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—¿Intentaste caminar y masticar chicle a la vez, Bella?
Deje de mirar aquella revista observando como llegaba Jasper, me aleje de Rosalie para ir a los brazos del rubio quien no tardó en sonreír dejando un beso en mis labios.
—¿No hay pistas?
—Ni señal del intruso, Victoria continúa haciendo apariciones.
—¿Debería hablar con ella? No entiendo que le hice para que me odie.
—Ve y aclara las cosas, estaré aquí.
Nuevamente tome asiento en el sillón observando a los cuatro hombres conversar sobre qué deberían hacer. Sonreí al ver cómo Rosalie entraba para sentarse a mi lado de nuevo, dejé caer mi cabeza en sus piernas mientras ambas escuchábamos las instrucciones de Carlisle.
—Bien rubia, dame a mi novia—pidió Jasper tomando mis manos, me despedí de la familia para después desaparecer por el oscuro bosque.
—¿Iremos a matar a Bambie? Que romántico.
—Tal vez en otra ocasión.
Me acomode en sus brazos para ambos comenzar a mirar el estrellado cielo. Cada noche parecía igual que la anterior pero siempre había algo que la hacía especial.
Entrelace nuestras manos sintiendo sus labios dejar un beso en el torso de mi mano.
—Después de esta graduación, vendrá otra, tras otra ¿Y así sucesivamente?—pregunté mirando a mi novio quien rio suavemente.
—No es necesario, al menos hasta que nos mudemos—explicó jugando con un cordón que sobresalía de mi pantalón.
—¿Mudarse?
—Relajate, no nos iremos dentro de unos meses. Siempre que nos mudamos es porque la gente comienza a sospechar.
—A veces se me olvida que Victoria sigue ahí fuera... ¿Que es esto?—murmure confundida observando las marcas en los brazos de Jasper.
—Marcas de batalla—susurro sonriendo débilmente—¿Es buen momento para presumir lo bien que lidere un ejército?
—No debes contarme si no quieres—susurre acariciando sus brazos, una sonrisa se formó en mi rostro al sentir sus labios unirse a los míos.
