HORNY

Capítulo 3

—Ahh! Er~gege mgh~ se más s..suave—pidió entre gemidos, agarrándose como podía contra las fisuras del muro.

—Mn.

Respondió roncamente, sin detener el movimiento de pelvis, aumentando los movimientos, ejerciendo con más energía, y brutalidad placentera

—Lección.

—Ah! mgh ha~ y..ya aprendí, no volveré a hacerlo, mm ha~—pasa saliva por su garganta, jadeando.

Gimiendo bullosamente mientras era penetrado por su amado Alfa entre la fisura que hay en el muro, del cuál se encuentra atrapado.

Sintiendo su mente empezar a nublarse por el conocido cosquilleo en la parte baja de su vientre, trata de recordar lo sucedido en escenas antes, en la hora de la mañana.

Pasado el tiempo de celo, el joven y sensual Omega convivía bajo el mismo lugar que su pareja, pasando los días y noches con él.

Transcurriendo así un mes, en el cuál sucedieron un par de cosas. Entre ellas estaba el asunto de su futura boda, donde el tío Jiang se sorprendió ante este repentino evento, más lo acepto. Siempre que fuera lo que deseara.

Aún se comunica con sus hermanos mediante cartas.

También, se extendió la noticia de que el justo y respetado Alfa Lan WangJi, poseía pareja. Y nada más ni nada menos que el risueño y travieso Omega, Wei WuXian. Qué incluso ya lo había reclamado como suyo. Sorprendiendo el asunto de que hubieran tenido intimidad antes del matrimonio. Más que todo, porque éste era perteneciente a la Secta GusuLan, dónde poseen más de tres mil reglas.

Aunque, después se enteraron de que contraeran matrimonio. Y que esto era aceptado completamente por la secta Yumeng Jiang, así que simplemente comentan brevemente sobre esto antes de continúar con otros asuntos y chismes.

Para la pareja no era de importancia lo que mencionen de ellos, después de todo, el que estén juntos era más que suficiente, son felices. Poder hablar sobre cualquier asunto, y no aburrirse incluso si quién soltaba más palabras era el joven Omega, eso no quitaba la atención presente de su Alfa, que aportaba una que otra frase a la conversación.

Disfrutan sentir el calor del cuerpo contrario, el aróma que enmanan sus ferómonas y cómo se entrelazan entre sí. Cómo sus cuerpos se acoplan a la perfección, el poder irse a dormir viendo el rostro de la persona que aman; tenerla en sus brazos, y que al amanecer, cuándo despierten, lo primero que vean sea al otro. Era una agradable sensación de confortabilidad y felicidad.