Killing Butterflies [Rubegetta]

Lluvia.

Lleno de pequeños choques.

Después de lo duro que fue la sorpresa de Mangel y Lolito, un oso albino estaba en su cuarto acostado tenía el pecho lleno de lágrimas que quería soltar.

Estaba mirando el techo recordando todo lo que pasó con Mangel cuando se dieron su primer beso, su primera vez, su primera cita y su primera pelea, recordaba cada parte de esos recuerdos, de un momento a otro su pensamiento cambió a Vegetta al chico de cabello negro sonriendo.

Se levantó un poco desconcertado ¿por qué de un momento era Mangel al otro Vegetta? Sentio sus mejillas ardes, tocando el anillo pensé que tal vez era agradecimiento lo que sentía, si era eso.

Se relajo y camino a su cocina tenía hambre, miró por la ventana de su comedor y estaba lloviendo pensó en que estaría haciendo Vegetta en este momento.

Un chico de cabello negro corría buscando refugio tenía dos problemas uno la lluvia que estaba fuerte y dos los mountros estaban muy agresivos tenía que buscar un lugar rápido, corrió buscando un lugar alto para subir y de pronto por obra del destino vio la casa de Rubius.

Sin pensarlo corrió a ella esperando que el chico estuviera despierto, tocó la puerta tres veces seguidas, no hubo respuesta al querer tocar de nuevo esta se abrió.

Rubius: Hey compañero ¿Qué ha-

No terminó la frase cuando Vegetta entro a su casa y lo tomó de la cintura para no tropezar con el al querer cerrar, el oso sintió un pinchazo en el pecho y sus mejillas empezaron a calentarse.

Vegetta: Lo siento por entrar así, me agarro la lluvia y zombies.

Rubiu: N-No hay problema.

Vegetta se dio cuenta como estaban posicionados, quito su brazo de la cintura de Rubius los dos chicos se miraron rojos.

Rubius: ¿Quieres té o café?

Vegetta: Café estaría genial, por favor.

El albino sentó al mitad lobo en su comedor pasándole una toalla y ropa limpia de el claro, indicándole donde cambiarse antes de que se resfrie. Mientras se iba a la cocina a preparar otra taza de café para su inesperada visita.

El mitad lobo se había terminado de cambiar la ropa que su amigo le dio tenía su olor, inconscientemente  olio esta misma sintiendo el dulce olor a manzanas de Rubius. Se quedó pensando desde que empezaron a convivir más se volvieron muy unidos, a pasear del poco tiempo.

Eso le agradaba al pelo negro pues se sentía a gusto con el albino solo de pensar en el sonrió de manera ligera, tomó las cosas y salió del baño. Pero para su suerte chocó con el oso y los dos cayeron al suelo.

Al abrir los ojos se encontró con los verdes ojos de su compañero que lo veía sorprendido el silencio se hizo presente no era incómodo se sentía agradable pues el sonido de agua cayendo hacía el ambiente agradable el mitad lobo miró los labios de su amigo los cuales estaban entreabiertos.

Igualmente el oso miró los labios de su compañero sintió su corazón latir muy rápido queriendo salirse de su pecho, no sentía eso desde hace mucho tiempo, los dos se volvieron a mirar sonriendo se, tenían el corazón latiendo rápido. Vegetta tomó la mejilla de Rubuis haciendo que este se sonrojada más.

Vegetta: Tienes unos bonitos ojos.

Rubius: Tu igual..

Volvieron a sonreír se, el momento parecía eterno pero algo los alertó un trueno, se levantaron dejando el rato tierno que tuvieron miraron atravez de la ventana encontrando a una chica de cabello morado muy largo con un vestido negro con brillos morados claro, sus ojos negros y encima de un caballo blanco de ojos azules.

Rubius: ¿Qué es eso?

Vegetta: No se, no parece un MOD o un habitante.

Rubius: ¿Debería llamar los demás?

Vegetta: No espera deja que haga su primer movimiento.

Y cómo si la hubiera invocado su mano señaló en dirección al suelo sacando rayos morados con ellos salieron tres guardias grandes de metal.

Los tres guardias corrieron en dirección al pueblo. La chica empezó a seguirlos sin prisa en su caballo.

Vegetta: Olvida lo que dije Manda mensaje a todos nos vemos en el centro del pueblo que se preparen.

Rubius: Espera a donde vas.

Vegetta: Hacer tiempo, tu trata de saber que hace la chica voy detrás de los guardias.

Rubius: Bien, con cuidado.

Vegetta: Siempre la tengo, tu ve con cuidado Osito.

Rubuis al escuchar su nuevo apodo se sonrojo, el chico de morado soltó una risa leve y salió corriendo, por otro lado el oso tomó su escudo y espada para seguir a la chica quien iba en dirección al bosque. Salió corriendo no sin antes mandar un mensaje rápido a los demás guerreros.

De: Rubius
Para: Todos

Chicos Vegetta y yo encontramos a un MOD o lo que sea, tres guardias van en dirección al pueblo nos vemos en el centro del pueblo, lleven armas la cosa se pondrá fea.

Buenas me tarde en volver, lo siento esto de la cuarenta y clases me mata la mente.

Pues estoy de regreso actualizaré casi del diario esta historia quiero terminarla y aparte subí una nueva apor si quieren verla se llama "Situaciones" esa no tienen nada que ver con youtubers pero igual es interesante.

Sin más nos vemos en el siguiente capítulo no olviden votar y comentar bye.