𝐍𝐘𝐂𝐓𝐎𝐏𝐇𝐈𝐋𝐈𝐀 ; 𝐛𝐚𝐣𝐢𝐟𝐮𝐲𝐮

#OO6 ; second

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El pequeño chico de ojos azules abrió su boca en expresión de sorpresa una vez llegaron al lugar destinado. Finalmente no se opuso ante el alfa y dejo que este lo guiara caminado al lugar que supuestamente le gustaría, este mismo estaba cerca del centro, tal vez un poco escondido entre calles pero no muy lejos de donde estaban. Sin embargo, durante todo el camino no hablaron mucho, ya que aún le resultaba incómodo estár con Keisuke y tener que soportar la ligera presión en su pecho que sentía al oler sus feromonas tan fuertes.

Volviendo a su rostro lleno de sorpresa; ambos yacían parados frente a una cafetería de dos pisos aunque era bastante estrecha y con decoraciones un tanto antiguas. Pero lo que hacía única a esta cafetería es que no era normal como cualquier otra, si no que era una de gatitos, de esas famosas donde puedes ver y acariciar a dichos lindos animalitos y si quieres, hasta adoptar uno de ellos.

— P-pero, cómo sabias que...

— ¿Cómo sabía que te iba a gustar?, eres muy fácil de leer Chifuyu... aparte de que tu fondo de pantalla principal es una imagen con muchos gatitos. — rio de forma tranquila, recordando aquel lindo wallpaper que tenía el menor en su móvil, pero solo obtuvo como respuesta a un Matsuno levemente sonrojado. — Hablando de tu móvil, ten, lo prometido es deuda.

Dicho eso, le entrego su celular, tomando su mano para poder dejarlo ahí. El rubio aún con sus mejillas coloradas aceptó su móvil, asintiendo leve por lo último dicho. Finalmente  lo guardó en su bolsillo derecho del pantalón.

— ¿Conoces el lugar o solo lo buscaste?

— De hecho lo conozco mejor de lo que crees, pero es tu decisión entrar o no, dije que no te obligaría a nada que no quieras.

— Ah~ son gatitos, solo alguien muy malo se negaría. — suspiró, después de dejar todo rastro de su sonrojo a un lado, siendo él quien tomó la iniciativa de entrar al lugar.

Doble sorpresa la que se llevó, el lugar olía a café con vainilla; su segundo favorito, mientras que la entrada era el lugar para dejar los zapatos, desde ahí podía ver al fondo esas famosas casitas para gatos por todo el lugar, al igual que unas cuantas mesas en el centro, todo el lugar tenía una decoración en colores blanco y café claro en cuanto a los muebles de madera, pero lo demás estaba entre colores morado y verde. Todo era muy lindo y acogedor.

— Bienvenido a Meow café, puede tomar asiento por aquí... ¡Oh!, ¡pero si es nuestro Kei-chan!, él debe ser un amigo tuyo, adelante, los niños estarán felices de verte. — Habló una amable señora de aproximadamente tercera edad, quién se volvió aún más amable y alegre al ver al pelinegro que había detrás suyo, cosa que le sorprendió bastante.

"Vaya, tal parece que hoy no dejaré de sorprenderme, pero ella dijo... ¿niños?, ¿será que Baji-san esta casado y ya tenga hijos?, y aún así se besó conmigo ayer, ¿seré una clase de amante?, o tal vez ya esté divorciado..."

— ¿Te quedarás ahí todo el día? — el dueño de sus pensamientos lo sacó de estos mismos. — Estoy seguro que los niños también te amarán.

Okay, ahora Matsuno estaba el doble de preocupado.

La amable señora los guió hasta el segundo piso, en el cual todo el suelo era de alfombra, tenía miles de cojines de los mismos colores del café al igual que casitas para los felinos. Y por fin pudo ver a un gatito... bueno en realidad eran muchos gatitos, todos ellos corrieron en dirección al oji-miel después de que este hiciera un ruidito tipo silbido con su boca.

— Te dije que los niños se alegrarían al verte.

— ¿¡Eh!?, ¿ellos son.... los niños?

— Si, les decimos así porque parecen unos cada que Kei-chan viene a jugar con ellos. Bueno, los dejo para que jueguen y te los presente.