XVII

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Narradora

Otro día común, o eso creía Derek.

Cómo cada día, el se ponía a entrenar. Colgado de una barra de madera lo suficientemente fuerte para sostenerlo a el y a su peso, subía y bajaba. Contando un número más en su serie.
Siguió en el mismo acto un rato más, hasta que un olor familiar se cruzó por su nariz. Era claro quien vino a buscarlo.
Rápidamente se soltó y sin ninguna duda fue abrir la puerta antes de está fuese tocada.

-Hola, ¿Estás ocupado?-

-No, en realidad no-

Se hizo aun lado para darle paso a su visita y una vez estando adentro de la casa Hale, procedió a cerrar la puerta.

-¿Y que has estando haciendo?- pregunto con curiosidad-

-Nada importante en realidad, solo me ejercitaba un poco-

-¿Ejercitabas?, Tu, un hombre lobo con numerosas capacidades se ejercita en la entrada de su casa. Me es difícil creerlo-

Derek soltó una risa ante el comentario de Celina. Era verdad. Los hombres lobo no necesitaban ejercitarse para mantenerse en forma. El lo hacía con la intención de liberar todo su estrés y angustia en ello.

-Bueno si no estás ocupado tal vez me puedas ayudar en algo-

Cómo siempre, la niña traía su bolsa con frascos de vidrio rellenos de polvos de colores o incluso, apestosos .

-¿Que son?- pregunto, dándose cuánta de las pertenencias de la niña-

Antes de responder, le dio una mirada sincera.

-Polvos, polvos especiales, cada uno tiene un poder especial y único. Estos son creados por personas especiales como yo-

-Cómo tú, ¿A que te refieres?-

-Bueno .......Hay personas en el mundo que nacen con un poder o habilidad. El tuyo, por ejemplo fue nacer como un hombre lobo. Otros son obtenidos mediante a la magia negra-

-No entiendo-

-Pronto lo entenderás, ahora necesito un lugar donde pueda ponerlos y posiblemente..... No dañar nada

Sin esperar mas, el joven los condujo a la primera planta del lado derecho donde había una habitación con escombros arrumbados y una mesa en el centro. Celina apreciaba cada esquina de aquella casa, imaginando que cada grieta, cada muro, escombro y pedazo de madera tenían una historia que contar. 

La casa había sido quemada, era evidente notarlo para ella. 

Las voces de niño y  personas, suplicando sacarlas de allí atormentaban los oídos de la niña quien volteaba a todos lados tratando de comprender. 

-¿Todo bien? - pregunto el mayor al escuchar  que los latidos de la menor aumentaban-  

-S-si... Solo que - volteo en la dirección contraria- Nada creí ver algo

-Segura- desconfió

-Si, ahora ayúdame-  

Ella deicidio no darle tanta importancia y se aproximo hacia la mesa para sacar cada uno de los frascos . En total eran 8. Cada uno tenia un polvo de diferente color, eran sellados por un corcho. Algunos desprendían olores fuertes pero dulces y los otros eran olores de muerte. 

-Como te dije anteriormente, todos tienen una habilidad especial como la manipulación de la mente, curación, protección y muchos mas- saco un cuaderno de su bolsa- en este cuaderno esta el procedimiento para hacer cada uno de estos polvos, necesito esconder todo lo relacionado con esto hasta que sepa como decir-celo a Scott- 

Vive, Sufre, AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora