Quiero dedicar este capítulo a Dani, porque es la única persona que yo siento que de verdad me ha apoyado al escribir esta historia 🥺
Así que, si hay más de una persona leyendo esto, agradézcanle a ella, porque es la razón de que esta historia este publicada y no sea solo uno más de mis tres mil borradores.
Y sí, te pude haber dedicado cualquier otro, pero, siento es más importante dedicarte este porque es uno de los capítulos más importantes de la historia.
Este capítulo es igual de importante para la historia como tú lo eres para mí. Ambos marcan un antes y un después en la historia, como tú lo marcaste en mi vida, porque, aunque suene cursi y raro, contigo realmente sentí que alguien me apoya y si decido hacer locuras con la historia, sé que estarás ahí para mi ❤
Ahora sí, las dejo leer mi primer capítulo favorito de esta historia 🌹
»»————————⍟———————««
Lea Cristaldi
Llegamos al trabajo de Enzo y el guardia lo recibe con un saludo amistoso. Al entrar, lo primero que se ve son aparatos para hacer pesas y al fondo está las caminadoras y escaladoras.
—Sígueme — pide Enzo.
Hay pocas personas y al caminar, todos saludan a Enzo, los chicos con asentimiento de cabeza y las chicas con una sonrisa coqueta. Él les sonríe, amigable.
—Al parecer tienes buena reputación.
Ríe —Algo así. Yo me encargo de las rutinas y todo eso. Y la tuya será caminadoras por media hora. Después te digo lo demás. Sube.
Le hago caso y subo a la caminadora. Lo veo programarla y después de apretar un botón, esta empieza a moverse.
Media hora después estoy sudando a mares y con las piernas cansadas. Si... Debo aceptar que el ejercicio no es lo mío.
Enzo me hace una señal con la cabeza para que vaya con él y lo hago. Al llegar a su lado, me da dos pesas de 5 kilos y lo sé, porque ahí dice cuanto pesan.
—Acuéstate aquí — pide. Le hago caso — Tienes que agarrarlas así — pone mis manos como deben ir — Van a ser tres repeticiones de 12. Vas a estirar tus brazos hasta arriba, bajas a la mitad y descansas a los lados mientras haces un abdominal.
Asiento. Me indica que lo haga e intento hacerlo. No digo que sea tan débil, pero no estoy acostumbrada a cargar nada y obviamente me pesa. Lo bueno es que me hace descansar las piernas.
—Espera, así te vas a lastimar — baja mis manos. Pasa su pierna por la barra en donde estoy acostada y se sienta sobre mí — Tienes que hacer esto.
Él hace los movimientos de los brazos varias veces. Me suelta y me indica que lo haga yo. Lo hago. Asiente con la cabeza.
—Ahora haz lo mismo y un abdominal — No se levanta y cuando hago el abdominal, quedamos a centímetros — Otra vez — susurra.
Vuelvo a hacer las repeticiones con los brazos y hago el abdominal.
—Cuenta — murmura, sin separar su mirada de la mía.
Hago los ejercicios de brazos y hago el abdominal, quedando a centímetros, de nuevo — Tres — cuento.
Nuestros alientos se mezclan. Mira mis labios y luego a mis ojos.
—Otra vez — susurra.
Repito todo hasta volver a estar a centímetros de él — Cuatro.
—¡Enzo! — la voz de Braider lo hace ponerse de pie en segundos y a mi ponerme pálida, como si estuviéramos haciendo algo malo.
ESTÁS LEYENDO
En las sombras (En Pausa)
Teen FictionTrilogía Sombras #1 Al morir su madre, Lea se entera de cosas que jamás imaginó; se entera quien es su padre, pero, él no es alguien cualquiera; es el jefe supremo de la mafia italiana. Lamentablemente, la última petición de su madre fue que viajar...