[one side]

END

     La puerta se torció lo que dificultaba que se abriera, ambos padres se ayudaron para destrabarla —TaeHyung, hijo, ayúdanos desde dentro. —suplicó con voz temblorosa la madre del joven.

Oyeron la madera crujir del suelo desde el otro lado de la puerta, HoSeok y Jimin tuvieron el deseo de ayudar así que se levantaron, haciendo lo que pudieron hasta que cedió la madera y les permitió empujar la puerta y abrirla —¡Hijo! —gritó el hombre primero, entrando al cuarto junto al resto, que buscaban al joven en el suelo.

Pero no estaba ahí, lo que les llevó a mirar en otras partes de la habitación, descubriendo a alguien de pie frente al espejo mirándose de frente, dándoles la espalda. Su rostro no era visible, pero no fue necesario que se volteara para notar que no era TaeHyung.

Más alto, con un traje negro, sus cabellos grises cambiaron a un tono castaño y por último rubio, bastó que se sacudiera para que el traje se ciñera a unos músculos mejor trabajos » ¿Q-quién es usted? —exigió saber el padre de familia, sus manos temblando en desconfianza y rabia por ver a un desconocido en vez de su hijo—, ¿Dó-dónde está nuestro hijo?

Finalmente se giró, y HoSeok reconoció, aunque sus rasgos estaban ligeramente cambiados, que era aquel que entró en la casa antes —¿¡Qué le hiciste?!

—Cambiamos de lugar —fue tan fácil para él responder, más aun explicarse—, el cambio se logró de manera exitosa. Ahora es mi turno de vivir.

—No, no, no, no ¡Nooo! —devastada, la mujer gritaba y hasta se abalanzó contra el extraño, dispuesta usar toda su fuerza para despedazarle, sin embargo bastó de que levantara un solo brazo cuando estuvo cerca para empujarla con fuerza al suelo, lastimándole.

Su esposo corrió a su auxilio, protegiéndola por si un nuevo ataque ocurría, mientras ambos jóvenes estaban clavados en el suelo, incapaces de hacer algo o de decir algo, al menos HoSeok —Dime... ¿Qué hacemos para que vuelva? —JiMin tenía la esperanza de recibir ayuda, todavía no captaba de que ese era el culpable de que TaeHyung no estuviera con ellos.

Respondió luego de una risa —No lo harán, no volverá, ahora él estará vagando por la nada y ahora yo vivo. Ahora mismo debe de estarse desintegrando.

Pese al dolor en cuerpo, el grito de la madre no fue por sus heridas sino por la perdida de su hijo, así como el llanto del hombre que negaba a aceptar esas crueles palabras —¡Nuestro muchacho estará bien! ¡Tú monstruo pagaras por lo que has hecho!

—Ya veremos si les creen, en lo que consta a los demás, ustedes son una familia de locos que hicieron que su hijo se fuera, y si me preguntan a mí —empezó a caminar, acercándose al joven congelado por cuyo rostro solo caían lágrimas—, yo ahora estoy en la tierra gracias a ti, tus sueños me llamaron y vi una ventana. Mi oportunidad —acarició el rostro de HoSeok mientras le susurraba aquello—. Qué lástima que tu tía te hizo ser un canal entre mi mundo y el tuyo, pudo haberte ayudado a controlarlo pero tu madre la alejó de ti. Piensa en él antes de dormir, tal vez algún día le veas. —y se carcajeó en la cara del joven, rodeándolo listo para marcharse. Ahora en la tierra, con sus habilidades, podría retomar sus planes antes de que el tiempo reclamara su alma en los años que le correspondían vivir a TaeHyung.

Ignoró a la mujer débil en la sala que apenas y sintió su presencia, y luego se marchó definitivamente de la casa, dejando al matrimonio llorando la perdida de su primogénito, JiMin se desmayó y TaeHyung pasó a ser una de esas tantas desapariciones sin motivo y sin respuesta.

HoSeok jamás volvería a ser el mismo luego de la marca tan profunda que dejaron en él esas palabras, HoSeok se perdió en el daño irreparable de la perdida y del dolor.