BAD BOY || KookMin

BAD BOY 19

Cuando llegó la mañana, Jukka aún seguía durmiendo plácidamente en su habitación luego de haber tenido una divertida y muy agradable noche junto a su amigo "Chimin". Sin embargo ambos mayores se encontraban ya despiertos en la sala mirando un poco de televisión.

Era sábado, por lo que Jungkook tendría que irse en un par de horas a su turno en el asilo, y Jimin probablemente tendría que volver a casa.

—Gracias por cuidarlo.

—No me agradezcas, fue un placer. Además Jukka es un niño muy lindo y tranquilo, no tuve problemas para cuidarlo.

—Hmm— bajó la mirada y luego volvió la vista al televisor— ¿Tu padre se molestó o algo así?

—No, mi madre fue quien atendió el teléfono y ella dijo que estaba bien, que ella le diría a mi padre.

—Oh. Genial.

—Si.

Ninguno de los dos sabía realmente qué decir. Era muy temprano y sus cerebros aún estaban despertando.

—¿Entonces qué día es cumpleaños de Jukka?

—Sábado. Aunque será una pequeña reunión, puedes venir si quieres. Seguro que a Jukka le alegrará que estés presente.

—Claro, no me lo perdería por nada.

—A las siete.

—Está bien. Seré muy puntual— sonrió suavemente logrando que el corazón de cierto peli negro comenzara a latir más rápido.

—Jimin.

—¿Si?

La pequeña sala de pronto se sumergió en un silencio un poco incómodo, pues Jungkook no sabía cómo abordar el tema que había estado rondando por su cabeza los últimos días. Si le decía a Jimin que le gustaba, ¿Podría ser correspondido?

Estaba tan nervioso y hasta diría que asustado, pues luego de lo que pasó con Jake y Sunny, no había pensado en cosas como el amor, ni todo lo que estuviera relacionado con ello, hasta que conoció a Jimin.

El chico le demostró que no todas las personas eran malas e hipócritas, incluso recordó aquel día que lo defendió frente a todos los estudiantes de la cafetería sin temor alguno. Recordó aquella fiesta en la que terminaron saliendo a comer una hamburguesa, y también todas las ocasiones en que habían compartido sus comidas en la escuela.

Jimin era diferente a Namjoon o YoonGi, pues a pesar de que también eran cercanos, ninguno de ellos lograba hacer latir su corazón como el peli rosa lo hacía.

—¿Jungkook?— al ver que no hablaba, decidió pasar su mano por enfrente de su rostro para hacerlo reaccionar, cosa que funcionó.

—¿Eh?

—¿Qué es lo que ibas a decirme?

—Ah— volvió a guardar silencio— Solo...— suspiró profundamente y cerró unos segundos sus ojos para calmar sus nervios— Jimin yo... Bueno, más bien tú... Osea, tú a mí...

—No te estoy entendiendo.

—Lo que pasa es que...

—¡Buenos días!— la puerta se abrió abruptamente destrozando la capa de valentía que Jungkook había juntado en su interior. Ambos voltearon a la puerta y vieron a una alegre Jessie entrando al departamento.

—Buenos días— respondieron al unísono.

Jessie había llegado para cuidar de Jukka mientras Jungkook trabajaba, así que sin saber que acababa de romper la inspiración de Jungkook, entró a la cocina para empezar a preparar un desayuno al pequeño.