Capítulo 15

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Narra Luffy.

El tiempo había acabado y no hubo perdón alguno.
Sanji y Zoro tomaron caminos diferentes donde dejaban en claro en que no volverían jamás, aceptaron su destino que no era estar juntos...hablaron normalmente como si no hubiera pasado nada.

Zoro nunca canceló su boda, es más, adelanto la fecha porque según él ya se sentía listo, pero la verdad...no era así. Se podía ver sus rasgos de tristeza que quería ocultar, su actitud era a un más pésima que antes y pocas veces lo veías salir de la casa de Robín.

Sanji era otro caso diferente, su salud estaba mejorando, pero la felicidad en su rostro...no aparecía. Por más tonterías que haga...ninguna funcionaba.

Pareciera... Como si realmente no se hubieran conocido jamás, y que en la vida no se querían volverse a ver.
Me rompía el corazón...eran y son mis mejores amigos...son los que podía compartir más tiempo y enseñarles todas mis babosadas, ya que ellos me seguían y no se hacían a un lado como los demás y me miraran extraño.

Hoy estaba en camino a una tienda de ropa elegante, Nami me traía a fuerzas ya que no quería sentir sé solá en aquella tienda grande que no le encuentro ni un chiste.
Íbamos a buscar los mejores trajes que se podían ajustarse en mi cuerpo y  ella buscaría otro, para un invitado que realmente ni sé quien es.

-Luffy, pontelo- no dije nada, no tenía ganas de hablar haciendo que se diera cuenta pero a un así se quedara callada.

Estaba por quitarme la ropa para ponerme el traje por completo, pero un mensaje me detuvo. Rebice de quien era ya que mi celular estaba vivrando demasiado, podía ser algo importante o una emergencia.

-¿Cuando es la boda Luffy?
¿Te estoy interrumpiendo?
Puedes contestar me más al rato, si es que quieres-.

Era Sanji, se notaba que no le interesaba ni un poco, no quería ver le la cara a Zoro...pero a Robín...por más que ya no haya nada entre estos dos y por más que Zoro seguía con ella aunque su relación estuviera al flote... Tenía que verla, es su dama apreciada que la ayudó con mucho amor en sus aniversarios de ella y del otro, los regalos perfectos, las comidas deliciosas y los detalles más simples, fueron hechos por Sanji para que Robín se los diera a él.

-5 de mayo-.

-Oh, la otra semana por lo que veo-.

Yo sabía que estaba triste, no puede ocultar para nada sus expresiones al igual en su forma de escribir por texto.
Se había desconectado dándome la indicación que ya no quería platicar, guarde el celular en el bolsillo de mi pantalón que ya estaba en el asiento mientras me incrustaba el otro, ya vestido completamente salí sin ganas del probador para que pudiera ser visto por Nami y...¿Un hombre?

<<No es de confianza...>> mire sus brazos que estaban repletos de tatuajes al igual que sus dedos.

-Wow... Luffy... Te vez estupendo- contesto Nami sonrojada y admirada mientras era jalada hacia el cuerpo de ese tipo, como si la estuviera protegiendo
-Oh, cierto... Luffy el es Law, mi novio-.

-Para ti soy Trafalgar- no le hice caso absoluto para que me dirigiera a ella.

Al tenerme al frente, veía con paciencia y encanto el traje que quedaba a la perfección en mi cuerpo.
Comenzó hablar sin siquiera ser escuchada por mi mismo y por el otro, no me debía de confiar, tenía que alejar a Nami de él; con solo ver su aspecto te da la sensación de que es tenebroso, que mataría a cualquier persona que se le cruzara a su antojo...como si fuera una copiá casi exacta de Zoro, pero peor.

-¡Luffy! ...- reaccioné al grito que me había dado, estaba tronando sus dedos en mi cara -¿Te encuentras bien? Has estado muy distraído últimamente, me preocupas-.

-Estoy bien... Sólo...necesito llegar a casa de nuevo, dejé algo muy importante- volví otra vez al cuarto para que me quitara estas prendas estorbosas y me pusiera la que había traído antes.

Volví a salir para entregarle el traje a Nami, le dije que nada más quería ese y que al rato se lo pagaría...tenía que salir de allí, no podía tener enfrente a ese tipo...me sofocaba en sólo ver lo.

-Luffy-Ya... Quiero que le mandes saludos de mi parte a Zoro... Lo esperare con ansias en la mesa de la fiesta de su boda- su tono era horrible, me daba miedo en pensar que es lo que haría con él, dejó a un lado a su novia para que se acercará a mí con pasos rectos, como si me tratara de  una de sus víctimas. Se agacho un poco por la altura que teníamos para que se acercará a mi oído y de un susurro me dijera - Dile a Sanji...que lo sacaré a bailar...y no me importa si esa maldita estúpida zorra que tengo de pareja se da cuenta. Si te metés en esto, en mis planes, en mis asuntos...la pagarás muy caro... ¡Luffy-Ya, fue un gusto conocerte! -.

No entendía nada... ¿Acaso...me amenazó con meterme en sus planes?

...

Narrador.

-¿Este se ve mejor...? ¿O el otro?... - Sanji se probaba las mejores prendas que tenía en su closet, ninguna le agradaba en como se veía en su cuerpo...lo sentía...fatal -Una puta mierda me queda- suspiró con estrés para que los tirara de nuevo a la cama.

Se sentó en la orilla de esta para que pusiera sus manos en la cara, no sabía que hacer, no sabía cual llevar, no se sentía a gusto con ninguno.

-¿Qué voy  hacer?... No le quiero fallar a Robin-Chan-.
 
Se tiro sobre está para que mirara el techo, el sueño lo estaba invadiendo y eso no quería. Los minis golpeteos en la puerta hizo que reaccionars otra vez mientras iba a atender con un bostezo, entre abrió la puerta para ver de quien se trataba.

-Sanji, necesitamos hablar- era Luffy quien estaba completamente sudoroso, lo dejó pasar para que este se fuera rápido a su cocina y agarrara un vaso de agua.

-¿De qué quieres hablar? ¿Hay algún problema?- el menor asintió rápidamente mientras se trataba toda el agua, dejó aún lado el vaso para que se dirigiera a al rubio y así poderle agarrar sus manos.

-Necesito que no te juntes con Trafalgar- el rubio lo miro confuso.

-¿Hablas del novio de Nami-San?-.

-Sí... Te lo pido Sanji, no te juntes con él, no sé que es lo que trama contigo...no quiero que te hagan daño... te vigilare y me puedes dar una señal por si se te acerca o te hace algo-.

El mayor sonrió con ternura para que pusiera su mano en la cabeza del menor y comenzara a revolver sus cabellos negros.

-No te preocupes, no me acercare a él... Aparte, ya estoy lo suficientemente mayor como para que me estés cuidando Luffy...sabes...yo también me puedo salvar el trasero-.

-Lo sé, pero eres como mi otro hermano y si te pasa algo...no me lo perdonare-.

-Tks, maldito-.

Continuará.

Algo importante...

No me gusta el Lawlu así que posiblemente no haya, vean que estoy diciendo posiblemente cabrones porque puede ser que si se me antoje ponerlo.

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