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[Omnisciente]
Ella bajaba de la manera más sexual y fina las escaleras, una suave sonrisa descansaba en sus labios rojizos.
Varias miradas se posaron en sus curvas, pero una de todas esas miradas era más fuerte que todas, unos ojos azules, más oscuro de lo normal la miraban con ensoñación.
Chris Evans, era su chófer, pero cuando nadie los veía, y solo estaban ellos demostraban su amor por el otro, de la manera más placentera de todas.
Ella dirige sus ojos hasta dar con el hombre de sus sueños, aquel que la hizo mujer, ella sonríe coqueta y continua si trayecto hasta llegar al gran trono, al lado de sus padres.
Chris sola la miraba con una sonrisa, solo deseaba volver a estar con su amada, olvidar a todos, y hacerla su dama.
- Gracias a todos por estar acá - habla la reina - Queremos celebrar a todos aquellos guerreros que fueron a defender nuestro reino.
- El rey y la reina están sumamente agradecido con dichosos guerreros - habla la princesa, quien no despega su mirada de Chris - Esperamos que vuelvan en una sola pieza, y tengamos la paz del reino.
- Comencemos nuestra velada - habla el Rey, todos comienzan a bailar o comer, otros hablaban y juzgaban a los demás.
- Padre, Madre - la princesa gira para quedar cara a cara con sus padres - Tengo unos pendientes, quisieras resolverlos ahora mismo, si no es molestia claro.
- ¿Con quién irás, cielo? - pregunta su madre tomando asiento en el trono.
- Iré sola, o si quieren que alguien esté a mi lado, el Señor Evans me escoltara a mi destino - habla ella, sus padres se miran entre si y luego regresan su vista a su hija.
- Está bien, no vuelvas tarde, tenemos un asustó importante - habla su padre, ella asiente y sale en busca de su chófer.
- Señor Evans - habla ella con un toque sensual, Chris sonríe y gira para verla - Necesito que me lleve hacer un asunto pendiente con usted.
- Está bien, sígame - habla Chris, y entrelaza su brazo con el de la princesa - ¿A dónde iremos?
- A donde digas - habla divertida, ambos suben al auto, y toman camino lejos del castillo, y un poco más allá del pueblo.
Al llegar Chris abre la puerta, y pueden entrar al lugar donde más de una vez han estado juntos.
Ella inclina un poco su cabeza a un lado, para darle más espacio a su amado quien comenzó a besar suave su cuello, podía sentir su barba contra su piel suave y caliente.
