𝐍𝐘𝐂𝐓𝐎𝐏𝐇𝐈𝐋𝐈𝐀 ; 𝐛𝐚𝐣𝐢𝐟𝐮𝐲𝐮

#O18 ; breakfast

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Se volteó al lado contrario de la cama en busca de calor, pero tras buscar con su manita al rededor y no hallarlo soltó un quejido, tomando la sábana entre sus manitas para hacerse bolita y así encontrar el calor en su propio cuerpo, manteniendo un puchero en sus labios por no haber encontrado a su alfa... esperen, ¿su alfa?

Chifuyu trató de ignorar sus pensamientos, intentando recobrar su sueño, pues justo estaba soñando en que paseaba por el bosque de su anterior hogar en el campo junto a Baji-san, tomados de la mano mientras que le mostraba los alrededores. Pero sus acciones se vieron detenidas por la llegada de un agradable y rico aroma en sus fosas nasales.

Olía a waffles, miel de maple y café con caramelo, de la nada le entró demasiada hambre a su estómago, pero... ¿¡quién demonios estaba cocinando waffles en su departamento!?, si el viva solo.

Con esa última idea de que haya un ladrón en su casa se levantó de golpe, muy asustado y a nada de aventar la almohada detrás suyo.

— Buenos días, bonito Fuyu. — dijo el pelinegro estando más concentrado en lo que sea que estaba haciendo dentro de la cocina.

— ¿¡Ehhh!?, ¿qué haces aquí, Baji-san?

— Que raro que no lo recuerdes, no tomaste nada ayer... pero si nos dormimos algo tarde.

Y así, a una velocidad más rápida que la luz, Matsuno recordó lo que había pasado el día anterior con detalle, desde que se despertó en la mañana y arregló de más su persona, hasta que se durmió en la noche siendo abrazado por el alfa.

— Perdón, Baji-san. — dijo mientras tallaba sus ojitos a puños cerrados, quitando todo rastro de sueño dentro de él. — ya lo recordé.

— Vaya, parece que el pequeño Matsuno aún está en el reino de los sueños.

— ¿Pequeño Matsuno?

— ¿No te gusta?, dijiste que querías que te dijera por apodos lindos de nuevo. — Keisuke enarcó una ceja para después por fin voltear a verle con una sonrisa, la cual se convirtió en grandes y escandalosas carcajadas.

— ¿De qué te ríes, Baji-san?

Un desentendido Chifuyu lo veía entre dudoso y molesto, hasta que en medio de todo el escándalo, Keisuke le señaló su cabello, haciendo que el rubio fuera al espejo de su baño, encontrándose con todo su cabello revuelto y en dirección al cielo, como si todo se hubiese juntado en forma de pico en el medio de su cabeza.

Pudo haberse avergonzado pero las risas de Baji le contagiaron más, riéndose de sí mismo y su cabello. El alfa no tardó en acompañarle hasta el baño para ver otra vez su "nuevo peinado", aunque termino ahogándose con su saliva por la cantidad de risas que soltó. Ambos siguieron jugando en el baño por unos cuantos minutos más, ya que al omega se le ocurrió hacer una venganza contra el mayor, haciendo lo mismo con su cabello, atándolo con una coleta en lo alto de su cabeza, siendo Chifuyu quién ahora reía sin control.

— Ya... ya... — decía Baji mientras trataba de calmar su respiración ya una vez ambos arreglaron sus cabellos. — vayamos, el desayuno se va a enfriar.

— ¿En serio cocinaste?, ¿sabes cocinar?, ¿qué preparaste?, ¿no se te quemo nada? — el oji-azul soltaba todas esas preguntas mientras caminaba detrás del más alto en dirección a la cocina, era típico del omega hacer muchas preguntas seguidas cuando estaba emocionado, eso lo sabía muy bien el oji-miel.

Ese último solo se limitó a volverse a Chifuyu, acariciando su cabecita tiernamente con una sonrisa amplia que dejaba ver sus colmillos.

— Ven para averiguarlo.