~Far from home~

1.1K 117 25
                                    

Es difícil pensar cuando tantas cosas atormentan tu mente y alma, tus fuerzas y ánimos desaparecen al mismo tiempo que todo empeora.

Yuuji no pensaba dejar pasar más tiempo, al día siguiente visitó a Maki y exigió verla, la chica se encontraba terriblemente mal. Tenía una versión muy parecida a la de Nobara, lo único distinto eran los sentimientos respecto al matrimonio. Yuuji le dio el consejo de hablar con Nobara, estaba seguro que todo se arreglaría una vez fueran sinceras y escucharan lo que la otra tenia que decir.

-¿Y si ella ya no quiere nada conmigo?

-Es mejor que te lo diga de forma clara a estar jugando a la ley del hielo ¿No crees?

-Supongo...

Después de aquello también visitó a Nobara para hacerle la misma recomendación, esperaba que con eso ambas pudieran definir lo que querían hacer con su relación, le era un poco irónico que le diera consejos a terceras personas cuando ni él mismo entendía que había sucedido con su pareja.

Satoru no había contactado con Yuuji y viceversa, pasaron tal vez tres o cuatro días pero ninguna señal de vida de ambos, quizá solo el hecho de que Ijichi llevó el auto de Itadori a su edificio.

Por un momento la vida del ese chico alegre se volvía a tornar oscura, levantarse de la cama era todo un reto, la comida perdía su sabor, prefería alejar el plato de si y pasar los días enteros con su estómago vacío. Cada que tomaba un baño miraba como su cabello caía a rollos con solo pasar su mano, él sabía que todo eso estaba mal, no podía seguir así, buscó ayuda con la persona que, pensaba, aún tenia una buena relación.

-Gracias por atenderme -Yuuji tomaba asiento en el consultorio, le causaba cierta satisfacción ver a Megumi siendo todo un profesional.

-Es mi trabajo -Dedicándole una sonrisa, estaba feliz por volver a verlo pero no por la situación que los llevó a ese encuentro- Bueno, tus análisis están bien, puedes estar tranquilo en ese aspecto.

El pelirrosa asintió esperando algo más pero Megumi guardó silencio mirando algo en la computadora.

-¿Sucede algo?

-Yuuji... No quiero meterme en asuntos ajenos a mi pero, bueno. Sukuna me contó sobre tu relación con Mahito y algunas cosas que sucedieron -Itadori se sentía bastante avergonzado, no sabía hasta que punto sabía pero se estaba preparando para un regaño- ¿Cómo te haz sentido con su regreso?

Bien, el chico no esperaba esa pregunta ni reacción.

-Bueno -Desviando la mirada solo unos centímetros- Fue una sorpresa muy grande.

-¿Pudiste hablar con él?

-Sí, claro -Moviendo las manos buscando algo en que distraerse- pero no creo que diera resultados, él no es de las personas que entiende con palabras.

-Sukuna nunca mencionó algún tipo de ayuda profesional, ¿Fuiste a terapia después de lo sucedido?

-Algo así, Sukuna y yo fuimos con una compañera suya al hospital de sus prácticas pero con el paso del tiempo dejé se asistir.  Sukuna insistió en que debía seguir pero no le tomé importancia, tengo entendido que él sigue asistiendo.

-Sí, lo hace y eso me alegra pero esos cambios que estás experimentando no puedo tratarlos yo, si me lo permites puedo agendar una cita con nuestra psicóloga, estoy seguro que ella te ayudará con todo este proceso que no haz podido afrontar.

Itadori no tenía ningún tipo de estigma ni nada parecido con respecto a la salud mental, solo pensó que cuando comenzó a sentirse mejor había sanado por completo.

My Sugar Daddy [Goyuu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora