// JOAQUÍN //
Me levanté muy temprano a arreglarme. Tenía que verme presentable para la madre de Emilio. ¡Dios! Estaba tan nervioso.Después de darme una larga y relajante ducha, decidí ponerme un jean, con un suéter blanco y una bufanda roja. Hacía bastante frío hoy.
Bajé a la cocina y de tan sólo ver a mi padre ahí, me tensé.
"Tú puedes, Joaquín." Me dije a mi mismo y suspiré.
-Buenos días. -Dijo sonriéndome y yo no pude evitar ponerme más nervioso.
-Buenos días. -Dije seco.
Saqué una manzana de la nevera y me senté en el mesón a leer una revista.
- ¿Eso es lo único que vas a comer? ¿No quieres que te prepare algo? -La verdad es que mi padre era un muy buen cocinero, pero no quería nada. Por simple orgullo.
-No. Gracias. -Dije y me bajé del mesón para subir a mi habitación.
¿Cuándo se irían de aquí? ¿Cuánto tiempo piensan quedarse? ¿Es que acaso no entienden que no los quiero aquí?
Aquí. La casa que mi padre compró. O sea, la casa de mi padre.Mierda.
De igual manera, no soporto la idea de tenerlos aquí. Si no fuera por Ryan... Ryan, ¡Ryan! ¿Qué habría pasado ayer?
Entré a su habitación y lo vi profundamente dormido. Moría por saber que había pasado ayer.
Me mataría, lo sé.
Empecé a saltar en su cama mientras gritaba que se levantara, incluso me tiré encima de él.- ¡Basta! ¡Juro que te voy a matar si sigues así! -Gritó.
Seguí saltando y él me agarró una pierna haciendo que cayera, soltando un grito.
-Eres el peor, lo juro. -Dijo sentándose en la cama mientras frotaba sus ojos.
-Cuéntame, ¿cómo te fue ayer?
Él me sonrió de oreja a oreja.
-Lo vamos a intentar. -No pude evitar sonreír también. ¡Ryan en una relación, sí! No más chicas.
- ¿Y quién es? Digo, hay muchas chicas llamadas Lindsay aquí.
-Lindsay Olinger. -Maldita sea, esa es la chica del grupo de Melody.
Melody, Barbara y Lindsay, son inseparables.
Suspiré.
- ¿Pasa algo? -Preguntó.
-Sólo que esa chica no me cae muy bien.
-Eso es porque no la conoces. Vas a ver que te caerá muy bien si le das una oportunidad. -Dijo sonriendo.
-Nunca antes te había visto defender a una chica.
-Siempre hay una primera vez. -Sonrió. Mi hermano está enamorado. O algo así.
Lo dejé dormir un poco más y me encerré en mi habitación.
Le mande un mensaje a Emilio, la verdad es que no quiero que se repita lo de ayer.
"Voy caminando hasta tu casa y de ahí, nos vamos a donde tu madre. No quiero que nos vean otra vez y empiecen a sospechar. De ese si no nos podremos salvar."
Emilio me respondió al instante.
"No. No quiero que vengas solo caminando. Prometo ser cuidadoso."
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Pequeño Eres Mío // [Emiliaco]
Novela JuvenilJoaquín Bondoni, y Emilio Osorio No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Emilio era dueño de sí mismo, Joaquín alg...