𝐍𝐘𝐂𝐓𝐎𝐏𝐇𝐈𝐋𝐈𝐀 ; 𝐛𝐚𝐣𝐢𝐟𝐮𝐲𝐮

#O15 ; hope

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One God, Three Kings ; part 5

(mitsukkai view)

Una vez dió por finalizada la junta, el omega de cabello lila se dispuso hacer su trabajo de forma impecable y de la mejor manera posible como era su costumbre, Mitsuya lo pareciese o no era alguien muy responsable e independiente, incluso era muy fuerte para protegerse a sí mismo y a sus hermanas tal como lo llevaba haciendo toda su vida. Todo eso y más, aún siendo un omega, los cuales era terriblemente catalogados por los típicos estereotipos que le tenían harto; tales como los que decían que ellos eran personas débiles y que necesitaban de un alfa del cual depender para poder vivir.

Si, toda esa sociedad era muy hipócrita y con ideas tan conservadoras que le hacían echar humo por los oídos. Si fuera por Takashi, él se pondría como un claro ejemplo de ello; al ser un omega que desde pequeño tuvo que madurar a temprana edad para poder defenderse a sí mismo de los abusos por su apariencia y naturaleza, al igual que para poder cuidar de sus hermanas él solo al tener a su madre trabajando casi todo el día. Tuvo una infancia dura no lo iba a negar, pero estaba acostumbrado.

Actualmente el trabajaba para ayudarle a su madre con los gastos de la casa, lo decidió una vez sus hermanas eran lo suficientemente independientes de ellas para poder regresar de la escuela solas, pero por eso mismo decidió adquirir dos empleos, uno en tarde como ayudante costurero en una pequeña tienda donde arreglaban telas o prendas rotas y otro como bartender en el ya muy famoso club nocturno mr. bunny.

Pero todo eso estaba muy pronto a cambiar rotundamente.

Pues el día anterior un alfa desconocido de cabello azul le dio una enorme cantidad de dinero solo por uno de sus diseños y al ser tanto y completamente suyo decidió invertir lo que "ganó" para poder costear la tan deseada carrera de diseño de modas en la universidad.

No se engañaría a sí mismo con que nunca soñó con ser todo un profesional y hacer increíbles modelos tanto como para tener una pasarela con su propia colección. Un bonito sueño con pocas probabilidades de cumplirse, pero al tener tanto dinero en su mano fue como si la primera puerta para subir a la cima se abriera de par en par.

Y todo se lo debía a un completo extraño que le compró un diseño suyo. Dándole las esperanzas de que en algún momento él también pudiese decir que ese es parte de su trabajo diario y que se ganaba la vida de la manera en la que más le gustaba. Por fin todos esos sueños que le parecían ridículos de pequeño podrían hacerse realidad y claro que eso le hacía sentir jodidamente feliz. Igual a un niño al que sus padres le prometieron ir a la feria si sacaba buenas notas al final del día, Mitsuya no podía dejar de sonreír durante todo el día, varios de sus amigos se burlaban un tanto de él por esa sonrisa de tonto que llevaba consigo.

— ¿Ahora que mosquito te pico, Mitsu?, uyy, no me digas... ¿de casualidad ese mosquito era un alfa guapo?

— Calla, Smiley, mejor regresa al trabajo, tienes clientes importantes que atender.

Le contesto el omega de cabellos lilas al beta de rizos rosados, quién era un mesero más dentro del club. Pero en parte le agradecía, pues le recordó volver a la realidad, al preocupante presente donde todos los empleados estaban jodidamente nerviosos por el gigante aroma a alfa dominante que había en todo el recinto.

Aunque muchos (casi todos) actuaban bien pese a la gran cantidad de feromonas, sorprendentemente así como Chifuyu, quien estaba como si nada y eso se lo debía a que siempre estaba lleno de las feromonas de un alfa muchísimo más fuerte. Pero para Mitsuya era todo lo contrario, estaba acostumbrado a los aromas fuertes aunque tenía la suerte de que al nunca salir de su área de trabajo no se acercaba mucho a los clientes, pero entre las mezclas de todos estos había alguno en especial que le hacía sentir extraño; muy extraño como para sentirse en un estado de alerta pero a la vez sentía el confort de que todo estaba bien y gracias a ello se logro calmar bastante rápido, dejando sus nervios detrás para poder hacer su trabajo como corresponde.