Capítulo 20

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¿Cuál fue la última vez que vio a Sanji estar cerca de él? ¿O mínimo, verlo desde lo lejos?

Se divagaba profundamente en su interior tratando de tener aunque sea una pieza de recuerdo, procesando con cada detalle sentado sobre el sillón, con los utensilios de limpieza a sus alrededores.

Miraba fijamente y sin ningún interés al suelo, con la barbilla sostenida por sus manos ásperas, dañadas por las incontables veces que había tocado el cloro el día de hoy. La esposa y la pequeña se encontraban en sus respectivos lugares de aprendizaje, la mujer en las labores universitarias y la niña en la guardería, conviviendo con los más pequeños y socializando con la gente mayor; mientras que él, habitaba en la comodidad de su casa, el cual estaba a medio limpiar.

-¿Qué día fue? ...Carajo, no recuerdo bien.

El cerebro ponía su esfuerzo y batallaba bastante para que la memoria saliera y pudiera descansar como es debido, sentía su frente calentarse a grados altos y probablemente el dolor de cabeza lo atacará con furor.

-Vamos, vamos. No puede ser tan difícil cerebro estúpido... ¡Zoro piensa por una vez en tu maldita vida!

Luego de darle tanto esfuerzo, aquella imagen viva abarcaba la totalidad de pensamientos del hombre moreno, sintiendo el gran momento, el aire y la estupenda movilización de esa memoria. No podía creer cuál era la última vez que sus ojos se regocijaron de la divinidad del rubio, de su resplandor tan bellísimo, tan lejano en esa oscuridad...tan elegante, pero con suma tristeza en el rostro.

Esa noche la recordaba perfectamente bien, como no olvidarla.

Su boda...en el momento en que todos los invitados empezaron a bailar con las músicas puestas para tener una diversión y gran disfrute en esa fiesta.

El había salido al patio del gran local el cual se encontraba perfectamente decorado, tomaba un profundo respiro por la presión que sentía al estar dentro de la multitud. La familia de su mujer no dejaba de recriminarle por el tipo de persona sin futuro que era, no dejaban de mirarlo con disgusto y los familiares que apenas conocían, empezaban con la fiscalización de pies a cabeza.

Definitivamente, una gran presión y tormento en el alma para todo ser humano que está viviendo en las mismas o peores circunstancias como lo está él. Y su ánimo no podía estar más derrumbado por el sucio suelo, cuando lo vio.

Su amado rubio. El cual había compartido noches hermosas y exquisitas, con el sujeto que se aventuró de la verdadera existencia del amor y su gran significado, con el que dedicó y prometió dar su vida en cualquier peligro que se interpusiera en su relación y en él; aquel joven que amo con tanto pasión...siendo consolado por otro hombre.

Derramando lágrimas de decepción y aflicción por los meses anteriores de su enamoramiento derrocado en lo profundo de las tierras vírgenes, y estropeado aún más por ver la escena donde era entregado hacia una mujer que verdaderamente ama y es digna de estar con ese pobre imbécil.

No era un llanto que pudieran escuchar los invitados y el personal de servicio, más bien, se trataban de sollozos silenciosos que se intentaban apagar por la ayuda humana que lo tenía abrazado y tomando el papel de ser el soporte de sus desgracias.

Intentó acercarse ante el hombre, pero la cobardía ganó al espíritu por lo que sus pies quedaban plantados en una gran decoración de arbustos y flores, donde difícilmente podía ser visto por aquellos dos.

-Lo único que quería... ¡Era un maldito mensaje de cara a cara, para entender que la relación que llevábamos tendría que terminar! ...yo jamás le haría la vida imposible, jamás lo amenazaría...no me gusta ser así, lo detesto...prefiero que decida.

-Es un hombre cobarde. Si realmente te amaba, si realmente te quería...te diría las cosas tales y como son. Pero prefirió guardarse su pecado y seguir con la otra vida que tenía.

Las palabras del rubio le dolieron, ocasionando grandes y devastadores vacíos en el corazón, perdiendo las supuestas mínimas oportunidades para seguir a su lado. En cambio, la oración relatada del otro sujeto, lo indignó...llenando su mente de odio por hablar así de él con el joven.

<<Pero...tiene razón ese sujeto...sólo soy un idiota que huye de los problemas que provoco, y más si se trata de cosas o personas importantes>>.

-Siento decepción...una gran fatiga en mi cabeza. No dejo de pensarlo y se que debo de dejarlo ir... ¡Él es feliz con esa bella dama y yo debo de aprender a respetar, a pesar de que no quisiera! ... Aparté...tampoco soportaría ver destrozada a Robin-chan, yo tuve la culpa por haberme enamorado de un hombre que ya estaba destinado a otra persona.

-Ambos fallaron y ambos tuvieron la culpa...él va hacer una nueva vida, un nuevo futuro próspero con aquella mujer. Y... ¿Qué harás tú? ¿Qué pretendes hacer?... ¿Te quedaras derramando lágrimas a lo estúpido, por un hombre que te dejó como si nada? ¡¿Quién no lucho por estar contigo?! ¡¿Y el cual todavía tuvo el descaro de mandarte una invitación a su boda?!

Sanji calló, vio la molestia que él hombre tenía. Sus palabras eran duras, pero ciertas...tenía que afrontar ese dolor malicioso, tenía que dejarlo ir a la voz de ya. No había la necesidad de seguir sufriendo y desperdiciando gotas saladas de sus ojos por un patán, un bueno para nada como lo era Zoro. Lo miró con la vista llorosa, admirando el semblante de seriedad que portaba su consolador...tan decidido por lo que iba hacer y sin miedo a la respuesta que obtendría.

-Es hora de que tu también hagas lo mismo...que empieces a vivir de ahora en adelante, algo nuevo y algo que te guste, dejando atrás todo hundimiento de emociones. Empieza desde cero y veras las maravillosas oportunidades que el destino te traerá
...Disfruta...
Goza...
Come todo lo que el mundo te dé, y no te arrepientas de las noches locas que pasaras.

Zoro reventó de furia al ver cómo aquel sujeto besaba apasionadamente al rubio, impidiéndole entrar en acción y hacerse el héroe por el aura pesada que transmitía; pero lo que más le torturó con pesadez en el pecho, fue la contestación de Sanji ante ese ósculo que le brindaban. La cavidad de esa boca y de aquellos labios que se apreciaban al tener contacto con los suyos, estaban siendo invadidos por otro ser humano que posiblemente le brindaría la felicidad y la seguridad que se merece.

No interrumpió, no relincho en voz alta, solamente los dejó en el nuevo mundo que formarían, prefiriendo ir se con gran infelicidad en el alma, a la bulla de la fiesta.

...

-Oh...fue mala idea recordar eso. Ahora me siento más inútil que todos los días.




Continuará.

Ósculo: es el sinónimo de beso, pero también se pue relatar en la zoología, como la cavidad atrial de las esponjas, en otras palabras, boca.

Lo busqué en google jajsjeje.

Pequeña explicación de lo sucedido por estos hombres.

Ala, nos vemos en los siguientes capítulos. Los quiero.

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