En la mañana del domingo había despertado con dolor de cabeza, así que, me había tenido que levantar más temprano de lo común a tomarme dos aspirinas para después volver a la cama.
No había hablado con Jaxon, él ni siquiera había intentado buscarme. Tal vez se debía a mis palabras secas y groseras de la última vez que hablé con él.
De todas maneras, se lo tenía bien merecido.
Estaba intentando relajarme en mi cómoda cama, cuando mi celular sonó anunciado que había llegado un nuevo mensaje de texto.
Rogué a Dios con todo mí ser que el mensaje no fuera de Justin.
Me acerque a donde estaba mi teléfono celular y lo tomé delicadamente.
Di un pequeño suspiro de alivio cuando leí en la pantalla que el mensaje era de Jaxon.
"Nena, estaré en la puerta de tu casa en diez minutos. - Jaxon."
En esos cortos diez minutos traté de arreglar mi apariencia de hoy-tenía-planeado-pasar-todo-el-día-en-la-cama.
Jaxon llego exactamente diez minutos después.
Cuando abrí la puerta, lo primero que hizo fue besarme lentamente, demostrando lo arrepentido que estaba por lo que había hecho el viernes. Había sido un error bastante grande, él lo sabía, en su mirada triste y afligida también se podía notar lo arrepentido que estaba.
— Hola, nena.
— Hola —me miró un poco desconcertado por mis frías palabras—. Entra.
— Nena...
— Jaxon, por favor, sólo olvídalo. No quiero hablar de eso ahora, las cosas para mí están bastante claras, así que sólo déjalo de esa manera —él entrecerró sus ojos por un momento, pero después asintió levemente con la cabeza—. ¿Te molesta si me doy un baño? Puedes esperar arriba en mi habitación si quieres.
— ¿Y si mejor me doy un baño contigo? —negué con la cabeza ante su petición. Él se dio cuenta de que sus palabras eran erróneas y suspiró—. Está bien, nena. Lo siento.
Sabía que él había entendido lo que yo había querido decir.
Es decir, lo había acabado de perdonar de nuevo por un error que ya había cometido varias veces y sólo cuando vio que ya las cosas estaban bien, venía en busca de sexo.
Yo había podido olvidar su error, pero él simplemente tardaría un poco en volver a recobrar los derechos que tenía conmigo. Esta vez no sería tan fácil. Tal vez así aprendería a valorarme un poco más.
Me metí al baño de mi habitación y me desvestí con facilidad. Cinco minutos después, escuché como Jaxon subía las escaleras y entraba a mi habitación.
Traté de relajarme y darme un buen baño. Cuando estuve lista, enrolle una toalla sedosa blanca alrededor de mi cuerpo y con otra, sequé mi cabello un poco.
Lo primero que vi cuando salí del baño, fue a Jason sentado en la orilla de mi cama con mi teléfono celular en su mano derecha, mientras que su mano izquierda la tenía cerrada formando un puño.
Sus ojos me miraban con furia.
— ¿Me puedes explicar qué coño es esto? —extendió su mano para que yo pudiera tomar el celular. Lo tomé ligeramente y leí lo que parecía ser un mensaje de texto.
Mi corazón empezó a latir rápido cuando empecé a leer cada una de las palabras que contenía aquel mensaje.
"Lo perdones o no, yo igual puedo follarte mejor que él, nena. - JB."
Cuando terminé de leer, lo único que fui capaz de hacer fue mirar con miedo a Jaxon que aún se encontraba sentado en la cama, mirándome. Sus ojos fríos y llenos de rabia. Ahora tenía sus dos manos cerradas en dos puños que cada vez apretaba más, haciendo que sus nudillos se tornaran de un color blanco.
— ¿Puedes explicarme que hace mi hermano mandándote mensajes de textos como esos, _____________?
— Yo...no lo sé.
— ¿No lo sabes? —se levantó bruscamente de la cama y se acercó ligeramente a mí—. ¿Estás segura de eso?
Asentí con un poco de miedo. Nunca había visto a Jaxon tan furioso en todo el tiempo que llevábamos juntos. Recordé que él una vez me había dicho que él único que era capaz de ponerlo verdaderamente furioso, era su hermano mayor. Y joder, era completamente cierto.
Él cerró los ojos por un momento intentando controlar su ira.
— No sabía ni siquiera que hablaras con mi hermano...
— Jaxon, yo...
— ¡Cállate! —gritó verdaderamente furioso haciendo que yo retrocediera un poco para alejarme de él—. ¡No te quiero escuchar en este momento! —pasó una mano por su cabello, exasperado.
Me puse pálida con sus palabras. Jaxon nunca me había gritado de esa manera.
— Nunca había hablado con él —susurré.
— ¿No? Pues por lo que leo en los mensajes de texto, parece que se llevan verdaderamente bien, _________________.
Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas y se formó un nudo en mi garganta imposible de contener. Pronto, las lágrimas empezaron a derramarse por mi cara.
— Te juro que no sé ni siquiera como se ha conseguido mi maldito número de teléfono, Jaxon.
— ¿Desde cuándo está pasando esto, _______________?
— Desde el viernes. Él aprovechó que estabas bastante ocupado con tus amigos bebiendo y se acercó a mí, se me insinúo. Yo creí que solo se trataba de una simple broma, pero ayer me llego un mensaje de texto en el que me decía que era una chica fácil por perdonarte verdaderamente rápido. La noche pasada me dijo que tú siempre le dices a tus amigos que me comporto como una puta en la cama, Jaxon.
— Es un maldito hijo de puta -gruñó. Tragó en seco y sus ojos volvieron a mirarme—. ¿No te ha dicho nada más?
Negué con la cabeza.
— Bien, entonces nos vemos después -dijo, saliendo rápidamente de mi habitación.
***
Un gemido se escapó de mi boca. Maldita sea. No podría fingir que no me gustaba lo que me estaba haciendo, porque diablos, lo hacía tan bien.
No quería que parara, quería que siguiera dándole la atención necesaria a mi cuerpo. Quería que siguiera haciéndome suya.
Sólo hasta ahora me había dado cuenta de cuánto lo deseaba, y no me arrepentía de lo que había dejado atrás en mi vida simplemente por acostarme con él.
Oh, joder.
Mi respiración estaba agitada, y la de él también. De vez en cuando se escuchaban sus gruñidos de placer, los cuales hacían que me excitara cada vez más.
— Justin... —gemí llegando a mi orgasmo.
En ese jodido instante me desperté.
Una ligera capa de sudor cubría mi frente y mi respiración estaba agitada como en el sueño.
Entonces, me di cuenta que me había corrido gracias al sueño erótico que había tenido con Justin.
Twitter: @jileystyle
.
ESTÁS LEYENDO
Insensible.
FanfictionÉl era un hombre posesivo. Cuando quería algo, luchaba por ello y pasaba por encima de todo el que se interpusiera en sus deseos. Esta vez no sería la excepción. La quería a ella y no descansaría hasta tenerla debajo de él, gimiendo por más. Lo únic...