Capítulo 12.

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___________.

Mis ojos se llenaron de lágrimas en un tiempo récord. Pero no quería llorar, no quería mostrarme débil frente a ninguno de ellos dos. Quería ser fuerte.

No entendía por qué Jaxon estaba actuando de esa manera. Estaba empezando a creer que todo esto estaba afectando su mente.

Pero lo entendía, y creía que él tenía razón, pues me había encontrado besando a su hermano.

Si, estaba en lo cierto: yo era una zorra.

— Jaxon, es mejor que te vayas —dijo Justin, que se encontraba parado al frente mío, dándome la espalda—, hablarás con ella cuando te encuentres más calmado.

Jaxon empezó a reírse eufóricamente. Fruncí el ceño. ¿Había bebido? ¿Era por eso que estaba actuando de esa manera?

— ¿Quién crees que eres tú para darme órdenes a mi?

— Soy tu hermano mayor —afirmó con sarcasmo. Nunca había visto a Justin tan tranquilo como hoy. Estaba de un humor completamente diferente.

Su espalda ancha tapaba casi toda mi visión, así que era poco lo que veía de Jaxon, pero me di cuenta de que él también estaba a punto de llorar.

Nunca había visto a Jaxon llorar.

Se me partió el corazón.

Justin al ver que su hermano no hizo nada para obedecerle, le dijo:

— Jaxon, quiero que te vayas ahora mismo de mi casa.

— ¿Para así poderla follar de una buena vez?

— Ya lo hice, hermanito, así que no tengo prisas, pero quiero que te vayas.

Jaxon no dijo absolutamente nada. Su rostro tampoco expresaba nada. Él sólo miraba fijamente hacia donde estaba yo, sentí su mirada intimidante quemar en mi rostro, así que baje la mirada.

Sin decir nada, él dio media vuelta y comenzó a caminar hacia su auto, se subió a este y aceleró. Lo seguí con la mirada hasta que desapareció.

— Así que... —Justin se volteo para mirarme. Puso una de sus manos en mi rostro y empezó a acariciarme. ¿Qué demonios?—, ¿quieres entrar y calmarte?

Negué con mi cabeza. Di un paso hacia atrás, y él lo entendió, así que la mano que tenía extendida la bajó, pero no dijo nada. Tuve la necesidad de disculparme.

— Lo siento...

— ¿Sientes qué? —dijo fríamente.

— Sabes lo que quiero decir, Justin yo...

— Cállate —escupió. Camino por mi lado y rozo su cuerpo con mi hombro, haciéndome tambalear.

Me quede mirando hacia el piso, hasta que sentí la manera en la que Justin cerró la puerta de su apartamento.

Me quede allí, mirando hacia el vacío hasta que recordé que las cosas que traía estaban allí.

Camine rápidamente y toqué la puerta con toda la fuerza que pude.

Tuve que tocar unas cinco veces, antes de que Justin abriera la puerta bruscamente haciéndome sobresaltar.

El tomo mi rostro en sus manos y junto sus labios con los míos, antes de que pudiera darme cuenta, me adentro a su casa.

— ¿Puedo follarte, _________?

Mi corazón de aceleró.

Oh Dios.

Insensible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora