Extra 4

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¡1M!

Muchas gracias por el apoyo que le han dado a esta historia, a pesar de que tenga muchas faltas ortográficas, las cuales pronto voy a arreglar.

Ily <3

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Llegué por fin a casa luego de un largo día en el hospital, fueron demasiadas operaciones y pacientes exigiendo su alta sin estar bien. Agradecía tener a Yoongi junto a mí, así cada vez que perdía la paciencia, él estaba ahí para darme un golpe y volver a la realidad.

Al entrar a casa un silencio enorme me recibió, ya pasaba de media noche, Wendy debe de estar en su sueño más profundo al igual que Jungkook. O eso creí, hasta que mi esposo salió de la cocina con una cara de muy pocos amigos.

Las cosas no han estado bien entre nosotros, después de que SunHe estuvo aquí, todo se volvió tenso, aún me es difícil darle un voto de confianza a esa mujer, sé que quiere algo más con él y tengo miedo de que lo consiga. Me parezco a Jungkook hace años, llena de inseguridades y con miedo a perderlo.

—Llegaste —pronuncia con tranquilidad.

Yo solo asentí, me quité mi abrigo y lo colgué sobre el perchero, estaba muerta.

—¿Y Wendy?.

—Le pedí a Iseul que se la llevará con ella —fruncí el ceño— Tenemos que hablar TN.

—Estoy cansada.

Subí las escaleras con él detrás mío, no quería hablar, así de cansada como estaba tenía miedo de perder los estribos y terminar gritándole cosas de las que luego podría arrepentirme.

—No me ignores —demandó.

—Estoy cansada, Jungkook —repetí con pesar.

—Yo también estoy cansado, tuve un día muy ajetreado y aún así estoy aquí pidiéndote que tratemos de comportarnos como dos adultos maduros.

—¿Me estás diciendo inmadura? —me giré para enfrentarlo.

—A veces si lo eres.

Apreté los puños;—Quizá SunHe pueda ser más madura que yo.

—¡Ahí está! —indicó— Otra vez SunHe presente. Estás traumada con ella, no entiendes que solo es mi secretaria y que entre nosotros no hay nada más allá de lo laboral.

—¡Ay por favor! —bufé riendo— Jungkook estás ciego, date cuenta que esa mujer quiere meterse en tus pantalones.

—Lo sé, pero no se lo voy a permitir —declaró— Además, si nos estamos quejando, entonces ya también debo quejarme de la confianza que le das a ese doctor.

—¿Estás celoso del director del hospital? —lo miré incrédula.

El doctor Patrick Williams era el director del hospital donde yo ejercía mi trabajo como doctora junto a Yoongi. Nos llevábamos bien, es un hombre joven y atractivo, no tengo porque negarlo, pero no lo veía más que como un buen amigo o compañero de trabajo, porque a pesar de su puesto superior al nuestro, él se comportaba como uno más.

Varias veces se ofreció a traerme a casa cuando la porquería de auto que tengo se volvía loco y no quería funcionar. Pero claramente Jungkook se está haciendo demasiadas ideas que no son ciertas.

—Tú estás celosa de mi secretaria, así que yo también tengo derecho de estarlo —impuso.

—Él señor Williams y yo solo somos compañeros, entre nosotros si que no hay nada más allá de lo laboral —me crucé de brazos— ¿O alguna vez oíste que nos llamemos por nuestros nombres? —se quedó callado, con la respiración lenta y los ojos furiosos— Me lo imaginaba —reí.

—Yo sé que ese tipo tiene otras intenciones contigo —masculló entre dientes.

—Sigue haciéndote ideas solo, yo no pienso oírte.

Ahora tenía un grandísimo dolor de cabeza por culpa de Jeon, sé que es injusto que yo le reclamé cosas y que él no pueda hacer lo mismo, pero ambas situaciones son muy distintas, por ejemplo: yo jamás traje al director del hospital a la casa.

Probé la temperatura de la ducha, necesitaba un buen baño caliente y relajante, tenía que quitarme tanta tensión de encima. Me despoje primero de los zapatos, bajé el cierre de mi vestido y dejé que cayera al suelo, desabroché mi sostén y por último me bajé las bragas.

Me metí debajo de la ducha, dejando que el agua se llevará todo y me hiciera olvidar lo ocurrido hace instantes. Escucho la puerta del baño siendo abierta, las puertas de la ducha eran de vidrio, el vapor lo empañó, pero aún si podía ver como Jungkook se desnudaba.

¡Bendito sea el dios que creó a ese hombre!.

Se supone que estamos enojadas.

El enojo te lo puedes meter por donde no te da el sol.

¡Anastasia!.

La puerta se corrió y él ingresó, traté de hacer fuerza para no darme vuelta y saltar encima suyo, pero él no iba a colaborar para que yo no colapsara. Sentí su cuerpo pegándose en mi espalda, sus manos en mi cintura y sus labios suaves en mi cuello.

Me quemaba su cercanía, así como me quemaba resistirme a lo que yo también deseaba. Me di la vuelta, pero no lo dejé hablar, lo besé, devoré sus labios como solo yo puedo hacer, porque son míos, así como cada minúscula molécula de su cuerpo.

¿Qué el posesivo no era él?.

Apretó mis nalgas soltando un gruñido, me levantó haciendo que enredará mis piernas alrededor suyo, podía sentir su miembro erecto tocando mi intimidad, estaba muy mojada y no era por el agua.

—Eres la única mujer que deseo —jadeó sobre mis labios— Deja de creer que otra puede calentarme como tú lo haces.

Se metió dentro mío en un solo movimiento, gemí con fuerza y me aferré a su espalda dejando marcadas mis uñas en su piel. Sus embestidas voraces hicieron que mi espalda terminase contra la pared. Jungkook no se detenía, entraba y salía sacándome los gemidos más fuertes, como solo él podía.

Suerte que Wendy no está aquí, pobre niña, quedaría traumada para toda su existencia por tus gritos de gata en celo.

Busqué sus labios hasta encontrarlos, volvimos a besarnos con pasión, con más necesidad del otro. La presión en mi vientre bajo no se hizo esperar, trate de aguantar lo más que pude, pero exploté en cuestión de segundos, volviéndome una gelatina que se derretía en sus brazos. Jeon me bajó para después estimular su miembro y liberarse al igual que yo.

—Mi bonita —musitó con ternura, mientras sujetaba mis mejillas— Nunca dudes de que soy solo tuyo.

—Perdón por ser tan...estúpida —me abracé a su cintura y apoyé mi rostro en su pecho.

—Me recuerdas a mí —admitió riendo— ¿En qué momento los roles cambiaron?.

—No lo sé —reí— Tal vez lo bipolar si sea contagioso.

Me dio una fuerte nalgada, quise quejarme, pero fue tan rápido que atrapó mis labios haciéndome callar.

—Te amo, bonita.

𝙿𝚘𝚜𝚎𝚜𝚒𝚟𝚘 | Jeon Jungkook y TN  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora