Viernes por la mañana y la lluvia no cesaba en la ciudad de Paris.
Eran las ocho y tres cuartos cuando Taehyuk salió de la casa de sus padres camino a una dirección que Minjae le había dado hace unos días, después de aquella plática tan peculiar.
Los edificios de la capital le daban un sentido de extrañez a sus pensamientos. Las gotas pegando en su ventana y la radio en un volumen bajo lo resguardaban en una paz momentánea dentro del auto.
La dirección que tenía en sus mensajes de texto quedaba en los distritos fronterizos de la capital, siendo zonas algo relacionadas con la naturaleza. La gente normalmente visitaba estas áreas cuando hacía un clima cálido, como en el verano, para hacer picnics y disfrutar de la vista.
Justo hoy el lugar se veía algo ensombrecido por la baja neblina y la lluvia refrescante. Taehyuk se dirigía a un local de hierbas curativas, según le explicó Minjae, pero contrario a eso, iba en busca de una persona que su amigo le recomendó.
Una vez llegó al lugar, dejó su auto al lado de la acera, para después bajar rápidamente para evitar mojarse.
Al abrir la puerta un leve tintineo de una campana se hizo presente, y el olor a incienso pegó en su rostro. Parecía un sitio tranquilo, formado por filas de vitrinas y macetas en las esquinas. Su fachada era de una madera oscura.
Pasó sus ojos por todas partes buscando algún empleado que pudiese ayudarlo, pero no encontró a nadie. Vio un muy pequeño mostrador a su derecha a unos cuantos pasos, cuando llegó, notó una pequeña campanita pegada a la madera, y la tocó.
Rápidamente un hombre mayor salió de una puerta tras este mismo mostrador, con ojos expectantes. Parecía de al menos cincuenta años, tenía canas y unos lentes cuadrados que reposaban en su nariz.
Taehyuk se adelantó a saludar.
- Hola, qué tal... buen día. Soy Lee Taehyuk.
- Mark – respondió el hombre, estirando su mano para corresponder a la de Tae - ¿Qué necesita?
Dudó.
- Mh, vengo por parte de Minjae, él – fue interrumpido.
- ¡Oh por supuesto! Recibí su llamada muy temprano y me avisó de tu visita.
El hombre llamado Mark no perdió más el tiempo e invitó a Taehyuk a pasar a la habitación de donde había salido. Al entrar, Taehyuk pasó sus ojos por cada rincón.
Las paredes eran blancas con detalles minimalistas. No había ninguna ventana, pero si un aire acondicionado. En el centro, un escritorio con una silla al frente; al lado, un sofá mediano.
- Toma asiento, por favor.
No se negó y se sentó en el sofá, dejando su teléfono a un lado.
- Bien Taehyuk, no perdamos tiempo. Soy Mark, un viejo amigo de la familia de Minjae; su abuela viene muy seguido a visitarme y él también, por diversas razones y motivos relacionados con mi trabajo. ¿Minjae te orientó sobre nuestras sesiones?
- Muy poco, a decir verdad.
El señor Mark había sacado una libreta de uno de los cajones de su escritorio, más un bolígrafo.
- Te explicaré, soy una persona egresada de la universidad de columbia; soy psiquiatra y todos estos años me he dedicado a estudiar la hipnosis regresiva, las conexiones entre sueños y las extrañas fobias que surgen en el ser humano, como tratamientos recurro a distintas sesiones según nuestro objetivo.
Taehyuk se descolocó al escuchar la palabra hipnosis, pero hizo lo posible por no demostrarlo. ¿A dónde carajos lo había enviado Minjae?
- Puedes sentirte tranquilo, trabajo con toda la profesionalidad. Podemos comenzar cuando te sientas seguro, y dime todo lo que piensas, aquí no existe la vergüenza porque cada mínimo detalle es muy importante. también puedes tomar esta plática como un simple desahogo y después decides.
Tardó un poco en lo que decidía que era lo mejor, si quedarse a hablar o irse del lugar, tal vez para buscar algún doctor que le diera medicamento para los mareos.
Pero por alguna razón, decidió quedarse. Debería dar resultado si su amigo se lo había recomendado.
Contó todo lo que había pasado desde que llegó recientemente a casa de sus padres, desde los malestares, el periódico que vio en la exposición, el collar de su madre y la extraña sensación de conocer a ciertas personas de algún otro lado, como lo fue con el trabajador de la pastelería.
El psiquiatra también preguntaba cada mínimo detalle, hasta que comenzó a preguntar por su niñez. Cuando Taehyuk intentaba recordar para responder a las preguntas, se daba cuenta que en realidad no recordaba mucho, y lo poco que sí, eran sólo imágenes borrosas.
Uno de sus recuerdos, era el de él siendo un niño muy pequeño, cenando en la misma mesa que sus padres y dos niños más a sus costados; los reconocía como sus hermanos, no obstante, Taehyuk tenía muy en claro que era hijo único.
Lo mismo pasó con su adolescencia.
Él estaba de frente a una joven mujer de piel blanca y pelinegra, quién tenía los ojos llorosos. Un sentimiento de cariño le hizo cosquillas en el pecho, pero a la vez notó como sus prendas eran partidarias de una moda muy antigua.
Se preguntaba si realmente esos recuerdos eran suyos, o tal vez alguna recreación del escenario en su mente. Esperaba algún día obtener respuesta a ello. seguro era solo su imaginación y estaba confundido.
Por último, el psiquiatra preguntó por la pesadilla que lo atormentaba desde hace una semana.
De pronto, quedó la habitación en silencio, sin ninguna otra pregunta o confesión.
Taehyuk decidió manejar la sesión como mero desahogo, pues le agobiaba el tener tantas perspectivas golpeando en su cabeza, sin mencionar que los malestares no cesaban ni un poco, quizás acostumbrándose a ellos.
El psiquiatra no dijo más que un simple "sigue tu intuición". Taehyuk se preguntó si era un verdadero psiquiatra o simplemente había comprado el título, sin saber que en el momento que se fue, el viejo Mark tenía sus pensamientos idos, preguntándose si era posible.
Si de verdad era posible.
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Encontré a quien amar |Taekook|
Storie d'amore" ¿Me volverás a amar hasta el día de tu muerte?" "Y en cada una de mis siguientes vidas, si es posible..." - final alternativo / no hate por favor