El baile comenzó a relucir entre los recién casados que sincronizaban a la perfección sus pasos; los invitados que estaban dispuestos en bailar con los novios, se maravillaban por el gran ángel de vestido blanco la cual portaba una sonrisa esplendorosa, como movía sus pies y caderas al ritmo de la música lenta, como daba miradas seductoras y tiernas a su marido...el cual, no le quedaba de otra que corresponder esas facciones perfectas de su mujer de la eternidad.
Nami los miraba dificultosamente desde su lugar, la multitud de señoras que estaban en la fila le tapaban el gran espectáculo por el cual todos andaban embobados y sonrientes.
<<Si me muevo un poco, me quitaran el lugar>> pensó por sus adentros para que se quedara quieta y cerrara por un momento sus ojos, dejándose llevar por los sonidos emitidos de los grandes y pequeños instrumentos; se dejaba llevar por su gran imaginación en donde sus oídos se enfocaba en la risa cálida de su gran amiga Robin.
No podía ver una escena tan pasmeante en su cabeza, que hizo que sus párpados se abrieran velozmente y una punzada en su cabeza se hiciera presente.
<<¿Pero en que estoy pensando? >> se dijo así misma con las mejillas realmente sonrojadas, no podía evitarlo, se le estaba saliendo de control todo ese asunto de un amor imposible hacia la pelinegra. Su corazón comenzó a palpitar fuertemente por el gran desespero en volver a tenerla en sus labios. <<Esto es incorrecto Nami, ya esta casada, ya tiene un marido y pronto una familia. Es hora en que te olvides de esa noche...es tu gran amiga, tu gran familia>> las punzadas en su corazón se hacían cada vez más fuerte, la presión que estaba sintiendo era llenado de la gran tristeza de su amor.
...
Sanji era otro cuento de nunca acabar.
Él realmente veía a la perfección el gran bailable de esas dos personas importantes de su vida, donde una estaba siendo tratada de ser olvidada para siempre.
Suspiros y suspiros era presentes ante él, captando completamente la atención del pelinegro.-¿Estas bien? - lo miró de reojo para que según él no se viera tanto su interés.
El menor lo miró apenado por el terrible cometido de los suspiros largos, ¿y cómo no ocultarlo?, sentía un vacío lleno en su pecho, sentía un vacío inolvidable en el alma. Quería llorar de triztesa, de la decepción y odio hacia sí mismo.
Trafalgar sintió la incomodidad y la gran presión del rubio, titubeó un poco para que luego se girará a él.
-Oye, perdón por entrometerme en asuntos que no me pertenecen, pero... ¿Hubo algo entre tú y ese hombre? - Sanji se asustó por descubrirlo y tembló de nerviosismo y susto en escucharlo, lo miró dudoso para que retrocediera dos pasos y se chocará accidentalmente con un señor, quien tan sólo por el movimiento brusco se quejó.
-¿Pero qué haces, imbécil?-.
-Perdón, fue mi mal en decirle algo. No sé preocupe señor, mi amigo está preocupado por asuntos amorosos así que no sé desquite con él; es más esto es una fiesta- inmediatamente agarro la mano del rubio para llevárselo al gran jardín del local.
...
La música que abundaba en sus espaldas de la otra pared traspasaba con disminución dando un poco de calma a toda la situación.
Los dos hombres se habían sentado en las bancas adornadas haciendo nuevamente suspirar al rubio; ya no le importaba si se perdía el festejo y darle un gran recuerdo a su amada pelinegra, ya no sentía las ganas de seguir allí.Trafalgar observo el cambio de expresión repentino de su compañero y decidió volver a preguntar, realmente no le tendría que interesar para nada del mundo, pero era su objetivo, era su misión desde hace tres años y no lo perdería de vista para nada del mundo.
-¿Había una relación entre tú y ese tal Roronoa? - pronunciar ese simple apellido le causaba náuseas, le invadía la frustración y sólo tenía las grandes ganas de golpearlo horriblemente hasta desangrarlo.
-Éramos pareja...- se quedó hasta allí, ya que no quería perjudicar más la relación de ellos, no quería que sean reclamados por los demás familiares por simples estupideces que salieron de su boca por la tristeza que tenía.
-Wow...- exclamó con cierto enojo, realmente no soportaba a ese peliverde de aliento a borracho, desde esa vez que lo conoció jamás olvidaría la vergüenza que pasó entre todos sus compañeros.
Sanji levantó la mirada para enfocarse en el cielo oscuro, se estaba relajando y su mente se estaba llenando de calma; su expresión había cambiado y eso le agradó al más alto.
-Simplemente, fuimos unos idiotas-.
Continuará...
Eweleee culer@s, lavense las manos con agua y jabón; se me cuidan un chingo cabrones si no les voy a partir su jeta.
Los quiero💖.
PD: tiempo sin actualizar porque realmente no se me ocurría nada.
ESTÁS LEYENDO
Solo tú
FanfictionEntre las personas se hacen creer que son solamente normales. Entre los amigos se hacen creer que son como uña y mugre. Entre sus novias se hacen creer que las aman de verdad y que jamas las lastimarian. Pero la realidad... Son dos personas que se...