♡ Prólogo ♡

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Hace aproximadamente 100 años...

—¡Habla! ¿Quién te mandó?

Los guardias intentan guardar silencio, pero uno de ellos le teme más a ella que a él.

—Señor, ella no hablará.

Vittorio Cristaldi lo mira e inmediatamente hace una seña para que sea llevado a prisión. Así es la mafia italiana cuando las reglas se rompen y todos ellos tiene prohibido hablarle al señor.

—¡Habla, maldita bruja! ¿Quién te mandó?

—Todos tus crímenes se pagarán muy caro...

La anciana apenas puede hablar, está encadenada de brazos y piernas limitando sus movimientos. Es muy notable que está en sus últimos meses de vida, pero ella solo quiere evitar una gran catástrofe que llegará a suceder.

—¡Habla! ¡No lo repetiré otra vez!

Vittorio ya está harto, quiere saber quién la mandó a sabotearlos. Gracias a ella, tomara meses volver a ponerse en pie y en la mafia italiana no hay tanto tiempo.

Él no tiene corazón, él no tiene problemas, él jamás falla. Y no empezará a hacerlo ahora.

—En su familia... — la anciana lo señala — nacerá alguien poderoso.

—¡Calla!

La anciana se mueve, lo que provoca el ruido de las cadenas.

—Ella será más poderosa que tú, más poderosa que todos...

Con cada palabra la anciana parece agarrar fuerza y las cadenas suenan cada vez más fuerte, haciendo que la mayoría tiemble en la habitación.

—¡Qué te calles!

—¡Ella podrá elegir hacia donde usar su poder, el bien y mal lucharán por salir y si siguen en este camino no le dejaran opción!

El grito que da, hace que todos los guardias valientes y muy bien entrenados, den un paso atrás, asustados.

—¡Cállenla!

Uno de los guardias azota a la anciana con un látigo, haciéndola gritar y soltar todo lo que tiene que decir antes de que la maten, porque ella sabe en dónde se metió y por eso esperó tantos años para venir.

Ella se encargó de todo, absolutamente todo. Su legado va a continuar, su legado no muere con ella porque tiene que haber alguien que ayude y guíe a esa pequeña por el buen camino. Tiene que haber alguien que no deje que el mal tome el control.

—¡Los años pasarán y no podrás hacer nada para impedir que ese ser tan poderoso nazca! ¡Ella será la clave para la unión con tus enemigos!

La anciana sabe que tiene que decir esto si quiere que Vittorio la tome en serio. Ella quería omitirlo, pero no tiene otra opción.

—¡Mátenla!

—¡La sangre de los tres clanes más poderosos se unirá! ¡Oso, lobo y águila resurgirán en una nueva era de cambios y uniones!

—¡Eso es imposible! — Vittorio hace una seña para que la suelten — Somos enemigos. Nunca nos uniremos y jamás trabajaremos juntos.

—Nunca digas nunca, Vittorio. Ese momento llegará, no podemos impedirlo ¡Tu maldita avaricia y crueldad se pagará muy caro porque ese poderoso ser, enfrentará una gran amenaza! ¡Una amenaza de la que será casi imposible escapar! ¡Y todo será tu culpa!

—¿Qué enfrentará?

Vittorio puede ser cruel, pero si hay algo que le importe es su familia. Aunque, el poder también es una de sus prioridades.

Él no sabe si proteger a su familia o proteger su nombre como el más poderoso Capo que ha pisado italiana. Ella ocupará ese lugar y es algo que a Vittorio no le gusta, no le gusta nada. Y mucho menos el hecho de que sea una mujer.

—¡Tú puedes cambiar su futuro! ¡Si ella elige el mal, una amenaza crecerá! ¡Ella morirá y ella no puede morir antes de...!

La anciana se calla. Se da cuenta que está hablando de más. Ella no es capaz de mantener este secreto hasta su tumba, por eso tiene un plan.

La anciana sabe que cuando empieza, no puede parar y hay cosas que Vittorio no puede saber, que nadie puede saber.

—¿Antes de que? ¡Habla o mueres ahora mismo!

En sus últimos momentos, la anciana se despide de su hija, ella sabe que su primogénita la está viendo y sabe que no sufre, porque lleva preparándola toda su vida para este momento. Da un lento y muy poco notorio, asentimiento de cabeza.

—Ella será el principio y su prim...

Un balazo estalla la cabeza de la anciana. Ella se va en paz, porque cumplió con su parte. Sabe perfectamente que el destino no lo puede cambiar y ese era su plan.

La anciana sabe que, si no le decía esto a Vittorio, el jamás habría tomado las medidas necesarias para resguardar a esa pequeña.

Sabe que Vittorio no elegirá entre su familia y el poder. Así que hará las dos. Proteger a su familia, manteniéndola lejos para que no pueda cumplir con su destino y así él se quede con el poder.

Pero es justo lo que la anciana quería, porque a sus dieciocho años, esa pequeña volverá y no habrá nada que evite lo que se aproxima.

Los guardias se dispersan para buscar al causante del asesinato de la anciana. Vittorio grita, completamente furioso por no poder descubrir nada más.

Hay cosas que se pueden cambiar, como el camino que tomara la pequeña, pero hay cosas que no, como lo que pasará cuando la sangre de los tres clanes esté unida.

Una chica joven, con un arma en la mano, solloza, repitiendo las palabras que su madre le decía todos los días antes de dormir;

—Ella no será el ser más poderoso. Pero eso no se puede saber, por el momento.

 Pero eso no se puede saber, por el momento

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En las sombras (En Pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora