Carligor [Mini-Historias]

Tinys

Shot parte del día cuatro de la Carligor Week, espero disfruten<3

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Cuando cumplen once años las personas que poseen un alma gemela reciben una cápsula, en cuyo interior hay una pequeña vivienda y una versión miniatura de la persona cuya alma está ligada a la suya.

Nadie sabe su origen, pero algunos creen que estos pequeños seres llamados "Tinys" nacen de magia pura, reflejan todo lo bueno de la persona real, sus sentimientos más sinceros y su forma de ser, sin tapujos.

El día en que Igor recibió una cápsula fue toda una sorpresa, sobretodo para Fedor su "creador", el hombre tenía grandes (y un poco retorcidos) planes para el muchacho en los que no entraba para nada el hecho de que Igor poseyera un tiny y por lo tanto un alma gemela.

Igor no había sabido que hacer mientras sostenía la cápsula en sus manos, sus ojos habían mirado Fedor esperando alguna indicación, ¿qué se supone que debía hacer con eso?

El propio Fedor no lo sabía, guardó silencio durante largos minutos, su mente yendo a toda velocidad, pensando en como proceder con toda esa situación.

El hombre se jactaba de no tener escrúpulos para ciertas cosas, pero eso era diferente, no podía simplemente deshacerse del tiny de Igor, no tenía el corazón para ello o viendolo de otro punto quizá tenía demasiado.

El mismo después de todo había llegado a poseer un tiny una vez, antes de que el amor de su vida le fuera cruelmente arrebatado, Fedor sabía que negarle el suyo a Igor, negarle el poder tener un alma gemela, era algo horrible, no fue capaz de hacerlo.

Pero aún así las cosas no eran simples, Fedor todavía tenía objetivos en mente que deseaba cumplir.

-Escúchame bien, Igor.-había dicho entonces con severidad-Escúchame bien porque solo lo diré una vez y solo una vez.

El hombre entonces le hablo sobre lo que significaba un tiny, le indicó que debía cuidarle pues representaba una oportunidad única, de poder amar y ser amado incondicionalmente.

Fedor le había dicho siempre que al único que le debía algo era a él, que nada más debía importarle, pero ahora eso cambiaba desde ese momento, ahora solo dos personas debían importarle, el mismo y la persona a la quién representaba el tiny.

-Pero Igor, si llegas a fallarme algún día, si fallas solo una vez tendrás que despedirte de esta oportunidad.-amenazó Fedor.-Sabes que nunca miento.

-Si, amo.

Y claro que lo hacía, Fedor sabía que no sería capaz de hacer algo contra el tiny si el muchacho llegase fallarle, pero Igor nunca llegó a saberlo pues en todos los años posteriores estando junto a su "amo" nunca le falló.

En otra parte del mundo, las cosas para Carlo Gambino fueron más simples, él esperaba con ansias su cumpleaños número once para poder obtener un tiny como su hermano mayor, siempre le encanto la idea de un alma gemela, de tener a alguien que le amará para siempre.

En cuanto tuvo la cápsula en sus manos no había tardado en abrirla, ansioso de conocer a la persona con la que estaba unido, bajo la atenta mirada de sus padres y Toni, en cuyo hombro estaba posado un curioso Raúl, el tiny de éste.

Al abrirla reveló el hogar del tiny y entonces le vio, en aparecia parecía tener su edad, era un muchachito pálido, de cabellos negros, vestido con una camiseta blanca y pantalones negros, que le observaba con atención, sus oscuros ojos brillando con curiosidad.

-Hola.-le había dicho el menor de los Gambino.-Soy Carlo, ¿cómo te llamas?

-Yio ser Igor.-le había respondido el tiny con un acento bastante cargado.

Carlo había sonreído con cierta diversión, curioso y aún muy emocionado había comenzado a hablarle al pequeño Igor, preguntándole cosas y posteriormente presentándolo a su familia.

Sus padres todo el tiempo mantuvieron sonrisas en sus rostros, sintiéndose felices por sus hijos y por el hecho de que tendrían a alguien que les amará.

Igor y Carlo no se conocieron en persona sino hasta muchos años después, siendo ambos adultos y fue toda una sorpresa pues no sé hallaron en las mejores circunstancias teniendo en cuenta que la organización a la que pertenecía el ruso había medio secuestrado a Carlo y a Toni para hablarles sobre su pequeño negocio.

El propio Toni también se dió cuenta de quién era Igor apenas le vio, había estado apunto de decir algo pero Carlo había sujetado su mano, apretándola con fuerza y instandole a callarse, estaban en una situación difícil que no terminaban de entender, el corazón de Carlo latía a mil por hora pero se controlo, sabía que no era el momento.

Más cuando todo el lío estuvo aclarado, se despidieron del chino que se había presentado como Hai y esté se marchó con los suyos, Igor se quedó atrás, su vista puesta sobre Carlo.

El italiano también le observó, sintiéndose muy nervioso de pronto le indicó a Toni llamar un taxi o algo para que pudieran irse de allí y mientras tanto se acercó con pasos supuestamente confiados hacía el hombre del traje negro.

-Hola.-saludo entonces Carlo, con cierta duda extendió su mano hacia el contrario.-Ya lo sabes pero creo que sería mejor presentarnos oficialmente, soy Carlo, Carlo Gambino.

-Igor.-el hombre aceptó su mano, estrechandola.

Ambos sintieron una sensación cálida recorrer su cuepos entonces, como si fuera una pequeña corriente de electricidad, desde la punta de sus dedos hasta la planta de los pies, un pequeño suspiro escapó de Carlo y soltó la mano de Igor con cierta renuencia.

-¿Te gustaría venir y charlar un rato?-preguntó entonces.

-Por supuesto.-fue la propia voz de Carlo la que respondió, un par de tonos más aguda y proveniente del bolsillo de la chaqueta de Igor.-También sería genial si hubiera pizza, nos encanta la pizza.

Tiny Carlo se asomó entonces, observando a su versión real con una sonrisa traviesa mientras se sujetaba con sus pequeñas manos del borde del bolsillo.

-¿Es así?-Carlo no pudo evitar sonreír, la diversión grabada en su rostro mientras volvía su vista a Igor.

-Siabes que si gustar, Carlo.-fue Tiny Igor el que respondió entonces, asomándose del bolsillo del pantalón del Italiano y dirigiéndole un pequeño ceño fruncido antes de fijar su atención en Tiny Carlo.

-Pizza y charla entonces.-dijo Carlo.

-Pizza y charlia sonar como un gran plan.-Igor le observó directamente a los ojos, una pequeña sonrisa asomando en la comisura de sus labios.