Vendida a los mafiosos© {Terminada}

Vendida a los mafiosos | Capítulo diecinueve

                                                          019  |  Custodia
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Todos comenzaron a levantarse y comenzar a salir viendo con asco los cuerpos, se detuvo frente a mi Andrew Torricelli hermano menor de Massimo

- Bien hecho cuñadita eres la mejor - dijo Andrew sonriendo me envolvió en sus brazos siendo seguido por sus mellizos

- Eres la mejor cuñada - dijeron al unísono Aitor y Asher sonriendo me abrazaron y yo me quedé como idiota

- Odio tener la razón - dije ocasionando la risa de Mía y Elliott quienes me abrazaron - dejen de abrazarme

- Fue impresionante verte usar de nuevo el arma - dijo Mía sonriendo divertida rode los ojos no era nada nuevo para mi

- Bien hecho cuñadita - dijo Darren sonriendo de lado mirándome palmeo mi hombro - deberías ir a ver a tu esposo

Hice una mueca todos salieron del comedor, me acerque a los cuerpos les di un segundo balazo asegurándome que ambos estuvieran muertos. Escuche pasos voltie Hulten me miraba junto a sus hombres, tome la punta del arma y se la tendi a Hulten quien la tomó

- Desaganse de los cuerpos, cortenles la cabeza antes - dije sería asintieron comenze a caminar hacia el despacho debatiéndome en entrar o no

Tome el domo de la puerta, negué el me hubiese buscado si hubiese necesitado algo. Solte el domo de la puerta y comenze a caminar hacia la salida, entre a la habitación que tenía aquí en esta fortaleza ví a Alabama mirando hora de aventuras con los niños.

Darío al verme se levantó y corrió hacia mi sonreí lo tome en brazos, salí con el camine hacia el jardín ignorando la mirada de todos necesitaba saber algo. Llegamos a el jardín me senté con Darío aún en el piso quien comenzo a agarrar las flores acaricie su mejilla

- Cruella de vil no te molestara más - dije llamando su atención me miro con sus ojitos llenos de ilusión acaricien su mejilla - ahora si me dirás que te hacia

Darío se levantó del piso, arrugue mi entre cejó confundida cuando se bajo los pantalones y levantó su camisa. Aprete mis puños al ver las marcas de los cinturones pase mis dedos Darío hizo una mueca, me dio la espalda ví pequeñas heridas aún abiertas las cuales sangraban poco hija de puta

                            ✧༺    Flashback    ༻✧

- Por favor mamá fue sin querer - dije llorando incada pidiéndole disculpas

- Esa botella vale más de lo que alguna vez tu podrás ganar ERES UNA ESTÚPIDA - grito Mamá molesta cacheteandome negué llorando ¿porque mamá era así conmigo?

- ¡Por favor Mamá basta! Ahhhh!!! Duele - grite llorando abrazando mis piernas

- OJALÁ NUNCA HUBIERAS NACIDO - grito Mamá molesta golpeando mi cuerpo repetidas veces

              ✧༺    FIN DEL FLASHBACK    ༻✧

Sali de mis pensamientos al sentir una mano en mi mejilla parpadee, Darío retiraba una lágrima rebelde que había escapado de mis ojos. Parpadee alejando las ganas de llorar sonreí subiendo su Jean, acomode su camisa con sumo cuidado lo atraje a mis brazos

- Es curioso ver todo lo que tenemos en común pequeño - dije sonriendo me miraba atento trague saliva no dejaría que lo tocarán no de nuevo - no dejaré que nadie más se atreva a tocarte y si lo hacen entonces se las verán conmigo de acuerdo

Darío asintió moviendo su cabezita repetidas veces, me abrazo lo rodee con mis brazos besando su cien apretandolo a mi cuerpo. Dario ahora sólo tenía a sus hermanos y tias pero nadie quería hacerse cargo de el con la excusa de que tenían una vida

Como es posible que dejen a su hermano a su sobrino en manos de alguien que odiaban y ella los odiaba. Darío no merecía una mierda así el estaba tan solo como yo, apesar de tener todo apesar de tener familia

- Ven pequeño vamos a comer - dije sonriendo se aferró a mi cuello rei besando mi mejilla - bien pequeño hombrecito agarrate fuerte

Darío me apretó a su cuerpo, me levante con cuidado de no tumbarlo comenze a caminar hasta que entre y fui directo a la cocina senté a Darío en la barra

- ¿Quieres pasta o pizza? - dije curiosa mirándo todos los ingredientes que habían

- Ambas - dijo Darío llamando mi atención asenti mirando los ingredientes

- Entonces ambas serán - dije sonriendo abri mis ojos sorprendida al darme cuenta de que me habló soltó una risita me acerque y bese su mejilla

Comenze a prepararle una pasta y la pizza la cual una vez preparada la metí a el horno, me acerque a Darío con una rebanada de Pastel de chocolate mientras estaba la comida ambos comíamos el pastel. Sonó el timbre anunciando que debía sacar la pasta y la pizza del horno

Camine hacia el horno y las saque con cuidado me servi pasta de lasaña y deje dos rebanadas de pizza lo demás lo deje enfriar

Me pare delante de Darío y ambos comenzamos a comer, tome una servilleta y limpie sus labios ambos terminamos de comer. Limpie su boquita tome uno de los vasos entrenadores lo llene de jugó de manzana se lo di

Darío lo tomó y comenzo a beberlo mientras yo me puse a limpiar lo que había ensuciado, escuche pasos levante la vista

- Así que tu y el niño se entienden - dijo Lorenza llamando mi atención es hermana melliza de Lucrecia

- Si nos entendemos - dije asintiendo mirándola brevemente termine de secar los platos - ¿Usted me odia?

- ¿Por matar a mi melliza? - dijo Lorenza enarcando una ceja mirándome asenti algo obvia negó soltando una risita - lamentablemente no no te odio ella obtuvó lo que merecía

- Creí que la quería - dije confundida mirándola Lorenza sonrió con amargura

- Lo hacia pero ella asesino a mis esposos e hijos - dijo Lorenza haciéndo una mueca abri mi boca incrédula río negando - ella no podía tener hijos y siempre nos envidio al vernos a nosotros con hijos

- Pero pudo haber adoptado - dije incrédula mirándola Lorenza negó mirándome

- Eso no está permitido en nuestra familia Hera los Torricelli hemos sido descendientes únicos, Lucrecia nos odio desde que éramos pequeños - dijo Lorenza haciéndo una mueca miro a Darío y acarició su mejilla mirándolo con algo de culpa - lo llevaría conmigo pero no tendría tiempo para el y el necesita tiempo alguien que lo eduque, te gustaría quedarte con el

- ¿Que? - dije sorprendida mirándola Darío me miraba ¿emocionado? - digo ¿puedo hacerlo?

- Si claro que puedes hacerlo, hablaremos con un juez sobre su custodia. Siendo esposa de Massimo Torricelli lo más seguro es que si te quedes con el - dijo Lorenza sonriendo beso la mejilla de Darío quien le sonrió devuelta estaba igual o peor de emocionado que yo - es agradable conocer a alguien tan extraordinario como tu Hera

Lorenza sin decir algo más salió de la cocina, mire a Darío quien aún seguía tomando su jugó. Eleve mis cejas haciéndolo reír sonreí me acerque y bese su mejilla cumpliría mi palabra