Mouth of the devil

Capitulo 8

Condujo en silencio hasta aquel edificio departamental donde residían, por el retrovisor podía observar a su hermana y a su esposo murmurando cosas, cosas que quería saber, cosas que debía saber.

"¿por qué o de que se reían? ¿Acaso se reían de él?"

Pensaba paranoico, sin apartar la vista de ellos hasta que el claxon de un vehículo que cruzaba lo trajo a la realidad. Afortunadamente reacciono rápido y alcanzo a frenar a tiempo, logro evitar un accidente que pudo ser fatal gracias a sus buenos reflejos y como agradecimiento de parte del conductor contrario recibió una desagradable y obscena señal acompañada de pitidos de cláxones, por usuarios molestos que iban detrás de su auto, cualquiera diría que hoy no era un buen día para Rock Lee... 

Él solo se limitó a sonreír intentando guardar y reprimir todo lo que en verdad quería hacer, lo que quería gritar, y los golpes que quería soltar... Pero no podía, como siempre no podría y no debía, era como si la vida estuviera destinada para hacerle sufrir. Después de todo aquel alboroto, solo se limitó a conducir normal como si nada...

—¿Lee, te encuentras bien?— escucho la pregunta, pero estaba tan concentrado reprimiendo todo su sentir que ni siquiera distinguía si la voz que lo cuestionaba era la de Tenten su hermana o la de Gaara su tramposo esposo, como fuera, era más que obvio que la respuesta a la interrogante era "NO" pero sería bueno admitirlo? No lo sabía. Detuvo el auto un momento antes de desabrochar su cinturón de seguridad, dejando a sus acompañantes confundidos.

—Si, solo, es tú sabes el alcohol... Tenten podrías manejar tú?— la castaña asintió moviendo la cabeza así que salió del carro para cambiar lugar con Lee, pero el no tomo asiento en la parte de atrás, él solo se movió al asiento del copiloto, Gaara solo bajo un poco el rostro y después poso su vista a la ventana, tratando de distraer su mente, tratando de pensar en cosas positivas...

[...]

Al llegar al departamento Tenten decidió dejarles a solas y regreso a su casa, después de todo las cosas estaban más calmadas entre su hermano y Gaara, o al menos eso era lo que ella creía; Gaara después de despedir a su linda cuñada sintió el cambio repentino en el ambiente al encontrarse con Lee en la sala sentado en el sofá individual, aquel que nunca usaban, le vio prender la televisión, hurgando entre los canales, cambiándolos con una velocidad molesta y a pesar de que aquel aparato hiciera ruido se podía percibir un silencio incómodo.

Al de cabellera roja no le agradaba para nada ese ambiente tan pesado, como es que alguien tan tirano, alegre y cálido como lo era aquel moreno de cejas pobladas podía generar esa aura tan tétrica? Ni el mismo Gaara cuando entraba en cólera hacia eso ¿o si?, y si era así, como es que Lee podía tranquilizarle en esas situaciones? Definitivamente Rock Lee era todo un misterio.

Tomo un respiro antes de acercarse a su pareja, y al llegar a su lado suspiro tenue mientras tocaba con su mano izquierda el hombro derecho de aquella persona que lo ignoraba, pudo sentir los músculos tensos del moreno, se sintió culpable, después de todo sabia que Lee a pesar del ejercicio que hacía siempre estaba relajado, y notar eso con solo tocarlo... lo hizo caer en cuenta de todo lo malo que le hizo sentir a su amado.

—Que pasa?— Pregunto sin dejar de mirar el aparato, intentaba esconder todo lo que sentía y quería gritar, pero ser reservado y callado no se le daba, por eso es que solo se limitó a ignorar, en la medida de lo posible, al otro, a poner una barrera entre ambos, pero nunca creyó que Gaara intentaría derribar aquella barrera ficticia, creyó que Gaara simplemente se limitaría a actuar como siempre lo hacía, distante y frío, pero ahí estaba, tratando de hablar con él.