Capítulo 7

3 1 0
                                    

A Taehyuk le quedaba sólo una semana y cuatro días en París.

Bueno, a Taehyung... ahora se identifica como tal.

Los últimos tres días fueron una impaciencia total, de arriba hacia abajo con sus padres en todo tipo de actividades, dejándolo casi sin tiempo para poder recaudar las evidencias necesarias para volver a pisar aquella pastelería hecha de ladrillo.

Aunque, en realidad las únicas evidencias que tenía eran el collar de su madre, la canción de Elvis y una hoja impresa donde estaba aquella noticia que vio en aquella exposición. A lo único que más se aferraba, era a sus recuerdos y la esperanza de que Jungkook despertara en ese cuerpo.

No dejó de lado a sus padres, sabía que tenía toda una vida ya hecha a la cual le debía responder, sólo intentaría juntar sus vivencias y tenerlo todo, al menos esta vez.

Se dijo a si mismo, que, si no lograba nada en esa última semana y cuatro días, volvería a Marsella e intentaría olvidar todo, por que tal vez simplemente volvieron para volver a olvidar, para volver a superar. 

Nada ni nadie le garantizaban que Jungkook estaba dormido en ese hombre de la pastelería, ni siquiera sabía si sería bienvenido después del incidente del otro día.

Claro, Taehyung no contaba con que, en aquel local a esa misma hora del día, estaba Jeonsook perdido en la mente de Jungkook, serio. Su mente divagaba y su confusión no hacía más que estar presente.

Aún se cuestionaba, no podía parar de hacerlo. Debido a eso, tenía una distracción tremenda y ni siquiera ponía atención a lo que sus empleados hacían.

Jungkook también dejaría que las cosas fluyeran por sí solas, pero ¿a qué costo? Si su corazón volvía a salir lastimado, sabía que podría seguir con su vida como ya lo hizo una vez, pero ¿entonces quedaría condenado a vivir en un bucle vida tras vida?

Se preguntaba cómo sería el actual Taehyung, ese que cayó inconsciente la última vez que pisó su pastelería. ¿Seguiría siendo ese hombre rubio de poca seguridad, pero elegancia al hablar? Tal vez seguiría llorando de la misma forma o quizás tendría la misma risa que una vez amo escuchar.

Justo ahora, no podría descifrarlo, pues habían pasado días sin tener una sola pista o avistamiento de aquel hombre. Sus esperanzas caían poco a poco, de forma lenta, por que aún se aferraba demasiado.

Pero esperaría, a que Taehyung reaccionara.

Sin duda alguna ninguno de los dos estaba consiente. Pensaban que tenían que esperar a que reaccionaran entre sí para empezar de nuevo, cuando en realidad los dos ya estaban buscando su objetivo. Estaban perdidos en un laberinto buscando la salida, sin saber que estaba frente a sus narice

El sol estaba casi por esconderse cuando el tintineo de la pastelería hizo presencia.

Jeonsook estaba en el mostrador distrayéndose un poco en su teléfono, cuando levantó su vista, esperando que fueran aquellos ojos marrones entrando por esa puerta otra vez.

Y así lo fue.

Un hombre alto de cabello castaño, vestido con tonalidades beige y un suéter verde oscuro, como el de los pinos del bosque. Llevaba consigo un bolso negro y sus zapatos rechinaron con el piso limpio.

Fingió no verlo, por lo que bajó su mirada a su teléfono una vez más, antes de que Taehyuk le dirigiera la mirada. Si es que lo hacía, claro.

Con el rabillo de sus ojos, miró como avanzó hacia Woosik, y este lo atendió como a cualquier otro cliente. En este momento, se sentía como un adolescente desesperado.

Encontré a quien amar |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora