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Había perdido la cuenta de hace cuanto se habían ido los Cullen, los meses pasaron lento y cada día era una tortura diferente.
Solo sabía que eran días demasiado difíciles.
Desde que los Cullen se fueron comencé a dormir con Bella para ambas dejar de tener pesadillas pero era imposible.
Casi siempre trataba de mantenerme fuerte ante mi hermana en un intento de ayudarla a salir, siempre fracasaba.
Papá llamaba diario a nuestra madre para que esta también buscara la manera de ayudar a Bella obteniendo un plan fallido.
—¿Saben que? Estoy harto, irán con su madre—señaló Charlie mientras salíamos de casa.
—Hoy iré de compras con Jessica.
—Yo iré a la reserva.
Nos despedimos de Charlie para cada una tomar un camino diferente, sabía que Bella había mentido con tal de no irnos de Forks.
Llegué a la reserva yendo hacia la casa de Emily, me adentre a la casa sintiendo el olor a comida. Sonreí tiernamente al ver a la mujer cocinar mientras Sam la tenía abrazada.
—Por favor, no vayan a besarse—susurre haciendo que estos rieran levemente.
—Al fin sabemos de ti, nos tenías preocupados—señaló Sam acercándose para abrazarme.
—Empiezo a creer que fue tonto pues me despedí bien de Jasper.
—Es normal, se querían y se fue por un accidente—animo Emily sirviendo las comidas—Los chicos no tardan en llegar, ¿Me ayudas?
—¿Les importa si vengo mas seguido?
—Preguntemosle a los chicos—señaló Sam revolviendo mi cabello sacándome una risa, los queria bastante.
—¡__________!—grito Paul antes de tomarme en brazos.
—También los extrañe pero necesito respirar—grite al sentir como los demás chicos se unían al abrazo.
—Atención mocosos, ___________ quiere pasar mas tiempo con nosotros ¿Que dicen?
—¡Digo que la adoptamos!
—Claro, aquí la vamos a proteger.
Desde aquel día todas mis tardes las pasaba en la reserva con los chicos, a veces visitaba a Seth y todo me hacía darme cuenta que en la reserva podía sentirme bien.
