Italia

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Este Shot fue parte del día 1 de la Carligor Week, espero lo disfruten y disculpas de antemano por cualquier fallo <3

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"En Italia hacen buenas pizzas"

Igor aún recordaba las palabras que el menor de los Gambino le había dicho hace un tiempo, cuando le había preguntado una vez más si seguía teniendo "precio".

Muchas veces pensó en eso, en todas las veces en que Carlo dijo que quería comprarle, todas las ocasiones en las que le hablo a su amo al respecto, siempre creyó que era simplemente porque los Gambino querían tener un sirviente como él o viendo cómo eran porque simplemente querían joderlo, pero aquella ocasión se había sentido distinta.

Y aquello seguía dando vueltas en su cabeza, incluso ahora, semanas después y mientras se hallaba en la mismísima Italia, solo que sin Carlo.

Se sentía extraño, se había acostumbrado tan rápidamente a la constante compañía del otro hombre, que ya no verlo más ni saber que fue de él, estaba mal, se sentía como algo incorrecto, no sabía como explicarlo pero no le gustaba esa sensación.

Por otro lado, Fedor tampoco estaba y también se sentía mal por ello, el hombre había sido como un padre para él después de todo, pero lo que sentía al pensar en Carlo era diferente.

Y eso era el quid de todo el asunto, sentir.

No sé suponía que Igor sintiera cosas, él no tenía sentimientos, se lo habían dicho, que le habían creado y perfeccionado para que fuera incapaz de sentir nada.

Pero entonces, ¿por qué había dolido tanto dejar a Fedor atrás aún cuando esté le ordenó irse?
¿Por qué al pensar en Carlo aquellas sensaciones se apoderaban de él?

Estaba defectuoso, lo sabía, pero ni siquiera le había dicho a Hai al respecto, dudaba que su amo reaccionará de forma positiva.

Así que Igor había estado guardando todo aquello para si mismo, simplemente siguiendo a Hai de un lado a otro, mientras se asentaban temporalmente en Italia, en un principio su amo había querido permanecer junto al mayor de los Gambino y José, pero cuando habían llegado al lugar donde vivía la familia del italiano y la señora Gambino se había enterado de todo lo sucedido en Marbella con sus hijos, había dejado de ser una posibilidad.

Igor tampoco había podido dejar de pensar en como había reaccionado la mujer, la matriarca de los Gambino a primera vista resultó ser una mujer imponente pero se había destrozado como un cristal cuando su hijo mayor contó resumidamente lo sucedido en Marbella y con Carlo.

Ella había estallado en lágrimas, totalmente exaltada le había gritado a todo el mundo, reprochandole a Toni no haber cuidado a su hermano e incluso reclamándole a Hai, al final esté y el propio Igor habían sido echados del hogar de los Gambino.

Toni le había dicho a Hai que no se preocupará, que cuando su madre se tranquilizara podrían volver a unirse y hablar sobre lo que harían, pero por ahora la matriarca Gambino no quería verles ni en pintura, así que era mejor para ellos mantenerse alejados.

Desde eso ya habían pasado días, Hai había conseguido una vivienda en una villa vecina a dónde vivían los Gambino, así que ahí permanecerían hasta que su amo decidiera algo diferente.

No había mucho que hacer, Hai estaba disfrutando de las maravillas que ofrecía "la bella Italia" e Igor, bueno, él no sabía que hacer y cada día que pasaba se sentía más intranquilo.

Se preguntaba como estaría Carlo, si lo habían detenido, ¿estaría bien? No quería pensar lo peor, se negaba, la sensación que sentía era peor si lo hacía, presentándose como un dolor sordo en su pecho que Igor no sabía como aliviar.

"Estoy tan jodido", pensó un día.

Apoyando sus manos en el marco de una ventana abierta de par en par, Igor observó el espléndido paisaje que se presentaba ante sus ojos, el lugar era mucho más pintoresco que Marbella y otros lugares en los que había vivido, entendió entonces porque Carlo siempre hablaba tan bien de su tierra natal y de repente su pecho volvió a doler.

Era una sensación opresiva, casi asfixiante, su agarre en el marco de madera se apretó, sus nudillos tornándose blancos ante la tensión.

Igor comprendió que extrañaba Carlo, quizá demasiado y no quería aceptarlo, pero también sentía cosas por él, no sabía que exactamente, solo sabía que dolía y que no le gustaban para nada estás nuevas sensaciones por ello.

Más Igor conocía lo que era el odio, lo había visto más de una vez, era algo que comprendía.

Por ello de lo único que estaba seguro era que odiaba sentirse así, odiaba como su pecho parecía apretarse cada vez que pensaba en Carlo.

Odiaba pensar en que le habían dejado atrás, en que lo había dejado atrás, odiaba el hecho de estar en la jodida Italia sin el hombre que le había pedido ir allí en primer lugar.

Carligor [Mini-Historias]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora