Killing Butterflies [Rubegetta]

Llorar.

Solo nos hacen gritar.

El de sudadera estaba esperando a su amado, nervioso y inquieto por lo que su Mahe le diría. La hora casi llegaba y con eso más nervios de parte del albino.

Estaba a punto de buscarle claro por que nuestro oso es un impaciente, cuando tocaron a la puerta se levantó de su sofa y corrió literalmente a la puerta.
Encontrando a Mahe un tanto triste o eso noto el albino.

Rubius: Hola cariño.

El chico lo tomo de las mejillas y le dio un corto beso ahora el quería tomar la iniciativa pero se sintió decepcionado al sentir que Mangel no le correspondía.

Mangel: Hola Ruben.

Esa tonalidad fría y seria de su amante le hacia sentir que algo malo pasa y muy malo, el albino lo invitó a pasar claro con una sensación de pena y culpa. Ruben era muy tímido y indeciso, era algo que siempre estaba tratando de quitar de su vida pero había ocasiones como esta lo hacían sentir así.

Rubius: Lo siento si te hice sentir incómodo, no era mi intención besarte sin que quieras.

Mangel: No, no es eso, iré directo al grano, terminamos..

El de lentes miro hacia abajo esperando un golpe o un grito por parte del albino pero al ver que no pasaba nada, miro hacia arriba y vio algo que hizo que su corazón sintiera culpa. Un Ruben con los ojos cristalinos, su cara pálida y leve temblor en su labio.

Rubius: ¿Por...que?

Mangel juraba que su voz se escuchaba forzada y casi entendible, solo veía como los ojos verdes intentaban no sacar las lágrimas retenidas del ahora su ex pareja.

Mangel: Lo siento, ya no siento lo mismo.

Rubius: ¡Lo siento fue mi culpa, te lastime, te incomode, dime!

El albino lo tomo de los brazos acercándolo a él, el de lentes se asusto pues las manos del chico lo lastimaban, Ruben tenia las lágrimas bajando por sus palidas mejillas, su rostro estaba pálido y su expresión era de desesperación.

Mangel: No fuiste tu, yo ya no siento nada por ti que no fuera amistad.

Rubius: No, no, no, no, no..¡No!

El chico lo soltó poniendo su manos en su boca, estaba temblando el se esmeraba por tratar de verlo, tener citas y hacerlo feliz. Pero se siente asqueado, confundido, triste y mal.

¿Donde quedo su esfuerzo?
¿Su amor?
¿Su dedicación?

Ruben: Por favor, vete necesito estar solo.

Mangel: Lo entiendo, lo siento y gracias por todo Rubius.

Fue lo último que escucho antes de correr a su cuarto y tirarse a la cama, cual niña pero se sentía mal y quería llorar toda el día y noche si es posible, estaba harto cada cosa que hacia buena para el terminaba en matar a sus animales sin querer, que desaparecieran y ahora en perder a la persona que ama, oh cierto que amaba.

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P

or otro lado Vegetta estaba mirando el horizonte desde su ventana sentado en una silla tomando un té caliente, tenía su cabello hecho un asco, ojeras y su piel pálida. Luzu lo visitó se entero, como el sabe quién sabe pero tal vez fue Willy el que le dijo o contó.

Luzu en su interior sabia que esto iba a terminar así, pero no creyó que tan mal, regresando al fan del color morado, este tenia ropa básica y/o cómoda para sentirse menos peor. Miro por segunda vez el anillo de plata, no, no estaba comprometido lo quería estar tenia planeado dárselo a Willy ya era tiempo quería tener una familia con el de boina pero dada las circunstancias, lo único que queda de recuerdo de su cruda realidad es ese anillo.

Vegetta: Y pensar que eramos un complemento.

Tomo un sorbo a su té y volvió a soltar lágrimas, guardando el anillo en su caja verde opaco, lo guardaría el más oscuro baúl que tenga. Recargo su cabeza en la mesa y cerro sus ojos, volviendo a llorar.

Al final los dos tienen sus lágrimas que los acompañaban en su triste soledad.

[...]

¡Hola! Buenas noches, días o tardes donde lean esto, termine el capítulo que mas me dolió, al principio no quería poner a mi Tito Rubius llorando pero era esencial.
Ni modos de ponerlo como un insensible?verdad?
Bueno espero les haya gustado, no olviden de darle estrellita, bye bye.