Golpéame en el corazón [XiXian]

3. Deséame amor (II)

Notas iniciales:

¡Me puse a estudiar! Cada escritor tiene su propia idea del omegaverse, intenté hacerlo coherente y luego pensé: bah, todos son diferentes en los detalles, hacedlo como se te ocurra.

Con todo esto quiero decir, escribir R18 omegaverse es más complicado de lo que creí, así que sean buenos conmigo. Nunca lo he considerado necesario y ¡de todas formas tenía que intentarlo! Porque es jugar con muchos elementos nuevos ¡deséenme suerte! ( ๑˃ᴗ˂)ﻭ

En fin ¿alguna vez les he dicho que no soy la persona más seria del mundo? ¡Cuidado al leer!

Quedó un poco largo, espero lo disfruten~

Y pese a que esta escritora tiene poco tiempo para responderles como se merecen, ustedes me han animado bastante ¡Muchas gracias a todos por su apoyo!

Desde sus votos, kudos y favs hasta los comentarios bien bonitos ¡gracias! (ಥ﹏ಥ)❤

PD. Ocupo las cursivas para las voces internas, las dominantes de cada género secundario.

***

Wei Ying entró corriendo en la habitación del hotel —¡Qué vista! ¡¿Esto sigue estando en planeta Tierra?! ¡A-Huan! ¡El agua es tan cristalina y... ahhh mira un pez, un pez, es un pez!

Lan Huan terminó de introducir las maletas que Wei Ying había dejado en la puerta de la cabaña. Admiró al omega frente a los enormes ventanales que daban hacia la playa privada que su tío había reservado.

Wei Ying regresó corriendo hacia Lan Huan, tomó sus manos —¡Estas van a ser unas fantásticas vacaciones!

Lan Huan sintió el calor de sus manos, la aspereza de los dedos que trabajaron incontables días y noches, sintió cómo vibraban y se sacudían de alegría y vida y cómo lo transmitían hacia él y él... él lo recibía, la sonrisa de sus ojos en medias lunas, la inflexión animada de su voz, todo.

En verdad, llegó a enamorarse, llegó a disfrutar estar enamorado. Muy en el fondo tenía miedo de sufrir como sus padres, de seguir su vida a lado de Meng Yao, continuando el ritmo que era adecuado, sintiéndose el reflejo taciturno en el espejo.

Atrapó los labios de Wei Ying en un suave beso, el omega se sorprendió un poco por el imprevisto gesto, pero correspondió con el mismo regocijo. No estaba mal amar o volver a amar.

—¿Damos un paseo por la playa?

Wei Ying depositó otro suave beso y negó —Primero quiero llamar a nuestros cachorros. Decirles que llegamos bien —Y que no tuvo ningún otro ataque de pánico, además de los dos primeros, al subir al avión. El terapeuta que aconsejó Lan Qiren era bueno.