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Era impresionante tener casi treinta vampiros en casa y era aún más impresionante sus talentos, el don de cada uno era magnífico.
Jugué con mi anillo observando a los Denali hablar con Bella, sonreí levemente al sentir a Alexander revolver mi cabello.
—¿Cómo te sientes, pequeño monstruo?
—Mejor, tener el collar y ahora este anillo me hace sentirlo cerca.
Logre atrapar a Renesmee en mis brazos cuando esta vino corriendo hacia mi.
Deje a mi sobrina con Rosalie antes de ir hacia fuera con Bella al escuchar a Eleazar decir que mi hermana tenía un don muy poderoso.
—Claro que es un escudo. Esto debió tirarla al suelo—dijo Kate mientras tomaba el brazo de Bella.
—O tu voltaje a sido sobrevaluado.
—O solo funciona con los débiles.
—Garret, no lo hagas—pidió Carlisle, todos reímos cuando el castaño cayó en el suelo.
Era claro que Garret y Kate terminarían siendo pareja.
Todos nos miramos preocupados al escuchar a otros vampiros correr acompañados de los gruñidos de los lobos. Sin pensarlo comenzamos a correr para averiguar de quienes se trataban.
—Vladimir, Stefan, están muy lejos de casa—encaró Carlisle mirando a dos hombres.
—¿Que están haciendo aquí?—susurre mirando a Carlisle sabiendo que estos dos me iban a escuchar.
—Oímos que los Vulturis vendrían a enfrentarlos pero que no lo harían solos.
—No hicimos lo que ellos dicen.
—No nos interesa lo que hayan hecho, Carlisle.
—Empiezan a caerme mal—escupí tratando de acercarme a estos dos, Tanya tomó mi brazo impidiendome seguir caminando.
Nos quedamos escuchando a los dos hombres de ahí que comenzaban a irritarme.
—¿Los testigos de Aro?
—¿Aún esperan que escuchen?—mire preocupada a Bella antes de que Eleazar nos pidiera volver a casa para explicarnos.
—Cuando Aro quiere a alguien de un clan, no tarda en encontrar evidencia que pruebe que ese clan cometió algún crimen.
