Capítulo 1

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Paris, Francia.

Era la mañana de un sábado con un cielo muy nublado, el viento fresco y una llovizna amenazando con caer pronto. La ciudad de Paris se encontraba en temporada de primavera, conocida por ofrecer unos climas muy frescos y agradables.

Nos encontramos en una carretera ubicada entre los bosques de árboles con troncos muy altos y ramas voluminosas, mostrando un bello color verde. Sobre esta, el auto de un joven profesor de educación primaria rumbo a la capital de su país, con fin de pasar unas buenas vacaciones al lado de sus padres, en la ciudad que lo vio crecer.

Su trayecto empezaba desde la ciudad de Versalles, donde vive actualmente debido a su trabajo. Hacía una media hora de camino gracias a los 25km que separaban a las bellas ciudades; justo ahora se encontraba a mitad del trayecto.

Tenía dos opciones; Tomar dirección por los distritos o alejarse solo un poco e irse por la carretera pegada a la naturaleza.

Por supuesto que escogió la segunda.

El timbre de su teléfono hizo presencia dentro del auto, robando su atención. Lo tomó y contestó la llamada de su madre.

- Hola mamá.

- Hijo, querido. ¿Ya vienes?

- Claro mamá, estoy a quince minutos de llegar a casa.

- Oh que gusto cariño, quería saber si podías hacerme un pequeño favor.

- Dime, ¿Qué necesitas? – el joven alejó el teléfono de su oreja y lo puso en el tablero de su auto, activando el altavoz para dar su mera atención a la carretera.

- ¿Puedes pasar a comprar un pay de manzana en alguna pastelería? Sucede que salimos tu padre y yo a comprar algunas cosas y olvidamos pasar a comprar uno.

El joven profesor se mostró gustoso al oír la palabra pay de manzana.

- Por su puesto mamá, ten por seguro el pay de manzana – un agradecimiento vino del otro lado de la línea – colgaré porque voy en carretera y ya comenzó a lloviznar, espérenme en casa.

Su madre se despidió de la llamada con un beso sonoro y colgó el teléfono.

Pasaron más y más arboles conforme el auto avanzaba, hasta que alcanzó a divisar como empezaba el distrito a las orillas de la ciudad. Condujo entre las colonias por las cuales ésta estaba dividida hasta llegar al lado oeste, donde residían las casas con un poco más de antigüedad.

Aquí las estructuras eran algo pueblerinas, pero sin perder el toque romántico que caracterizaba a la capital.

Lee Taehyuk mantenía una pequeña sonrisa en su boca, pues lo que lo rodeaba le traía sus pocos pero mejores recuerdos, como lo fueron su niñez y su adolescencia. Ver a sus padres después de todo un año lo ponía eufórico y ansioso. Ya podía sentir los brazos de su padre y las suaves manos de su madre en sus mejillas.

Él era el único hijo que la pareja tuvo, siendo muy querido por los dos.

Paró su auto frente a una pequeña pastelería con paredes de ladrillo y mesas en la acera, porque claro que no se le iba olvidar pasar a comprar su postre favorito. Su vestimenta relajada de tonos cafés lo acompañó al cruzar la calle, quitando de su frente algunos mechones de cabello que se desacomodaban debido al viento fresco.

Abrió la puerta del local y un tintineo sonó de inmediato. Se adentró hasta el mostrador, llenando su nariz del rico olor que permanecía dentro.

- Buen día, busco pay de manzana – mencionó mientras que su mirada divagaba por el gran refrigerador detrás del chico que lo atendía.

- Buen día señor, permítame un segundo.

Encontré a quien amar |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora