Itadori despertaba después de un buen merecido descanso. Con dificultad abría los ojos y se incorporaba en la habitación mientras estiraba su cuerpo y recordaba que esa noche no la había pasado en su departamento si no en la casa de Gojo. No había nadie a su lado pero se encontraba una bolsa que al verla una sonrisa se dibujó en su rostro solo por el "GUCCI" En esta.
Enseguida la abrió para encontrar una camisa blanca de botones y pantalones de vestir negros, ropa interior y bajo la bolsa también una caja de la misma marca que contenía unos zapatos de charol a su medida.Saltó de su cama para darse un baño y arreglarse con los regalos del hombre. Una vez terminó de peinar su cabello salió de la habitación buscándolo por los pasillos pero la casa se encontraba más sola que la escuela en domingo. Escuchó unos tantos ruidos en la cocina así que enseguida corrió hasta ella para agradecer por todo pero se detuvo cuando miró a un hombre bastante pálido con ojos de color y alto pero fornido portando todo lo que un chef necesita.
-No eres Satoru... —dijo en voz baja.
-Buenos días señor Itadori, el Señor Gojo me pidió prepararle el desayuno —al mirar la isla en la cocina se encontró con diversos platillos desde fruta y pan hasta comida más pesada como para un simple desayuno.
Claro, había momentos donde olvidaba que Satoru era rico y era más que obvio que le pagaría a las personas para hacer las cosas del hogar aunque sinceramente esperaba una escena de película dónde encontrará al ojiazul cocinando para él y lo recibiera con un beso de buenos días.
-Todo se ve delicioso —Acercándose a la mesa eligiendo que probar primero— Supongo que los Hotcakes se sacrificaran primero —Tomó la bandeja con los panqueques, algo de mantequilla y un vaso de leche con chocolate— ¿Ya comiste? —se dirigió al chef quien lo miró un poco desconcertado.
-No, mi trabajo es servirle a usted.
-Pero ya hay demasiada comida, ven a desayunar conmigo... Igual no me gusta comer solo —Sus mejillas se inflaban por masticar y tenia un poco de chocolate sobre su labio lo que hizo reír al chef.
-De acuerdo, si es lo que quiere.
Ambos disfrutaban de aquel banquete, Itadori es la clase de chico que le encanta hablar y mantener una conversación fluida sin importar si conocía o no a la persona, le bastaron 20 minutos para hacerse amigo de aquel hombre y obtener una invitación personal para su restaurante.
-Ahhh estoy lleno —dejando la mayoría de los trastes sucios en el lavaplatos— Me pregunto a dónde se habrá ido Gojo —giró buscando la salida pero su mirada chocó con el reloj que marcaba las 11:30. Sintió su presión bajar en un instante, no sabía que era tan tarde— Mierda
Subió hasta la habitación dónde durmió y buscó en todos los rincones su teléfono pero no logra encontrarlo por ningún lado.
-¿Buscabas esto? —Preguntó el hombre recargado del marco de la puerta— debes tener más cuidado con tus cosas, estaba en mi auto —lanzándolo a las manos del chico.
-Es demasiado tarde, yo debo ir a trabajar y... —Gojo sonrió abrazándolo por la cintura y escondiendo su rostro en el cuello del otro.
-Te ves increíble vestido así, sabía que todo te quedaría.
-En verdad lo agradezco pero debo irme, Maki tenía asuntos que resolver hoy y si no llego...
-Sh Sh shhhh —Gojo le indicó que guardara silencio mientras besaba su cuello y espalda— Todo está bien, ya me encargué de ello
-¿Cómo?
-Bueno, llamó un poco alterada pero le dije que estabas enfermo, ella lo entendió, aparte creo que le conseguí una mejor oferta —Pasando sus manos por el pecho del chico— ¿Dormiste bien? —su voz era calmada y lenta, Itadori sentía un pequeño cosquilleo al escucharlo.
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My Sugar Daddy [Goyuu]
FanfictionLa gente suele decir que el dinero no compra la felicidad pero quien inventó esa frase es porque no tuvo el suficiente dinero para comprarla.