Really matters? | Percy Jackson (BL ships) ♡

𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐌𝐎𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆, 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔

Buenos días, te amo

Frank x Leo

Leo y Frank son unos idiotas por la mañana. Eso es todo. Sólo tonterías matutinas de estos dos.

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La suave luz del sol se filtraba por las ventanas del apartamento de Frank y Leo en Nueva Roma. Era el comienzo del verano, no lo suficientemente cálido para usar mangas cortas, pero no lo suficientemente frío como para usar un abrigo: el clima perfecto.

Como de costumbre, hubo un desorden en el dormitorio de Frank y Leo. Piezas de ropa al azar, incluidas las camisetas del Campamento Júpiter y el Campamento Mestizo, cubrían el suelo. En la esquina había un enorme alijo de bronce celestial, oro y otros metales, junto con múltiples artilugios mecánicos extraños que usaba Leo. En la otra esquina había un estante de armas mal emparejadas que iban desde gladius hasta arcos, flechas y hachas de guerra. La cama tamaño king fue empujada descuidadamente contra el armario, bloqueando la mitad, pero eso estaba bien porque toda la ropa estaba en el piso de todos modos.

Frank estaba acostado de costado, ocupando las tres cuartas partes de la cama, mientras Leo estaba acurrucado en una pequeña bola que roncaba a su lado. El chico asiático miró al latino con una pequeña y cariñosa sonrisa en su rostro mientras suavemente apartaba los rizos de su rostro, con cuidado de no despertar al chico más pequeño. Leo hizo un pequeño ruido en la parte posterior de su garganta y se acurrucó más cerca de Frank, su mano apretando la camisa del otro chico. Frank se inclinó y presionó un suave beso en la frente del latino antes de desenredarse suavemente de Leo. Recogió un par de pantalones deportivos del suelo y se los puso, antes de salir silenciosamente de la habitación.

El asiático estaba de muy buen humor, así que decidió preparar el desayuno (lo que sucedía raramente). Comenzó a freír el tocino y los huevos, junto con frijoles horneados y tostadas. Encendió la cafetera y encendió 'Radio Hefesto'. Bajó el volumen para que se escuchara un agradable zumbido de fondo.

Estaba apilando la comida en platos, porque sabía que Leo comía como un animal, cuando el susodicho entró en la cocina. Su cabello rizado estaba más desordenado de lo habitual, levantándose en diferentes direcciones, aparentemente desafiando la gravedad. Llevaba una sudadera con capucha de Frank, que le quedaba demasiado grande, y un par de boxers negros. Se frotó los ojos y bostezó.

"¿Hiciste el desayuno?" preguntó.

"Sí" Frank se encogió de hombros. Leo se acercó a él y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de su novio. Se puso de puntillas y besó la mejilla de Frank.

"Gracias bebé."

Frank puso los ojos en blanco.

"Simplemente siéntate y come antes de que se enfríe".

Leo se dejó caer en la mesa de la cocina con entusiasmo y se sumergió en su comida como un niño hambriento. Frank arqueó una ceja pero no comentó.

"Oh, Dios mío" gimió Leo "tu comida es increíble".

"¿Mejor que la de tu mamá?" Frank sonrió.

"Diablos, no".

"Tu lavas los platos" dijo el asiático con total naturalidad. Leo se atragantó con su tocino.

"¡¿Qué?! ¡No!" exclamó, indignado. Frank solo lo miró.

"Vamos Leo, tienes que esforzarte un poco en esta relación".

"¡Oye!" Leo protestó "¡No dejes que Afrodita te escuche! Pongo un montón de esfuerzo en esta relación, sobre todo en la cama ".