidad para nada normal.

Acerqué mi cara a la de ella, rompiendo su espacio personal, rocé mi nariz con la suya e hice lo mismo con nuestros labios, me separé solo un poco para mirarla a los ojos, pero ella los tenía puestos en mi boca.

—¿Quieres que lo haga? —murmuré muy cerca de sus rosados labios. Ella los mojó e hizo contacto visual conmigo.

—S-Sí.

—Repite lo que dijiste antes. Dime y te besaré como jamás en tu vida lo han hecho —me acerqué a su oído.— Solo necesito que repitas tus palabras anteriores.

—Dije...que me importas —repitió con un nerviosismo máximo.

Toqué su mejilla con mi mano, acaricié con mi pulgar su mejilla y luego lentamente me apoderé de esos labios suaves y tan apetecibles. El beso era largo, delicado, con un ligero toque apasionado y sensual. Una de sus manos apretaron mi nuca, buscando más profundidad, como si quisiera que nunca se acabará ese momento.

Fui separando poco a poco nuestros labios, hasta sonar un chasquido al final de todo.

—Por favor.... —solicitó agitada—, no vuelvas a pelear.

—No p... —me interrumpió.

Su boca atrapó nuevamente la mía, me quedé sorprendido, porque no creí que eso pudiera pasar, pero tampoco me quejé, mucho menos me separé. Sus labios me gustaban, ese dulce sabor que tenían los hacía aún más deliciosos.

TN, no quería sentir nada por ti, pero lo tuviste que joder todo.

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                       —ᴇᴛᴇʀɴɪᴛᴇʟʏ