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Kate Argent 

Tal vez se preguntaran que hago en Beacon Hills, busco un alpha que se escapo del pueblo donde estaba antes, despues de varios meses de rastrearlo me tope que estaba en este pueblo de porqueria. Bueno no todo es tan malo, recuerdo que en este pueblo incendie y acabe con toda la familia Hale, bueno sobraron algunos aunque me encantaron los gritos de dolor que salian de las bocas de los chucos. En fin.

Pase a visitar a mi hermano y mi sobrina, ya a crecido mucho supongo que ya empezo su entrenamiento, no puedo esperar a que sea como la familia y caze su primer hombre lobo. 

Narradora

Cierto hombre lobo rondaba por una zona abandonada por un extraño olor, era un olor que se resultaba muy familiar. Paro en seco cuando noto una mancha de sangre, la removio en sus dedos y luego miro hacia el frente, escaneo el lugar hasta ver una sombra que se movio soltando un gruñido. Derek por instinto lo siguio.

No estaban solos, pues cierta cazadora habia llegado al lugar. Saco de su maletero un rifle y camino por un rato buscando a su presa.

Por otro lado Derek seguia al propietario de dicha sombra, escalo una pared hasta llegar al tejado. Kate se dio cuenta y apunto su rifle hacia el y jalo el gatillo. Derek callo al suelo removiendose por el dolor. Kate por su parte se dio la vuelta con una sonrisa topandose con la carro de su hermano, se dirigio hacie el.

-Entra - dijo con voz autoritaria-

-No me diras hola, gusto en verte -

-Solo puedo decir que guardes el rifle antes de que alguien lo vea-

-Ese es el hermano que amo, Chris hay mas de ellos -

-¿El alpha?-

-No lo se pero uno intento matarme -

-Y uno de ellos nos llevara con el, no sabemos si esta muerto-

-No puedo evitar matar a uno de ellos, si uno me ataca primero-

-¿Cuento tardara ?-

-Le doy 48 horas, si acaso -

Despues de eso Kate se subio al carro seguida de su hermano y se marcharon, Derek como pudo se levanto, se arremango su manga y reviso su herida, el dolor era insoportable y su preocupacion crecia. La bala aun no hacia efecto asi que aprovecho para irse a su vieja casa.

Cuando llego lo unico que pensaba en como conseguir la bala con la que le habian disparado pero recordo que Allison y Scott estaban saliendo, la mala noticia era que Allison no sabia nada de la transformacion de Scott. Despues de tanto pensar se quedo en una esquina sentando con fiebre, sudando y agarrandose el brazo. Estaba agonisando.

-Celina......- susurro -

Mientras tanto Celina estaba revolviendo llervas para crear otro polvo, quemo las llervas que estaban molidas en el pequeño molcajete que tenia, cuando las quemo un humo salio de estas y el polvo que salio era de color rojo, lo puso en un frasco pequeño de vidrio. Mientras lo reuinia escucho un pequeño susurro.

Celina...

Alguien la llamaba, miro por la ventana que daba para el bosque, pasaba mas de la media noche en ese entonces.
Abrió la ventana y saco medio cuerpo por ella recargando su peso en sus manos. 
Una mano le tocó el hombro.

-El te necesita - hablo la mujer -

-¿Quién?-

-Ve hacia el bosque y adentrarte en el, yo te guiaré -

Algo le decía que tenía que ir. Tomo un suéter delgado y una bolsa pequeña donde metió frascos con polvos de diferente color. Salto por la ventana y cayó encima de una rama lo suficientemente gruesa para sostenerla.
Bajo con mucho cuidado hasta llegar al suelo y como dijo la mujer se adentro en el bosque.
La mujer la guío hasta una casa vieja donde se escuchaban quejidos de dolor. Ella miro el sitio un tanto tenebroso.

-No temas, el está adentro nececita de ayuda, ve - dijo tocando nuevamente su hombro derecho y desapareció en ese momento-

Se dirigió hacia la entrada de la casa y se adentro en ella. Busco la fuente de los quejidos y era el mismo que chico que conoció hace un par de días.
Vio que tenía un brazo agarrado, lentamente se fue acercando a el hasta quedar frente a frente. Se arrodilló y vio la herida que tenía. Iba a examinarla bien hasta que una mano la detuvo.

-¿Quien eres?- pregunto con voz débil -

-Soy Celina -

-¿Celina? - la miro lo más que le permitieron sus ojos -¿Que haces aquí? -

-Vengo a ayudarte -

-No te preocupes, estoy bien mmmm- fue interrumpido por el dolor de su herida-

-Tranquilo, te ayudare en lo que esté en mis manos -

Celina saco de su bolsa dos tubos que contenían un polvo color blanco y el otro color morado, también saco un pequeño bote. Convino ambos polvos y los mezclo bien hasta que quedó un extraña combinación. Lo tomo en la palma de su mano derecha y la acerco concuidado a la herida de Derek.

-Te va arder - dijo para después untarsela en la piel -

Derek se quejaba por el dolor y sudaba más de lo esperado. Después unos minutos haci se calmo y se recostó en el piso

Celina recogió todo lo que había usado y lo metió de nuevo a su bolsa, estaba a punto de irse cuando una mano la detuvo.

-Se que es arriesgado que te pida esto pero porfavor quédate aunque solo un rato - su mirada era suplicante -

Ella lo pensó bien y creyo que no aria daño quedarse un rato.

-Esta bien, me quedaré pero solo un rato -

-Gracias -

Derek acomodo su cabeza en las piernas de Celina y ella se recargo en la pared.

El que dijo que se quedaría se convirtieron en horas y cuando reaccionó apenas estaba saliendo el sol, eso quería decir que se había quedado con el toda la noche.

Quitó la cabeza de Derek concuidado y se fue a su casa. Subió el árbol nuevamente y escondió sus polvos. Se acostó en su cama y cayó en brazos de Morfeo.

Vive, Sufre, AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora